Capítulo III

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Ji había pasado toda la mañana sin saber nada del mayor, por lo que había decidido pasearse por su aula para ver si se encontraba bien pero al parecer no había asistido a clases, un par de alumnos del último curso empezaron a molestarlo por lo que emprendió la huida, en eso estaba cuando escuchó que una chica le presumía a su amiga que había logrado conseguir el número telefónico de JJ, no lo pensó dos veces para pedírselo, aunque la omega se hizo de rogar termino dándoselo.

"Hola JJ-sempai, espero que te encuentres mejor, ayer lucias muy mal y me preocupe mucho, el doctor dijo que era mejor que no me quedara y que podía verte unos días después, realmente quería saber si estabas bien, espero que no te moleste que haya conseguido tu número y te haya escrito, se me olvidaba, cuando regreses me gustaría hacerte un almuerzo, eso sí me lo permites" no estaba muy seguro de enviarlo, pero ya que lo había escrito así que decidió hacerlo, ¿Qué más podría pasar?

Esa mañana Jean había despertado sintiéndose peor, estaba en pleno celo y podía sentir olores de omega a metros fuera de su departamento. Por un instante creyó que se iba a volver loco pero el sonido de una notificación en su celular lo distrajo de todo. 

Jean leyó el mensaje notando que se trataba de Guang, se pudo sentir tranquilo, aunque solo un poco, y se alegró de que Ji no estuviera molesto por su actitud del día anterior. 

"i-chan, gracias por preguntar. Me alegro que le hayas echo caso al doctor pues por alguna extraña razón mi celo se adelantó..."  No, no podía escribirle eso, si sabía la verdad el omega podría llegar a sentir miedo, ¿Pero cómo le explicaría la forma en que lo había tomado? Iba a tener que contarle sí o sí, pero no sería por un mensaje de texto. Borró todo el mensaje, y comenzó a escribir de nuevo.

"Ji-chan gracias por preguntar, me encuentro un poco enfermo aún pero con las medicinas que me dio el doctor debería estar bien para ir a clases el día de mañana. No me molesta que hayas conseguido mi número, iba dártelo justo cuando comencé a sentirme mal. ¿En serio me harías un almuerzo? sería grandioso, pues vine aquí solamente con mi hermano y ninguno de los dos cocinamos muy bien je je je. Bueno, espero que te encuentres bien y disculpa por comportarme extraño el día de ayer... son cosas tontas de alfa. Cuidate, JJ". Lo envió y fue corriendo a tomar una ducha fría. Podía sentir como su alfa luchaba por apoderarse de él otra vez

Ji se sintió muy contento al ver que JJ le había contestado. "No te preocupes, fue un poco extraño pero supongo que fue porque no te sentías muy bien, me alegra mucho saber que te sientes mejor, estaba algo asustado porque no sabía nada de ti, también le puedo enviar algo a tu hermano, si el gusta". Estaba muy contento de poder seguir hablando con él, realmente le agradaba la compañía del mayor

JJ sonrió al ver la respuesta de Ji, quiso contestarle pero su alfa comenzaba a dominarlo; estaba en la cúspide de su celo y con tan solo leer los mensajes de Ji imágenes venían a su mente enloqueciendo a su alfa. Lanzó lejos el móvil para no descontrolarse y tomó una de las pastillas que el doctor le dio, sufriendo en cuclillas tendido en su habitación. <<Estoy tan harto de todo esto, al menos con la medicación que el doctor me recetó no me resulta tan terrible el proceso. Mis padres son unos idiotas, no puedo creer que me hayan ocultado todo éste tiempo el hecho de que hay pastillas para aminorar el celo. No puedo creer que aprobaran el hecho de que me convierta en un monstruo que acosa frágiles omegas porque eso soy, un monstruo...>>  Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos preso de la frustración que le daba tener que luchar con su alfa para no dañar a nadie durante sus celos. El ser hijo de dos Alfas lo convertía en uno pura sangre, a causa de eso sus celos eran mucho más intensos y era difícil para él controlar a su alfa.

Paradise High School - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora