Capítulo 2.

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No sé cuanto tiempo pasó, pero lo único de lo que puedo estar seguro es que estoy en un Hospital.

Lo último que recuerdo es que Kurokochii fue a mi casa, y me dió la noticia de que el ahora es pareja con Kagamichii... Pero de ahí no sé nada.

Estaba tan perdido en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Kurokochii entró a la habitación.

-¡Kise-kun!... Me tenías preocupado, el doctor dijo que estás demasiado débil, deberías descansar más...
-Kurokochii... ¿Qué fue lo que...-Respondí en completa confusión, intentando incorporarme. Mis palabras fueron interrumpidas por una fuerte punzada en mi cabeza, por el movimiento repentino, a lo que dirigí una de mis manos a mi cabeza, sintiendo como este se intensificaba.
-Kise-kun debes descansar.-Dijo Kuroko mientras me recostaba en la camilla de nuevo.
-Solo dime... ¿Cuánto tiempo he estado así?, ¿Qué hay de mi hermana?...
-...Estuviste inconsciente por 3 días. Tu hermana a estado viniendo, pero sabes que por su trabajo no puede quedarse...
-¿T-tres días?...- Me sorprendí ante lo dicho por mi peliazulado amigo.
Aunque en realidad, agradezco mucho que él estuviese ahí, quién sabe que hubiese pasado sin su ayuda. -Muchas gracias Kurokocchi... Pero... Todavía necesito saber que tengo- Dije, mientras tanto, mi dolor se estaba desapareciendo, dejándome más tranquilo, y me recosté en la camilla, de la manera más delicada posible para no arriesgarme a sufrir algún otro dolor.
-Bueno, creo que sería mejor que esperaras al doctor para que te dijera el diagnóstico con exactitud, pero te lo diré de una vez. Lo que tienes es Anemia, según lo que dijo el médico. Pero algo más importante Kise-kun... Si te sentías mal, ¿por qué nunca le dijiste a nadie?, sabes que nosotros estamos para ti y...-
-Kurokocchi, yo estaré bien, no tienes que preocuparte- Dije interrumpiendo al más bajo, con nervios, no quería que me dijera cosas de los demás, no quería causar molestias, no quería ser un estorbo en las vidas ajenas, tenía mis razones para no decir nada en todo este tiempo.

Ahora que reflexiono acerca de ello, ha sido como más de un mes desde que todos mis malestares de manifestaron. Había pasado un largo tiempo.

-Kurokocchi, no te preocupes, tu puedes irte a tu casa a hacer cualquier cosa que tengas pendiente, no quiero causarte problemas, con que me hayas traído es suficiente. - Le dije a mi pequeño amigo mientras me pasaba la mano por mi cabellera, soltándo una risa nerviosa. A lo que el otro me miró con duda e incredulidad.
-...Bueno, me iré por hoy, pero vendré mañana a verte, y les diré a los demás del equipo. Nos vemos Kise-kun.
-Espera Kuroko...- Antes de que pudiera decirle que no se atreviera a contarle a los demás, él ya había desaparecido por completo haciéndole alusión a su apodo de "el chico fantasma". Suspiré derrotado.

Un par de horas después el médico llegó, comunicándome que lo que tenía era anemia, que necesitaba cuidarme, alimentándome correctamente y durmiendo mis horas. Además me dijo que era necesario que me quedara un día más, pero después de eso me daban de alta, lo cual era un gran alivio para mi, no puedo dejar mi trabajo tirado ni mis estudios.

Después de eso, ya estaba oscuro afuera, y me sentía un tanto adormilado, pero en mis momentos de soledad pensaba que me siento abandonado en el mundo pero yo soy el que se aleja de los demás, porque no quiero que me vean como alguien débil, lo que yo quiero, es que me vean como alguien confiable, alguien fuerte, alguien a quien admirar. No este debilucho que soy, me odiaba a mi mismo.

Por ser débil me lastimé mi tobillo.

Por ser débil no pude decirle a los demás de aquel malestar, causando más problemas aún, y al final saliéndome del equipo.

Por ser débil no pudimos pasar a las finales ese mismo año...

Todo ese tipo de pensamientos solo me atormentaban. Yo me atormentaba a mi mismo, tachándome de inútil. Se que sonará extremista pero... Siempre he pensado así de mi mismo. Porque si no fuera por mi debilidad, podría ser un apoyo para mi hermana, podría ser un alumno ejemplar, un buen amigo. Pero lo único que hago es estorbar...

Y con ese tipo de pensamientos, me voy a dormir todos los días.

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Al día siguiente me desperté bastante temprano, contándo los minutos para poder irme de esta prisión llamada Hospital, estaba preocupado por lo que me dijo Kurokocchi ayer, dijo que le contaría a todos. No quiero que vengan.
Lo que menos quiero que hagan después de todo este tiempo es que me vean con lástima, no quiero su lástima.

Después de alrededor de una hora, llegó Kurokocchi, y lo que más temía. Todos los demás detrás de él. Oh, sorpresa, Aominecchi no está.

Una herida más a mi corazón.

Con las esperanzas aún más por los suelos, pero tratando de convencerse a mí mismo de que todo estaría bien, les sonreí a todos de la manera más falsa que lo había hecho en todos estos años. Recibiendo una mirada reprobatoria de Akashicchi.
Kurokocchi estaba discutiendo con Kagamicchi porque el último tenía cosas que hacer, cosa que me hizo sentir más como un estorbo, lastimándome un poco más.
Murasakibaracchi venía con Himuro, el primero como siempre comiendo dulces, y el segundo saludándome y preguntándome por mi salud, igual que Midorima y Takao, y yo les respondía amablemente, no me quedaba nada más que hacer.
Después de una media hora que transcurrió entre plática y bromas entre los demás, Aomine hizo su aparición, aunque no estaba ilusionado por su presencia, ya que sabía que si estaba retrasado en llegar aquí era porque algo estaba haciendo, no me gustaba que la gente dejara sus cosas por mí.
-Daiki, llegas tarde.- Lo recriminó Akashi señalando hacia su propio reloj con una cara de molestia, ya que el moreno siempre hacía lo mismo.
-Eh... Lo siento, supongo. Mi novia me dificultó las cosas, no pude llegar antes.- Dijo perezosamente el peliazulado.

¿Había escuchado bien?

¿Novia?

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BUENO, hasta aquí el capítulo... Perdón si está muy corto, y perdón por la tardanza de meses, pero tuve bastantes problemas en ese tiempo y no tuve la oportunidad de actualizar, y aparte... Juro... Que me olvidé... De mi propia historia... Lo sé, soy una decepción de ser humano OTL
Pero al menos trataré de actualizar semanalmente esta vez, no quiero que esto pase de nuevo qwq
Gracias a más personas que lean esta historia, y espero que les guste, lo sé... Habrá mucho drama... Pero, terminara feliz... Creo... Si es que no quiero hacer sufrir a las personas y hacerme sufrir a mi misma porque son mi pareja favorita :')
¡Hasta la próxima! ❤

I've got feelings for you. (AoKise)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora