Un asunto inconcluso y que alteraba la mente de las tres hermanas las hizo reunirse por costumbre a las 3:07 de la mañana en la biblioteca de la casa, para analizar los posibles objetivos de la intrusa en la casa.
Era muy extraño que después de tantos años apareciera con una actitud tan amigable que era como si se hubiera borrados todos los recuerdos de la infancia. El recibimiento de la señora Gudjüder tampoco fue el esperado por la "prima querida"puesto que el desdén era increíblemente notable en el rostro de la anciana, aún así le dijo "Bienvenida" y poco le importo esforzarse para que no sonara mal.
Sin embargo era de suma importancia comportase hasta que averiguaran cual era el propósito de la no invitada, por eso en la acostumbrada reunión de la madruga expusieron sus ideas.
-Yo no sé para qué vino, pero no me da confianza- dijo Dany
-Que se regrese por donde llego- comento Andy con furia
-No creen que tenga que ver con el testamento que va a firmar mamá en unas semanas- dijo Mary
-¡Por supuesto!, es mas obvio que el queso- dijo Andy
-Si esa es su intención debe regresar por donde llegó, no es bien recibida por nuestra madre, lo notaron. Lo que hizo su familia a nuestra familia no puede ser perdonado nunca. - recordó Mary con rencor
Dany no sabía lo que había sucedido pero ninguna de las dos hermanas era capaz de decírselo, lo que había pasado en aquella fiesta se borró de la mente de la menor de las hermanas por su bien, pero de la mente de las demás esto jamás podría borrarse.
-¿Alguna vez serán capaces de tratarme como lo que soy? Ya tengo 16 años.
- Dany, no eres capaz de soportar esto. — y con esta frase Mary terminó la conversación y se marchó a dormir.
- Andy, si no puedo confiar en ustedes, ¿qué me queda?, — Dany estaba decepcionada por aquello que decidieron no contarle, pero estaba decidida a averiguar la verdad.
- Recuerda, si no estamos juntas, nos tenemos a nosotras mismas y a Hittler
- Con todo esto siento que el plan para seguir a Hittler está por la borda
- Lo intentemos o no, a como van las cosas por aquí la tercera guerra mundial se desatará pronto, no te preocupes, ahora vete que quiero terminar un libro. — Andy estaba ansiosa por terminar de leer su libro y por calmar su estrés con un poco de tabaco.
- Si no te matan las desveladas lo hará el tabaco, buenas noches
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Otro día, el día más difícil en la vida de las chicas.
El día comenzó mal, Beatriz tomaba café en la taza de Mary y se sentó en la silla de la señora Güdjuder. No dejaba de invadir, no dejaba de incomodar, y cuando Mary se despertó por su taza de café habitual y observó lo que estaba sucediendo no se aguantó a decirle unas cuantas cosas.
- Escúchame bien, "prima", no sé qué demonios haces aquí, pero no es tu casa, no eres bienvenida, tu presencia me molesta, si no te corrí es porque no quise ser grosera, pero una cosa más como ésta — y señaló la taza de café con su nombre– y te vas, ¿comprendes?
- Entiendo, te sientes la dueña de la casa, ¿no?, pues déjame decirte algo, yo vine aquí a mostrarle la realidad a mi tía, esta casa es de la familia Güdjuder, no de unas huérfanas que se creen hijas legítimas. Cuando tu madre muera, sólo una Güdjuder de verdad tendrá que heredar, esa soy yo.
Mary carcajeaba por lo que había dicho Beatriz - La dueña de la casa es MI MADRE, y ella nos pondrá en su testamento, nada podrá evitarlo, mucho menos una intrusa como tú
Para este entonces de la discusión, Andy y Dany ya estaban ocultas en las escaleras escuchando, listas para saltar y ejecutar algún improvisado plan para deshacerse de la intrusa.
- Mary, Mary, Mary, yo sé porqué me odias, bueno, porqué odias a mi familia, pero debo recordarte que lo que dijo aquella vez tu querida hermanita no es cierto— caminó lentamente alrededor de la mesa hasta llegar al lado de Mary– Sabes muy bien que ella lo inventó.
- ¿Cómo eres capaz de...
- ¿De decir la verdad? Mi padre, que en paz descanse, no era un violador, tu pequeña hermanita mintió.
Al escuchar esto Andy miró a Dany quien frunció el ceño y no comprendía lo que pasaba, Andy quiso que se fueran de ahí pero se negó.
- Los odiamos por lo que son, monstruos capaces de tapar las cosas tan terribles que hacía tu querido padre.
Mary pensaba, "nosotras asesinamos a personas conscientes, no le hacemos daño a niños indefensos".
- Dany mintió y con su mentira condenó todo lo que se esperaba de la familia Güdjuder.
Dany al escuchar esto salió de su escondite y dio la cara. Mary no podía con la tristeza de que su hermana se acordara del infierno que vivió.
- Tu padre era un monstruo — y cuando iban diciendo esto Andy y Mary se iban acercando vez tras vez a Beatriz – aquel veneno fue poco castigo comparado con el infierno que me hizo pasar todo un mes...
- Veneno — Beatriz lo dijo como si ya se hubiera hecho conjeturas de aquello. – Mi padre estaba perfecto de salud, fueron ustedes.
- Yo, específicamente— dijo Mary– Dany le tenía pavor y Andy me cuidaba las espaldas.
- No se liberarán de esta – entonces quiso correr, pero las hermanas como si fueran una sola la tomaron y amarraron en una silla de la cocina, la amordazaron y cortaron el cabello, esto último por diversión.
La señora Güdjuder bajó las escaleras al fin y vio la escena, sonrió, se sentó en su silla y comenzó a tomar su té que ya le había servido Andy.
- Niñas, no se juega en la cocina – y extendió las llaves del sótano a Mary– diviértanse por mí.
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Las Hijas de Hittler.
Terror- ¡Qué daría yo por haber estado en esos años!. - De hecho, pero tienes que conformarte con lo que tenemos ahora, debemos honrar la memoria de nuestro antepasado. ¿Te das cuenta qué tan cerca estuvieron de atraparnos?. ¡Todo por tu descuido! - ¿Quié...
