La reacción de Jade iba de mal a peor. La noche en la que Jade había regresado a su hotel después de sentirse liosa y boyante, minutos después de que Jade había encontrado cuál era la verdadera Louise, o debería decirle Perrie. Sepultada en estampación no podía reaccionar, no podía moverse, los reducidos sosiegos retumbaban en la habitación."Es increíble." Mascullo. Agarro la laptop y se acerco demasiado a la pantalla, las pupilas repasaron el texto. El respiro se atoro en su garganta. "Esa...Maldita"
Jade tiro la laptop al piso, La vehemencia se apropio de ella, se levanto de la cama y agarro los chocolates que le había dejado la señora de la limpieza en su cama. Los tiro contra un cuadro de la habitación donde se encontraba un pájaro con un moño en su pico. Arte. Pinturas. Eso le recordó más a Louise ¡Perrie, joder! Olvido la poca paciencia y tranquilidad que le quedaba a lo que agarro el teléfono y lo estampo contra el cuadro, provocando que se cayera y causa gran ruido por el pasillo de su piso, que todos de seguro se despertaron ya que era de madrugada. Reacciono al instante, se quedo petrificada ante esto. Ahora tenia que pagar un cuadro que justamente ayer en la mañana había comprado por lo menos 7 capuchinos (que acabaron con su dinero) por lo nerviosa que estaba, al igual que no traía su cafetera. Aun estado inmóvil escucho como abrían lentamente la puerta, no quería ver a Jed en ese momento.
"Jade, cariñ-" La voz sonaba tan pacifica y profunda, algo que retorció más a Jade.
"¡CARIÑO MIS BO-"
Volteo frenética ante el llamado de su nombre. No era Jed, No solo el, era la señora de limpieza, Jed, Stephanie y otras 3 personas que supone que eran los que dormían al lado de su habitación. La cara de la señorita de limpieza era estupefacta, Jed miraba la laptop entrecerrando sus ojos, atinando ver que era lo que había puesto así a Jade. Y Stephanie miraba a Jed y luego a Jade, esperando que iba a ocurrir.
"Mis...chocolates" La señora regordeta de limpieza musito, los chocolates estaban aplastados encima del cuadro.
"Estem, Jade... La pintura cuesta 1,8 reales. O sea, un dólar." Jed dijo lentamente, miro a Stephanie y a los otros chismosos, La señorita de limpieza y los otros se fueran de la habitación, no sin antes que la señora de limpieza la intento aniquilar con la mirada. "Esos chocolates son muy caros, le dolió."
"Yo..."
Lo que más hacia padecer a Jade era la actitud de Jed. No le preguntaba si le había ido bien o no, no intentaba mirarla a los ojos, eran las 2 de la mañana y se supone de que Jed iba a regresar a las 11 de la noche para que después de que tocara Jade fueran a cenar. La estancia en Rio de Janeiro quería que superara sus expectativas, nunca fueron al Cristo Redentor, al barrio de copacabana, no había formado más de 10 palabras en más de 2 semanas que llevaba en Brasil con gente de Brasil. Se la había posando para Louise o más bien para Perrie, no solo con Jed se encontraba molesta Jade, observar a una bailarina incógnita y sentirse enterrada en el infierno y en el cielo al mismo tiempo cuando la miraba era solo una de las colosales cosas que sentía con ella,Pero con Louise fue una explosión conmoción, piedad y pasión dentro de las dos. Lo tenia claro, ella no amaba a Jed, no tenia ni la mínima idea por que se había casado con el. Jed movió su cabeza a otro lado mostrando mordeduras y chupetones.
Ella ya había descubierto nuevas sensaciones no con una, si no con dos personas. Que tortuosamente tenían que ser diferentes y no ser la misma, que de una no sabia su rostro y que de la otra la había engañado no diciendo quien era ni que hacia ahí. Y la persona que justamente amaba, que incluso se había casado con ella, la engañara y rechazara de esa manera.
"Jed, déjate de mierdas. Toda la puta estancia que estuvimos aquí me engañaste, me dejaste sola. ¿Crees que no vi tus chupetones que tienes en tu cuello? ¿Desde cuando vas con ella? ¿Eh? Si quieres podemos divorciarnos en la puta luna de miel" No se sentía triste, no se sentía arrepentida, ella también lo había engañado con Louise, sin el consentimiento de nadie ni de ella se había caído en un abismo grescoso.
"No te hagas la santa" Jed lanzo una risa irónica y la miro desafiante "Yo te amaba, pero tu comportamiento cuando estas con ella es obvio, ¿Crees que no miro como te quedas embobada mirando a Louise? ¿Crees que no vi como mirabas a la bailarina en el carnaval? ¡Me sentía olvidado, mierda!" En este punto ninguno estaba hablando tranquilamente, los dos eran unos infieles y ninguno decía lo contrario. "Por eso me fruste...sexualmente. Lo de fotógrafo era mentira, llevamos 1 semana haciéndolo."
Justo hace una semana Jed la había llevado a cenar y le compuso una canción romántica, hace una semana volvieron a hacer el amor, hace una semana el amor de ellos estaba a punto de colapsar.
"No sabes lo estresada que estoy en este momento. Jed, sera mejor para ti y para mi que esto se acabe ya, no me comprometo a ver como los dos seguimos con la mentira que existe amor entre los dos." Jade se sentó en el borde de la cama y suspiro, Jed imito su gesto.
"A mi familia le agradabas. Supongo que va a ser algo duro para ellos" Jed rió ante el comentario.
"Igual, si no me casaba contigo mi madre le hacia, eras como un ángel para ella" Los dos rieron. A la mañana siguiente Jed había cogido un avión de regreso a América, tenían como una especie de tregua el y Jade, no se odiaban a muerte. El tema del divorcio lo vería cuando regresara a América, le hubiera gustado quedarse más tiempo en Brasil. Pero el trabajo, su cafetera, familia y... bueno, amor no.
Lo único que le quedaba en Brasil era Louise, y haría lo que fuera para no perderle. Antes tenían que arreglarlo oh, y claro, también arrancar ese puto antifaz de la cara de la bailarina anónima.
🌸🌺🌸.
nota 1: actualizo cada semana.
nota 2: no tengo ideas, help
nota 3: NO MAMES NO MORE SAD SONGS SERA SINGLE PUTA MADRE YA LA ESCUCHARON?! MADRES MADRESSS
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Brasileña | Jerrie.
FanficEn la luna de miel de Jade y su novio, Jed. Viajan a Brasil para el carnaval de Rio de Janeiro. Una bailarina la tiene hipnotizada con sus movimientos sensuales, pero muy sensuales. PRIMERA PARTE DE LA TRILOGÍA BRASILEÑA.