Al salir veo al policía de espaldas, lleva el traje de policía que lo hace parecer dominante e intimidante, su altura tampoco es que ayude mucho.
-¿Vamos?- dice al darse cuenta de nuestra presencia.
-Sí, claro- dice mi amiga coqueta- síguenos- camina hacia su coche y yo la sigo bajo la atenta mirada del hombre.
-Deja de hacer eso Gal- digo poniéndome el cinturón.
-¿Hacer el qué?- sonríe más y arranca.
-Ya sabes de qué te estoy hablando.
-¡Vamos! es divertido verle la cara inescrutable, parece un hombre hecho de piedra.
-¿Lo conoces?- pregunto curiosa.
-Bueno... a veces lo veía en alguna reunión con papá, siempre me miraba mal al interrumpirlos en alguna reunión de esas aburridas.- dice y vuelve a reír.
-Estás loca- me quedo mirando por la ventana, cada vez más cerca- Me estoy mareando.
-Él no está en casa Alis, su padre lo ha sacado de allí, no quiere que la prensa se entere de todo esto.
-Espero que sea cierto y que los medios de comunicación no se me acerquen.- entrelazo mis dedos sobre mi regazo para que dejen de temblar.
-No lo harán, no saben quién eres y por ahora solo hay rumores.
-Ha sido lo único bueno que ha hecho, ocultarme de su verdadera vida, ocultarme su vida.- apaga el motor y pone su mano sobre las mías.
-Ha hecho bien, no te merece y ahora vamos a recoger tus cosas y empezaremos una nueva vida.- sonríe con ternura y por unos instantes le creo.
-¿Empezaremos?- la miro frunciendo el ceño.
-¿No creerás que te desharás de mí verdad?
-No quiero hacerlo- digo con sinceridad.
-Está bien, parece que ese poli está impaciente, salgamos ya- miro por el espejo y lo veo con los brazos cruzados y mirando el coche detenidamente como si lo intentara memorizar.
Al salir mis piernas tiemblan y un montón de recuerdos llegan a mi mente aglopándose en mi cabeza.
Me cojo del hombro de mi amiga y empezamos a caminar en dirección al señor Daniels.
-Entraremos, puedes esperar aquí.- dice pasando por su lado.
-Estaré esperando aquí, cualquier cosa me avisan.- su voz me hace estremecer de una manera poco agradable.
Respiro una y otra vez y espero a que mi corazón deje de latir tan rápido y abro la puerta.
Lo primero que veo es la mesita en el suelo, entro despacio al comedor y todo está destrozado, la tele, los jarrones, cuadros, macetas, sillas, parece que hubiera pasado un huracán, no me puedo imaginar su ira para que hubiera hecho todo esto, y es que seguramente no me encontró para desahogarse.
Trago saliva y entro al dormitorio pasando sobre la mitad de una silla.
Me llevo la mano a la boca jadeando por cómo ha quedado la habitación.
-¡Dios mío! ¡El neardental está loco!- grita mi amiga y me sobresalto.
No quedaba nada y cuando digo nada, es nada. No se podía distinguir qué era qué.
¿Cuánto hubiera tardado en acabar conmigo?-¡¡Hijo de puta!!- oigo gritar a mi amiga y salgo asustada hacia mi antiguo despacho.
-¿Qué pa...- me quedo viendo la pared y siento un escalofrío pasar desde mis hombros hasta la parte inferior de mi espalda.
ESTÁS LEYENDO
LETAL © (PAUSADA TEMPORALMENTE)
عاطفيةElla, su ascenso. Él, su salvavidas. Ella, lo necesita. Él, la necesita. Allisson, una joven de 25 años, es maltratada, dañada y atormentada por su novio. Cansada y sin muchas salidas decide acabar con todo su sufrimiento y parar el rumbo de esa loc...