Capítulo 3.

174 24 5
                                    

¿Acaso había escuchado bien?

¿Novia?

Esa fue la tercera puñalada a mi corazón en menos de una hora.
Me sentía... Como basura.
Traté lo más que pude para retener las lágrimas y la sonrisa amarga que ahora se mostraba en mi rostro, a pesar de mis esfuerzos, una de ellas escapó, rodando lentamente por mi mejilla, y aunque la sequé lo más rápido que pude, Kuroko pudo ver ese exacto momento.

Triple mierda.

Interrumpiendo la plática y ántes de que Kuroko se acercara a mi, dije;
-Chicos, lo siento mucho pero...-Me odié más por el hecho de que mi voz se escuchó entrecortada, aclaré la garganta y seguí hablando- Me estoy sintiendo muy mal, y quisiera descansar un poco más, no es por correrlos, pero... ¿Podrían venir otro día?, lo siento mucho de nuevo, sé que tomaron de su tiempo para venir aquí y no debería hacer esto.- Pero yo sabía que no habría otro día.
De ahí todos accedieron a retirarse, Himuro, Takao, Midorima y Kuroko asintieron, deseándome que me mejorara. Mientras que Murasakibara hacía una mueca como un berrinche mientras se quejaba. Y Aomine... Pues él... Dijo que había sido un desperdicio de su tiempo.
Traté de ignorar el comentario, pero no pude, y una vez que me aseguré que todos se habían ido, comencé a llorar, tratando de desahogar todo, sacar todo.
Pero nunca sería suficiente con llorar.

---------------------------------

Iba pasando de casualidad por los pasillos de las áreas deportivas de Teiko, pensando en qué podría hacer, ya había probado de todo tipo de clubs y simplemente dominaba la actividad respectiva de manera rápida y limpia, no había uno que me presentara un reto.

Un golpe en la parte trasera de mi cabeza me sacó de mis pensamientos, de paso asustándome, a lo que enseguida volteé y vi a esa persona que cambiaría mi vida.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Desperté enseguida.
¿Que había sido ese sueño?
¿Por qué justo ahora?
En ese momento, estaba a punto de llorar de nuevo, pero la llegada del doctor detuvo mis intenciones diciendo que debía cuidarme bien, comer bien, bla bla.
Después de 10 minutos de recomendaciones del doctor, me dieron de alta, dejándome ir por mi cuenta.
Pero... No quería regresar a casa.
Si regresaba, solamente me esperaría un regaño y un castigo, por seguro, yo sabía como era mi hermana.
Con los ánimos por los suelos, caminé, supuestamente hacia mi hogar, pero por no estar pendiente de hacia donde caminaba terminé llegando a un parque, el cual se me hacía muy conocido, realmente no estaba muy lejos de mi casa, por lo que supongo que no ando tan perdido. Seguí caminando, retomando la dirección hacia mi hogar, cuando unos rebotes y una cancha de basquet me detuvieron.

El destino quiere joderme, tal vez.

Me detuve en seco, volteando lentamente hacia el lugar que producía ese sonido, viendo a la persona responsable, y no era nada más ni nada menos que Aomine, Aomine Daiki.
Me quedé quieto, mirando hacia la nada por unos 15 segundos, en los cuales le fueron suficientes a Aomine para darse cuenta de que estaba ahí.
-Eh... Kise, ¿qué haces por aquí?, ¿no estabas en el Hospital?

Traté de calmarme.

-S-si... Aominecchi, me dieron de alta hoy mismo. Solo estaba dando un pequeño paseo, si me disculpas tengo que ir a mi casa, nos vemos. -Me despedí nerviosamente, pero su voz nuevamente interrumpió mi acción.
- ¿No quieres jugar un OnevsOne?, ha pasado un tiempo y no tengo nada que hacer.
-Ah, lo siento Aominecchi pero no puedo. -Nuevamente intenté alejarme pero él fue más rápido y me sostuvo de la muñeca, deteniendo mis fallidos pasos.
- ¿Por qué no quieres?, nunca me has rechazado uno... O será que... ¿Solamente por haber estado en el Hospital no quieres "lastimarte" más, "modelito"? - Dijo con un tono burlesco, que hizo que me enojara.
Con todo mi enojo, le di un puñetazo en el rostro.
-Eres un imbécil, Aomine.- solté, al borde de las lágrimas y corrí hacia mi casa, sin poder seguir aguantando aquellas gotas saladas, dejándolas bajar por mi rostro y soltando lastimeros quejidos.
No me importó quedarme sin aire.
No me importaron las miradas de la gente.
No me importaba nada.
Con lo ánimos por debajo del subsuelo, si, del subsuelo, llegué a la entrada de mi hogar, recargándome en la puerta y deslizándome en esta hasta llegar al piso. De esa manera pude apreciar que ya había anochecido, el regaño que me esperaba iba a ser aún peor, pero... Ya estaba cansado.
Escuché la puerta abrirse, dejándome caer de lleno al frío suelo.
La cara sorprendida de mi hermana no se hizo esperar, agachándose y sosteniéndome entre sus brazos, mientras yo sentía mi hombro humedecerse.
Ah... Mi hermana estaba llorando... Hacer sufrir a los demás es lo único que hago bien.
Después de 2 minutos estando estático, la abracé de vuelta, llorando con ella, tratando de transmitirle lo mucho que lo sentía, por haber sido un hermano así... Por no poderla ayudar... Por no poder dar lo mejor de mi.
A eso, le sumamos el retorno de mi dolor de tobillo, por la carrera que hice del parque hasta acá.

Me sentía asfixiado.

-------------------------
OK OK OK UMM...
No sé que decir, solo me queda aclarar que a Kise le queda sufrimiento por delante :D
No me maten pls
L@s dejo lanzarme tomates :D
*se esconde*
Bueno, espero poder actualizar pronto, chau chau.

POR CIERTO, GRACIAS A LAS LEÍDAS Y LAS PERSONAS QUE VOTARON POR ESTA HISTORIA, LOS AMO A TODOS ;U;

I've got feelings for you. (AoKise)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora