Día 1.

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DÍA 1: HOLDING HANDS.
Tomándose de las manos.

...

Día: 05/03/2017.

No podía con tanta presión.

Observaba alrededor y lo único en lo que podía fijarse en su totalidad, eran las miradas entrometidas y desdeñosas de los compañeros de su clase. Por lo que enterrar su vista en el sucio suelo del pasillo era suficiente para calmar su desesperación.

"Está bien, Dib. Solo...respira y..."

— ¡PARECE QUE DIB Y EL CHICO VERDE SON NOVIOS!

"NO, NO, NO PUEDO. NO PUEDO. NO PUEDO. NO PUEDO"

Después de aquel grito hecho por una no tan agradable niña, todos los que atendían la curiosa escena echaron a soltar carcajadas demasiado sonoras, como para ser soportadas por el azabache. Para ser sincero, no era la primera vez que un grupo hacía mofa de él. Pero sí que era algo nuevo por el motivo de la burla.

Y por ello, no podía hacer más que mirar de un lado hacia otro, siendo sofocado por la cruel broma de sus compañeros. Lo más increíble era que tenía que fijarse en varias direcciones más, notando las diferentes expresiones que tenían. Oh, había enloquecido.

—¡Estúpidos e inferiores humanos! —Oh, gracias a todo el espacio exterior que Zim había hablado, o si no Dib terminaría gri- Espera. ¿Zim había hablado? ¿ZIM IBA A OPINAR? Esto no iba a terminar nada bien...— ¡¡USTEDES NO SABEN NADA DE LA VIDA DEL APESTOSO HUMANO Y DE GRAN ZIM!! ¡¡NO LES INCUMBE QUE ESTÉMOS TOMADOS DE LA MANO!!

Y Dib solo cerró sus ojos, deseando que fuera el fin del mundo o algo. O que la tierra se abra en dos y él caiga, así ya no tendría que seguir pasando por esta vergüenza...

Porque sí... Dib estaba sujetando la mano de Zim: su peor enemigo.

Bueno, no lo era del todo.

Hacía unos días ambos habían confesado sus sentimientos uno del otro y...establecido, además, una tregua temporal. Todo marchaba bien, Zim por su parte estaba satisfecho de que el humano haya sucumbido ante "su encanto" y Dib solo se encontraba muy alegre de estar en una especie de relación con el irken.

Por si se preguntaban, nunca habían dado un beso, mucho menos mostrado una muestra de afecto. Eso aún era raro para los dos chicos.

Más que un romance, parecía una amistad. Y hasta ahora lo máximo a lo que pudieron llegar fue un roce de manos, algo demasiado simple; pero para la edad que tenían, algo complicado de lograr sin morir de vergüenza en el intento.

— ¡ASÍ QUE DÉJENNOS EN PAZ DE UNA VEZ!

Zim haló su mano, provocando que Dib tropezara ligeramente y se reincorporara al instante: Su novio había girado y retornado por el pasillo donde había venido, literalmente estaba en una especie de rabieta interna.

De fondo, resonaban las carcajadas de los chicos; en especial de cierta rubia con una peli-morada.

—¡UUUGH! ¡ESTÚPIDA CABEZA DE ERIZO! -Vociferaba Zim a la par que apretujaba sin piedad la mano de su acompañante, claro que él no se dio cuenta del efecto que causaba en el humano-. ¡TODOS SON TAN ASQUEROSAMENTE MOLESTOS! ¡CUANDO ZIM GOBIERNE LA TIERRA NO TENDRÁ PIEDAD CON TODOS LOS APESTOSOS HUMANOS DE ESTA ASQUEROSA BOLA DE LODO!

— P-pero Zim, yo soy un humano.

Fue cuando el aludido se dio cuenta de la presencia de Dib. Dirigió su mirada hacia él; Membrana notó que Zim en serio estaba enojado.

— ¡TÚ ERES DIFERENTE A ELLOS! ¿¡OÍSTE, DIB!? —Soltó la mano contraria de forma abrupta y con tal fuerza, que el azabache solo atinó a mirar asustado al alien, aunque bueno... No se podía quejar, ya conocía su temperamento—. ¡TÚ GOBERNARÁS LA TIERRA CONMIGO! ¡Y NADIE PODRÁ ATREVERSE A BURLARSE DE TI A MENOS QUE SEA EL GRAN ZIM, POR SUPUESTO!

— Eh, claro.

Se alejaron del tumulto de personas para permanecer callados por un tiempo. Dib, por su parte, solo observaba disimulado las diferentes expresiones que el extraterrestre podía hacer en cuestión de segundos, por un momento se preguntó qué era lo que pasaba por su mente. Zim estaba con una expresión enojada, luego se encontraba relajado y en dos segundos su ceño se fruncía nuevamente, Dib no podía creer qué tan voluble podía llegar a ser su novio. Le llegaba hasta a preocupar.

Mhm, Zim...

Sus ojos escarlatas se enfocaron en las avellanas; el clásico atisbo de enojo que solía tener Zim no podía faltar en su rostro.

— ¿Qué?

— ¿Estás bien?

Zim lo miró como si fuese un bicho raro.

Ya estaba acostumbrado.

—¿Qué te hace pensar eso?

—Bueno..., tu mirada simplemente. Algo pasa.

—¡Pues estás equivocado! ¡Zim está perfecto!

Evidentemente no lo estaba, pero Dib no insistiría más en eso y seguiría caminando normal al lado del alien. ¡Claro que estaba preocupado por él! ¿Qué clase de novio sería si no? Aun así, él sabía que, si seguía persistiendo, Zim se encolerizaría más de la cuenta. Así que lo dejó hasta ahí.

Inconscientemente, Dib había tomado su mano, y Zim entrelazó sus dedos, sin mencionar algo al respecto. 

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Eeeh, qué tal.
No sé si alguien lea esto, pero bueno, iniciaré el 30 días con ZaDr qwq Y por lo visto comenzamos mal: esto es muy corto y feo Pero espero que les haya gustado :'V (?)

¡Treinta días de ZaDr! | 30 days OTP challenge.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora