Como todos los días, Shinoa asistía a su trabajo. Hoy sería un nuevo día ya que sería su primer día trabajando con el inversionista que tanto buscaban; se había hecho socio de su empresa.
De todos modos ella no podía quedarse quieta, si lo hacía, probablemente lo perdería todo, incluyendo a su família.
Aunque fuesen su família, para ella solo eran un par de personas ambiciosas, buscando cualquier modo de conseguir más y más dinero con tal de siempre quedar en primer lugar y superar a Krul Tepes.
Por años han estado compitiendo por el primer lugar. Para ella era solo una pelea sin sentido que no tendría fin.
Mahiru es una de las mayores presidentas que maneja todo aquello que tuviese que ver con ello. Llegaron a intentar involucrarla ya que su inteligencia y sus capacidades eran bastante buenas.
Ella simplemente lo rechazó, no quería estar compitiendo por un puesto alto de una manera injusta. Quizá sería reconocida, y hasta capaz cosas que no pudiera imaginar pero esas cosas no le interesaban, simplemente prefería vivir una vida tranquila.
Ella decidió quedarse en un puesto digno, como la jefa mayoritaria, pero sin ir más de lo que tiene planeado.
Al llegar, tomó el ascensor y marcó el piso 13. A mano traía una carpeta con los papeles de los gastos de la empresa. Comenzó a abrirlo y a pasar las hojas. Se distrajo un momento de esos asuntos, se le había venido a la mente muchas cosas, pero no pensó que llegaría a acordarse de él, de Yuuichiro. Lo había olvidado por un segundo.
El era más que perfecto, causó una gran impresión en ella a primera vista.
Se despabilo y siguió pasando las hojas hasta que escuchó que alguien gritó para que detuvieran el ascensor.Se acercó a la puerta para detenerlo, Yuu se topó de frente junto a ella y se le cayeron las hojas y se mezclaron.
"Demonios, se esparcieron..."
Él pasó dentro y al ver las hojas esparcidas, se agachó para ayudarle a recogerlos.
-¡A-Ah! L-Lo siento, fue mi culpa!
-No, está bien, no importa.
-Hiragi Shinoa?
-Vaya, no pensé que lo recordarias...-Decía indiferente.
El recogía las hojas algo nervioso hasta que en un descuido, el hizo contacto con las manos de ella. Sus manos eran cálidas, le parecieron tan reconfortantes que esa calidez provocó un ligero sonrojo en él y se echó para atrás cayendo sentado.
Ella solo estaba ahí, se había quedado quieta con esa mano en el corazón.
Yuu al ver que ella no había hecho ningún movimiento, se disculpaba con ella, una, otra y otra vez. Temió que se hubiera enojado con él, pero se detuvo al ver que una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
Nunca la había visto sonreir. Todos decían que era una chica que nunca sonreía, pero no, no era cierto. Él sería la primera persona en verla así.
Su sonrisa le pareció hermosa. Intentó echarse para atrás cuando ella se acercó y lo tomó de la corbata, viendolo a los ojos.
-Lo sabía. No podía ser cierto... Ni siquiera tienes la apariencia de un ambicioso. -Decía mientras mantenía su mirada hacia sus labios jugando con su corbata.
Él la vio confundido. Ella estaba muy cerca, demasiado... Volteó a un costado pero ella con la otra mano lo volteó.
Le vio coqueta y comenzó a acercarse a él, se detuvo en el momento que quedaron tan cerca uno del otro.
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『Serás el Uke』ShinoYuu (Pausada Temporalmente)
Fiksi PenggemarShinoa, legítima dueña de las empresas Hiragi, vive una vida normal, desprocupada y sin límites. Es una de las mujeres más bellas y reconocidas de todo Japón. No sería raro que siempre le llegaran chicos a declararsele o uno que otro cortejo de otr...