Como era de esperarse, Esmeralda invitó a toda la población Elfica que está a nuestro cuidado, sin dejar a los menos favorecidos ni tener preferencias de unos u otros. Casi todos están aquí, por lo que el castillo con sus extraordinarias dimensiones se llenó con mucha rapidez. El jardín es la zona más habitada, casi todo se celebra aquí, algunos están en el pasillo de entrada al castillo para curiosear y unos cuantos más están por el río y por la fuente, los únicos que entran de lleno son los sirvientes que van y vienen para atender a los invitados. El baile era maravilloso por donde se viera. Xandria sin perder el tiempo está en medio de la pista de baile con un apuesto joven que le da volteretas sin parar y poco a poco nuevas parejas se les unen bailando al ritmo del compás. Me acerco a la mesa de aperitivos y me sirvo una copa de vino, a mi lado se encuentra Madame Wisdom, nombrada así por los años de experiencia que lleva consigo. Los elfos podemos envejecer y morir pero aun así somos muy longevos, y ella es, sin duda alguna, es de las más antiguas que aún existen. Su piel es grisácea y como de papel, su cabello es plateado con destellos oscuros y aun cuando los años le han cobrado factura, se puede ver que fue muy hermosa. Está sentada con unos arándanos en sus manos y levanta la mirada para verme, me sonríe e inclina la cabeza ligeramente en una pequeña reverencia.
- Señorita Zaphire, les agradezco su invitación, me alegra mucho que honren la memoria de su madre - le devuelvo la sonrisa y asiento con la cabeza.
- Todo fue idea de Esmeralda, pero también me alegra que lo hiciera. Usted fue amiga de mi madre, ¿verdad?
- Si, así es. Su madre siempre fue una mujer muy culta y yo por mi larga estadía en este mundo he conseguido acumular mucha experiencia. Su madre amaba conversar, pero más que una plática bilateral, eran en su mayor parte unilateral, ya que ella prefería solo escucharme. A veces me interrumpía para preguntar algo o compartir su opinión, pero el resto del tiempo se mantenía callada. Esa era una de sus mayores cualidades, escuchaba siempre lo que tenían por decirle, lo analizaba y luego tomaba una decisión. Se esforzó mucho por romper la dictadura de la que estábamos tan acostumbrados... Y me parece que usted ha heredado esa misma cualidad- me sonríe y le devuelvo la sonrisa.
- Si, mi padre se ha esforzado mucho en criarnos a nosotras y a nuestro reino.
- Me doy cuenta - me hace otra pequeña reverencia y continua con sus arándanos, sorbo los últimos tragos de mi vino y relleno la copa una vez más antes de ir con Esmeralda. Está sosteniendo las manos de algunos de nuestros invitados con una sonrisa en su rostro, se ve muy feliz, al acercarme la escucho agradecer al elfo que esta frente a ella por sus buenos deseos, me acerco con sigilo y la sorprendo por detrás.
- Veo que estas muy ocupada- le digo en forma de juego
- Zaphire, justo estaba por ir a buscarte. Ven, rápido, vamos por Xandria. Les tengo una sorpresa - Esmeralda sostiene mi mano y me arrastra con ella en búsqueda de nuestra hermana, ella está despidiéndose de su actual pareja de baile para tomar una nueva pero Esmeralda la toma de la mano y nos arrastra a las dos. Caminamos entre los elfos pidiendo disculpas y haciendo espacio para continuar, incluso me llevé un buen golpe en la cara de alguien que fue a alzar su mano y froto mi nariz adolorida. Esmeralda se para en seco y suspira, voltea para vernos las caras y sonríe con picardía. Estamos frente a las enormes puertas para salir del castillo, confundida le pregunto -¿qué hacemos aquí? - y antes de que pudiera responderme escucho el trote de muchos caballos acercándose, me quedo helada por un momento y por instinto busco mi arco pero recuerdo que no lo llevo conmigo en ese momento. Antes de correr en su búsqueda o algo con lo que defendernos, escucho una voz que aún bajo el agua hubiera podido reconocer. Las puertas se abren con lentitud por su peso pero por una pequeña rendija veo el cabello de nuestro padre acercándose con este sobre él. Sin pensarlo un momento más corro lo más rápido que mis tacones me lo permiten con Xandria y Esmeralda pisándome los talones. El rey Xorian se baja de su caballo justo a tiempo para atraparnos a las tres al vuelo, nos caemos todos de espaldas pero él nos sostiene firmemente para no ensuciarnos y nos abraza con fervor. Nos mantenemos en silencio y abrazados por unos momentos pero para mí fue como una milésima de segundo, lo extrañaba tanto. Nos suelta y nos levantamos con rapidez.
- Como han crecido, si siguen lanzándose así tendrán que ser ustedes las que me terminen cargando a mí.
- Padre, no te esperábamos hasta el mes entrante. Me alegra tanto que hayas podido venir- Esmeralda fue la primera en hablar.
- No podía perderme la fiesta en honor a mi hermosa Lisandre ni dejar de pasarlo junto a mis tres hermosas gemas - nos besa en la parte superior de la cabeza - vamos, necesito bañarme y arreglarme- Caminamos de vuelta por las enormes puertas.
-¿Trajiste regalos?- pregunta Xandria
- No se te escapa nada, ¿verdad? - Xandria le sonríe y niega con la cabeza - Zaphire, estas muy callada, ¿ocurre algo?
- ¿ah? No, no. Solo estoy algo sorprendida de que estés aquí, casi se siente que estamos todos juntos, con los retratos de nuestra madre adornando los jardines y contigo aquí, es casi mágico - él me mira con nostalgia y me ciñe la mano con dulzura.
- Debo darme prisa - me suelta y camina más rápido hacia el castillo, antes de llegar a la puerta agarra a uno de los elfos que iba hacia la entrada para decirle algo que no logro escuchar, este asiente y en lugar de entrar, camina rodeando las paredes hasta que ya no puedo verlo más.

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Akasha
FantasyTres hermanas guerreras, tres personalidades opuestas y un mismo objetivo, proteger su reino. Esmeralda, Xandria y Zaphire conocen su destino y se apegan a ello. La paz que ha perdurado por décadas conoce su fin, un mundo desconocido y obstáculos qu...