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Detención terminó. Los castigos escolares no eran más que un pellizco en comparación a lo que tenían pensado hacerles a todas esas personas, cada segundo que les quitaban a las hermanas era una nueva tortura que tenían preparada para ellos.
Dany iba saltando hacia la salida y las otras dos iban viendo detalles de la escuela que las ayudaría en sus planes.
Y entonces apareció, para dos de las hermanas no era nada especial, pero para una, era el chico más atractivo que haya visto jamás.
—Hola, oigan ¿saben donde es el área de biológicas?– pregunta el chico Moreno, con chinos tan largos que con tocarlos te enredarías en una maraña sin salida.
—Sigue derecho hasta llegar al segundo pasillo, de ahí continúa hasta la cuarta puerta— dice Andy ignorando por completo al joven.
—Gracias... Señorita?—
—Güdjuder— dice Mary
El chico sonrió y dijo— Yo soy...
—Si, si, tenemos que irnos, bye— dice Dany jalando a sus dos hermanas hacia la salida.
—Eso fue un poco grosero ¿no creen?— pregunta Mary
—El nombre no importa, de todas maneras acabará muerto— Andy
—Es cierto— dice Dany en concordancia.
—Larguémonos tengo hambre— dice Andy subiendo al asiento del conductor.
Al llegar a casa ésta no estaba sola como estaba cada martes, allí estaba ella, una nueva pesadilla para las tres, ellas no sabían lo que les esperaba al pronunciar su apellido: Güdjuder.
—¡Queridas primas!— exclamó con falso amor la intrusa —Dennis me dejó pasar, es un amor de persona— sus  modales asqueaban a las hermanas y sus exagerados ademanes encendían sus ganas de asesinarla con dos pinzas de electrificar.
—¿y tú eres?— dice Andy mostrando en claro su desprecio y asco por la nueva visitante.
—Hola— dice Mary siendo cortes pero a dos capas de actitud odiando a la "prima".
—Beatriz, por supuesto— dice como si fuera lo más obvio del mundo.
—Está bien, Beatriz, ¿y qué rayos haces aquí, pe...?— y hubiera dicho "perra" si Dany no le hubiera tapado la boca.
— A verlas, por supuesto, y a mi querida tía— dice recorriendo la casa con sus ojos de víbora.
— Mi mamá no está, puedes irte y venir en otro momento— dice Andy a la defensiva.
— No hay motivo por qué ser grosera, querida — y dio en el clavo para provocar a Andy.
Dany se dio cuenta de esto y se fue con Andy a la cocina por comida.
Mientras la arrastraba hacia el refrigerador le preguntó
—¿Qué sucede contigo?—
—¿Es que acaso no la recuerdas?
—Ah ... no, obviamente no – dicho esto agregó— Si lo recordara te diría "oh por supuesto, es tal persona— sarcasmo habitual.
—Pues te refrescaré la mente— tomó aire y dijo —¿recuerdas a esa niña tonta que llevaba un vestido rosado en la fiesta de cumpleaños de mamá?—
—¿Cuál de las 20 niñas que usaban vestido rosado ese día? ... ¡Uh! recuerdo un vestido que me gustó mucho y le pedí a mamá que me lo comprara pero en color azul—
—Si, si, si, pero calla un momento, ¿recuerdas el ponche volando directo hacia un vestido rosa chillón?—
—¡Ah si! Ahora lo recuerdo, eso fue épico—
—5 minutos después de larga meditación— dice Andy sarcásticamente.
—Ah, ¡es ella! , esa bitch — y concluye Dany —era menos odiosa de
pequeña—
En ese momento entra Mary a la cocina y exclama —¡es insoportable!—
— ¿Qué hiciste con ella?—pregunta Andy con una sonrisa de malicia — ¿la echaste, cierto? —
— No, venía con sus maletas así que la ayude a instalarse en una habitación— dice Mary
— ¡Es una broma!— preguntan Dany y Andy a una misma voz.
—No, ella ha venido a quedarse aquí hasta que decida irse, así que... — dice Mary con cortesía.
—Pero, pero, ¡sí sigue aquí aparecerá un poco de veneno cada día en su comida hasta que muera! ¿Oíste?— dice decididamente Andy.
—Por mí está bien— dice Dany— Si me disculpan tengo que ir de compras, necesito libretas de notas y estar un poco muy alejada de esa chiquilla— dice Dany saliendo a la sala de estar para tomar las llaves del coche.

Las Hijas de Hittler.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora