Luz en el cielo

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En lo oscuro de la noche, con un cielo sin estrellas y totalmente negro, en una casa rodeada de edificios y ruidos de vehículos casi las 24 horas del día; una mujer común y corriente, ni bella ni fea, ni talentosa ni impotente, una mujer completamente igual a cualquier otra (en este mundo al menos), dio a luz a una niña de la que provenía una enorme luz radiante y calurosa.

La niña sonreía y por un momento su madre sonrió. Una mujer que desde hace muchos años no sonreía y no mostraba alegría alguna por nada ni nadie, le sonrió a su primera hija e imaginó lo que ella podría hacer en el futuro, imaginó que su mundo sombrío se volvía radiante y amoroso, y que su pequeña sería la causa de ese enorme cambio.

La mujer se asomó con su hija por la ventana y vieron una estrella fugas, la primera en décadas desde que el mundo se estancó en la oscuridad.
Esa estrella le dio la imaginación y valentía necesarias para darle un nombre hermoso y único a su hija.

Esa noche la mujer y su hija durmieron juntas. La pequeña se durmió en seguida y la madre la siguió después de decir "Serás la luz que ilumine este mundo, Seira, mi pequeña guerrera".

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