Capítulo 6

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- ¿Qué acaba de pasar ahí dentro?- pregunto mientras voy andando detrás de Levy, ella parece muy tranquila, los dos niños van delante conversando sobre sus cosas, y a Ethan se lo llevaron dos doctores en una camilla a la enfermería, por lo visto, a todos les parece normal lo que a pasado

- No te alarmes Ash, esto suele pasar y ya te lo iré explicando poco a poco...

- Vale, pues ves empezando, tengo todo el tiempo del mundo

- No debo explicártelo tan pronto- dice en tono serio

- Me da igual, yo lo exijo- digo parándome en seco y cruzando los brazos. En este momento parezco una de esas princesas mimadas de los cuentos.

- Si quieres quedarte ahí, allá tu, pero los soldados te aprisionarán si no estas conmigo, para ellos eres desconocida- dice mientras sigue avanzando

- ¿Es que aquí hay hasta soldados?- me asombro mientras continúo

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NARRA ETHAN:

Ha vuelto a pasar, no logro controlarlo, me domina, es como si no fuese yo y algo dentro de mí quiera salir. Ahora mismo mientras vaya encontrando las respuestas poco a poco solo me queda seguir confiando en Levy y las criaturas celestiales. Puede que al cabo del tiempo lo consiga dominar, hasta entonces, no podré llevar mi antigua vida con normalidad. Levy sabía que esto pasaría tarde o temprano, sin embargo, no me dijo nada. Tengo que hablar con ella. Ella sabe sus razones de porque ocultármelo durante tanto tiempo, pero yo tengo las mías y necesito saberlo, comprenderlo, y ... entender de una vez por todas para qué habrá venido esa que se enfada por cualquier cosa. La próxima vez no dejaré que me hable de la manera que me habló en el salón, paso de aguantarla y ser gentil con ella, por mucho que Levy me diga que es su mejor amiga y bla bla bla...

Me levanto de la camilla de la enfermería para dirigirme a la puerta.

- uggh, pero que frío hace- susurro mientras me da un tiriteo y me cruzo de brazos- anda, claro que tengo frio, si llevo este camisón que no tapa nada, otra vez. Haber dónde habrán dejado mi ropa esta vez.

Se que los enfermeros siempre me dejan la ropa en una silla enfrente de la camilla en la que me ponen, pero los muy escurridizos Yin y Yang, se cuelan en la cámara y la cogen y la esconden en cualquier rincón del reino. Por suerte hace tiempo tengo a mi buscador, es una especie de perla que siempre guardo en el ombligo, para que Yin y Yang no me la roben, es mas, si la vieran no sabrían ni lo que es, digamos que no son muy de tesoros ni nada que brille, salvo las armas, por supuesto, hablando de mi buscador es como un piercing, me lo dio Levy para estas cosas, lo cojo y me lo acerco a la frente, cierro los ojos y me viene un flash de mi ropa colgada en la antena más alta del castillo... PERO SERÁN!!! Esta vez no se lo dejo pasar. Salgo de la enfermería a toda pastilla tropezandome por el pasillo con varios enfermeros y algunos soldados, la mayoria se apartan porque saben que esto suele pasar. Dios, de verdad espero que esto termine pronto... no quiero seguir teniendo estos ataques, acabar en la enfermeria, correr por mi ropa y acabar disculpandome con todos por arrasar en el pasillo...

Llego a mi habitacion y abro el armario donde escondo mi cuarto secreto de armas y otros artilugios, quito el póster de Hermione Granger, una gran maga de Harry Potter, ¿os suena?, bueno la adoro, soy un admirador de ese personaje, si no habeis visto ninguna de esas peliculas no habeis tenido infancia. Le doy al botón en forma de yin y yang, se giran sonando como si se estuviese abriendo un gran candado que no puede ser descubierto y las dos figuras se separan la una de la otra situandose a cada esquina de la parte superior de mi armario siguiendo un camino que van creando a su paso. Me hago paso a traves de la ropa y aquí está, mi cuarto secreto, tengo todo tipo de armas y otras tonterías que son muy utiles cuando llega el momento, pero me voy a lo que siempre tengo que utilizar cuando necesito coger cosas de elevada altura, mi air skateboard , funciona bastante bien. La agarro y salgo del armario, automaticamente se cierra el cuarto secreto y coloco el poster en su sitio. Me dirijo hacia mi ventana y salto. No, no estoy loco, estoy pirado, porque acabo de soltar mi tabla y estoy volando sin ningún tipo de seguro. Me pongo a gritar como loco hasta que noto el suelo contra mi, claro, no recordaba que ya no estoy en la torre del castillo, si no que ahora estoy en un cuarto a 1 metro y medio de altura desde el suelo. Me levanto muy dolorido y busco mi tabla, perfecto, a caído en un arbusto con pinchos, que suerte la mía. Lo bueno es que mi tabla es de metal y no se a estropeado. Es tipo futurista, no de esas de madera que parecen escobas, de esas que llevan las brujas con arrugas y berrugas, que tienen de mascota una serpiente... Uuggh, que mal rollo, por suerte esas brujas solo existen en los cuentos de hadas, menos mal. Agarro mi tabla, me subo a ella y digo mi contraseña:

- Elevator!!

Al principio soy un poco torpe pero me estabilizo y voy hacia la gran antena, en este mundo tambien hay móviles y wifi, somos muy modernos, además cuando Levy se enteró de que podía ponerlo aquí tambien, se emocionó como niña con su primer regalo. Vuelo hacia la antena y allí está, mi ropa, colgada de cualquier manera, estos críos no tienen cuidado. La agarro y me dirijo de vuelta a mi habitación. Tengo la ropa en la mano y me cuesta manejar este trasto, gracias al viento que se a levantado.

Un golpe

- Auch!!

Otro golpe

- ¿Pero qué pasa?, auch...que dolor- me estoy desestabilizando, alguien me

está tirando algo desde el suelo y acierta a la primera, otro más, y otro. Me están lanzando tomates... No puedo mantener el equilibrio, ¿Qué pasa? ¿acaso e perdido algún concurso?

Por fin me consigo estabilizar aunque el viento siga en mi contra, a pesar del dia soleado tengo frío, en cuanto baje pienso ponerme la ropa y... darle su merecido a quien me tiraba tomates. Parece que la cosa se a calmado. Voy descendiendo. Justo cuando mas o menos voy a siete metros de altura veo algo viniendo hacia mí, achico mis ojos para verlo mejor y... ¡¿¡que leches me acaba de pasar por la entrepierna!?! Pues nada menos que una flecha. ¡Una flecha! Y esque encima era de las buenas... Cuando miro de nuevo al frente, voy y me choco contra un árbol, qué suerte la mía. ¡¡¡Pero quien pone un árbol en mitad del jardín!!!

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⏰ Última actualización: Aug 24, 2017 ⏰

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