Segunda entrega

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Rodeados por un aura luminoso, un grupo de personas rastreaba el terreno con aparatos similares a aspiradoras, en un espacio de otro contexto pues, detrás de ellos se percibía, claramente, la sala de estar de un departamento. Ventanas, cortinas y amoblado completamente fuera de lugar, o fuera de lugar estaba todo ese grupo luminoso ocupado en sus actividades, mientras una voz de mujer resonaba en el ambiente.

- ...y expertos hicieron, personalmente, la revisión del terreno donde aterrizará, en sólo 10 días, la nave visitante, en el Primer Encuentro Diplomático Oficial del hombre con culturas extraterrestres. El Presidente del Mundo se refirió, así, a los trabajos.

De pronto, aquellos individuos y sus máquinas similares a aspiradoras, simplemente desaparecieron, reemplazados por la presencia de un hombre maduro, vestido con un elegante smoking negro y que aparentaba unos sesenta años, su mirada, fría y calculadora, no escondía un dejo de cinismo, subrayado por los gestos lentos y medidos de su caminar.

- Toda precaución en seguridad es imprescindible, cualquier descuido puede generar un conflicto interplanetario.

Las imágenes tridimensionales de los expertos y su trabajo aparecieron nuevamente, recuperando su lugar en la sala de estar, mientras la voz del hombre aquel se mantenía.

- Por eso, se toman precauciones hasta en los mínimos detalles, puesto que la conversación sostenida ayer, con diplomáticos de la cultura Arkerion, confirmó su visita para el día 13 de mayo del año 4321, en 10 días.

Inesperadamente, una mujer joven y bonita, de cerca a treinta años, vestida con jeans viejos y una solera blanca reveladora de una figura femenina por demás apetecible, irrumpió en el escenario. A ella no le rodeaba aura luminoso alguno y caminaba, apurada, por entre las figuras holográficas, pasando a través de ellas. Aparentemente, buscaba alguna cosa en la muy real sala de estar.

Nuevamente, la imagen de los trabajos desapareció para ser reemplazada por el rostro de una presentadora de noticias; una cabeza tridimensional también rodeada por un aura luminoso, con los rasgos propios de quienes trabajan en los medios de comunicación, tanto en el siglo XXI como a milenios en el futuro: belleza plástica y seriedad a toda prueba.

- Y, lógicamente, InteracTV transmitirá el Primer Encuentro Oficial con Extraterrestres para la Tierra y Marte. En otro orden de noticias, el primogénito...

Esta vez, las imágenes holográficas que reemplazaron a la cabeza de la hermosa presentadora fueron las de un quirófano. Ahí, avanzados artefactos mecánicos operaban a un niño con pocos meses de edad, los cuales, a su vez, eran manejados, a la distancia, por doctores que, en el espacio poblado por hologramas detallados del frágil cuerpo infantil realizaban, con sus brazos, acciones inmediatamente ejecutadas por las partes robóticas.

El detalle de la intervención quirúrgica fue reemplazado por la imagen de un chip digital diminuto, apareció sobre un dedo meñique humano pero fue cobrando tamaño y, cuanto le rodeaba, se fue disolviendo. Finalmente, ocupó todo el espacio de la sala de estar, girando sobre su propio eje.

- ... de la realeza británica, James XIV, adquirió su Bíochip. En horas de la mañana de hoy, su familia, muy orgullosa, presenció la ope...

En eso, la mujer de jeans y solera blanca atravesó, nuevamente, la imagen holográfica y, sin reparar en ella, ocupada en su búsqueda entre los muebles, ordenó con tono molesto:

- InteracTV, apágate.

Las imágenes holográficas se comprimieron hasta formar una línea horizontal diminuta para, luego, simplemente desaparecer.

El espacio real era una sala de tamaño reducido, en cuyo centro se encontraban tres sofás personales, colocados en triángulo alrededor de una mesita cúbica, rodeados por cuatro almohadones desperdigados por el suelo, lo suficientemente grandes como para ser una opción donde sentarse. Pegados a las paredes pintadas de color blanco, en extremos opuestos, dos aparadores de vidrio contenían: vajilla, el primero, y pequeñas cajas, el otro; al lado de uno de ellos había un escritorio, también de vidrio (incluso la cajonería) con su superficie repleta de papeles y otros insumos. En uno de los muros sin aparador se reconocían cuadros de diferente tamaño y características, dos de ellos eran bastante grandes, cada uno era una representación de afamadas obras de arte, el primero era de Dalí (Gala mirando por la ventana) y, el segundo, El beso de Klimt. Además de las pinturas aparecían, también enmarcadas, cuatro imágenes en movimiento, dos de ellas de una pareja (la mujer de jeans y solera junto al hombre que invadiría el salón con Cybercops, Jonathan Sabras); en ambas, a un comienzo, los retratados posaban sonrientes e, invariablemente, terminaban besándose en la boca para luego posar y repetir, por siempre, el mismo performance. Un tercer cuadro era el de la mujer sonriendo con actitud coqueta, luego, se cubría el rostro para, finalmente, regresar a la postura inicial. El último era la imagen del hombre que permanecía serio por un momento, inesperadamente, guiñaba un ojo con sonrisa disimulada para asumir, de nuevo, su aparente seriedad.

Los que nunca existieron (The never beings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora