Brújula sin norte

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Octubre 11, 2013.

Tuve un quiebre emocional en la sesión de hoy con Jinki, le conté sobre Jonghyun, le comente que mis alucinaciones han empeorado, que veo a Jonghyun casi a diario, que puedo sentirlo, olerlo, tocarlo... Y que lo he estado ignorando porque las demás personas no pueden notar su presencia y ya no sé cómo disimular frente a ellos cuando él aparece.

Escuche a mis compañeros de trabajo hablar sobre lo mucho que he cambiado, que no estoy bien, algunos están alarmados, otros sonríen por cortesía pero sé que me tildan de loco, los demás solo se han alejado. Solía ser sociable con todos, pero ahora detesto el hecho de encontrarme con personas y que estas quieran hablar conmigo. Las evito a toda costa porque me siento muy paranoico con el asunto de Jonghyun para arriesgarme a seguir en boca de medio mundo.

Estoy harto, no estoy loco. Key es el único que no me juzga, pero se preocupa por mí, cuando intenta hablarme de Jonghyun siempre termino en una crisis y siento que no puedo respirar.

– ¡MINHO REACCIONA DE UNA BUENA VEZ! –

– Key, ¿Qué estás haciendo? Me estas lastimando. – el rubio lo soltó inmediatamente para luego aprisionarlo en un fuerte abrazo, con las manos temblándole incontrolablemente.

– ¿Tuve otra laguna? – indagó perdido en sus pensamientos. Key asintió ocultando su rostro en el cuello del moreno.

– ¿Qué estabas haciendo antes de verme frente a ti?–

– ¿Antes de que comenzaras a estrangularme? – El aludido rodó los ojos, a veces el chico tenía el peor sentido del humor.

– Si Minho, antes de que casi me mataras de un susto. – Choi frunció levemente el ceño, comenzaba a sentirse mareado.

– Acababa de llegar a la oficina y estaba encendiendo el computador... – Kim lo observo incómodo.

– Ming... ya ha pasado la hora de salida. – el moreno abrió los ojos alarmado, sin poder decir nada. – Esto no está bien, debemos ir con otro especialista, algún psiquiatra, uno reconocido para que... –

– No, Key... No estoy loco. –

– No he dicho que lo estés. – El rubio lo sostuvo de los hombros, esta vez lo hizo con infinita delicadeza, como si temiera romperlo. – No estás loco Minho, pero estas enfermo, lo sabes. Hay que hacer algo para controlar esto.

¿Cómo controlar algo que ya se ha salido de control?

– Todo lo que he intentado no ha funcionado Key, ¡Esas sesiones con el doctor Lee no han llegado a nada!, ¡Escribir en esos estúpidos diarios no ha llegado a nada! – la voz se le quebró. – No tiene sentido continuar con esto.

– Minho, ya te dije que no se trat... –

– ¡No puedes saber de qué se trata!, ¡No puedes ni siquiera imaginarlo!– suspiro impotente, llevándose las manos al rostro. – Key... – susurro poniéndose de pie. Habían estado hincados junto al otro por largo tiempo. – Déjame solo por favor. –

– Minho n... –

– Por favor. – sentenció con ojos suplicantes.

– Minho... –

– Key... –

– Al menos prométeme que me llamaras cuando llegues a casa Minho. –

– Lo prometo. –

Octubre 30, 2013.

Son las dos de la mañana y estoy escribiendo esto más por distraerme que por otro motivo, ya he intentado hacer muchas cosas, he cocinado, leído el periódico, revisado y respondido mis correos, vi el partido de futbol que deje grabando ayer antes de irme a la oficina, ¡Hasta he ordenado la casa! Pero aun así no he podido ir a la cama.

Delirium ¦ Jongho ¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora