Sueños de Papel II (TRUPAN)

Café

Tarde como de costumbre. Tras tres años aun no se ha perdido su forma de hacer las cosas pero si que a perdido algo. Al amor de su vida.

Desde que la vio en la Universidad, no a vuelto a verla.

Sus noches, bueno, sus noches no eran como las de cualquier universitario. Estas consistían en quedarse en casa a recordar lo perfecta que era ella y a maldecirse por ese hecho. A veces, incluso soñaba con ella pero al despertar volvía a sentirse inútil.

De vez en cuando se preguntaba donde estaría ella y si estaba bien. Pobre, no sabia por todo lo que ella estaba pasando.

(...)

- Buenos días, que desea? - finja una sonrisa -

- Un café.

- Algo mas?

- No gracias.

Guardo el boli dentro de su pantalón. Hacia tiempo que no cogía uno para dibujar.

Abandono todo, y cuando digo todo, es todo sobre su sueño.

Sus bloc de dibujo y sus materiales fueron arrojados a la basura porque -según ella- ya no los iba a utilizar. Pobre, no sabia que el chico mas pesado y que daría todo por ella estaba acercándose. Cada vez mas deprisa, mas cerca, a paso rápido.

Quería un café, como de costumbre pero no sabia que se encontraría a una nueva camarera con sonrisa fingida.

Al cabo de unos segundos salio con el café en sus manos, fijaba su vista en el sin darse cuenta de que, un chico distraído, como ella -tal para cual- se acercaba. Cada vez mas cerca. Un metro. Medio metro. Unos centímetros - el tiempo parecía querer detenerse - Un centímetro, hasta que... Buuuun!!!

Arrogo el café sobre la joven. El plato se rompió en el suelo y la taza aterrizo sobre su pie. Trunks se agachó y pudo coger el plato mientras intentaba disculparse torpemente.

- Yo lo... lo siento

Miro a la cara a Pan, vio sus ojos negros - y ahora si que se detuvo el tiempo - Los minutos pasaban y el llegaría tarde, pero que importaba eso. Habia encontrado a el amor de su vida y por error. Como si se tratase de una película romántica - el tiempo aceleró -

Le devolvió el plato y se fue sin decir nada. Hoy no compro el café de siempre, en el lugar de siempre. Esta vez todo era distinto.

Una gran sonrisa salio de los labios del joven, miró la hora y sorprendido salió corriendo aun mas rápido.