Lynn y Castiel...ellos eran compañeros de primaria pero por motivos de trabajo los padres de Lynn se mudaron y claro que ella con ellos el único recuerdo que les queda de ambos es un collar y una promesa....una promesa que nunca se olvida....o eso p...
Ya han pasado mas de nueve años... Más de nueve años, desde la última vez que te vi, Castiel... ¿Te acordaras de mi?, ¿Te acordarás de nuestra promesa?, ¿Aún tendrás el collar? Pero sobretodo... ¿tendrás los... mismos sentimientos?
A penas teníamos siete años cuando nos conocimos... cuando mi mundo cambio por completo...
L: ¿¡Por qué tengo que ir!? ¡¡Yo quiero estar con Viktor!!
M: Ya lo sabemos, cariño. Pero ya sabes como son las cosas... Ahora vete a cambiar, partimos en tres horas.
L: ¡¡Ash!!- Me había ido a mi cuarto dando un portazo a causa de mi enojo. Yo no quería ir a esa escuela, ¡¡Yo quería quedarme con Viktor!! Yo debía estar con él.
Después de empacar lo faltante, nos fuimos de mi ciudad, días después me llevaron al que sería un nuevo colegio, donde no conocía a nadie. Al llegar, como era la única nueva, tuve que presentarme frente a todos.
L: Me llamo Lynn, me gusta la música y... es todo...
Maestra: ¿Segura no quieres agregar nada más?
L: ¡No, ya déjeme tranquila!
Maestra: Vaya, al parecer tenemos una pequeña rebelde en el saón...- Varios de los niños que estaban ahí comenzaron a reír, a lo que yo simplemente me puse un tanto roja y volví a contestarle a la maestra.
L: ¡¡Sus cosas no me hacen nada, ahora me voy a sentar!!
Yo quizá era un poco más madura para la edad que tenía debido a los abusos de otros niños en preescolar... Luego de un rato llegó el receso y yo me fui detrás de los salones para estar sola, pero al parecer no fui muy lista.
¿?: ¿Qué haces aquí?, ¡Este es mi sitio!
L: Yo no veo ninguna seña donde este escrito tu nombre, además me voy muy pronto de la ciudad.
¿?: ¿Entonces por qué veniste? ¡Nadie va a venir por ti!
L: ¡Viktor vendrá por mi! Él es mi amigo... él... jamás me abandonaría...
¿?: Quitate esas ilusiones de princesa.
L: J-justo así me llamaba, yo... ¡¡lo extraño mucho!!- En ese momento las primeras lagrimas corrian por mis mejillas, extrañaba muchísimo a Viktor y era una niña muy vulnerable, realmente dolía mucho que me dijeran esas palabras.
¿?: ¡¡N-no vayas a llorar!!, ¡¡Vas a llamar la atención de los profesores!!
L: ¡¡No me importa!! ¡¡Yo quiero que Viktor este aquí!! Además... no conozco a nadie...
C: Pues ahora si... Soy Castiel.
L: Y-yo Lynn.
Desde ese día, se volvió una amistad especial. Fuimos grandes amigos. Ese niño de cabellos negros era una gran compañía para mi... siempre la fue. Un día antes de mi cumpleaños, me declaro sus sentimientos... yo pensaba que solo me veía como una amiga... no que mis sentimientos fueran correspondidos.
C: ¿Lynn?
L: Hola, Cassy.
C: ¿Podemos hablar... en aquel lugar?
L: ¡Si, vamos!- Cuando llegamos, Castiel estaba demasiado rojo, yo solo lo miré con aire pensativo.
L: ¿De qué me querías hablar?
C: Eh... Lynn... ¡T-ten!
L: ¡¿Cassy!? ¡¿A dónde vas!?- En ese instante miré mis manos, había una carta. Sin más, la abrí. Ahí decía que le gustaba mucho, pero estaba hecha a tinta, sin embargo, aún así podía recibir sus sentimientos a través de ahí.- Cassy... Tengo que buscarlo.- En ese instante, corrí en busca de Castiel, hasta que lo encontré en una de las bancas, estaba solo. Parecía pensar.
C: Lynn...
L: Cassy...- Abracé a Castiel con muchísima fuerza, esperando que recibiera mis sentimientos por aquel calor.- Aún somos pequeños.
C: Ya sé... no es una propuesta para ahora.
L: ¿Eh?
C: Cuando seamos grandes... ¿saldrías conmigo?
L: ¡¡¡Siii!!!
En ese entonces... nosotros dos soñábamos con un futuro hermoso... pero nunca contamos con que la vida nos fuera a dar una bofetada así... El día de mi cumpleaños, Castiel fue el último en irse y mis padres... me tenían una sorpresa demasiado inesperada.
P: Lynn, te tenemos una sorpresa.
L: ¡¡Yeiii!! ¿¡Qué es!?
M: ¡¡Nos iremos de la ciudad en dos días!!, ¡¡Volveremos con Viktor!!
L: ¡¿Q-que!?
P: ¿Qué?. ¿No te gustó la sorpresa?
L: Pero... ustedes... ¿Cómo...?
M: Es por lo que ya sabes, Lynn. Nos iremos pero podrás volver a ver a Viktor.
L: Pero yo no me quiero ir... ¡¡Castiel y yo seremos pareja cuando seamos grandes!!, ¡¡Quiero quedarme con él!!
P: El tema esta hecho, nos iremos en dos días. Así que ve empacando.
L: *Sniff* *Sniff* ¡¡Yo me quiero quedar con Cassy!!- Explote frente a mis padres y me fui de inmediato de ahí hacia mi habitación. Al día siguiente, Castiel vino a jugar de nuevo a mi casa, y ahí fue cuando le di la noticia.
C: ¿C-cómo?, ¿Te v-vas?
L: Si... ¡¡No quiero, Castiel!!, ¡¡Me quiero quedar contigo!!- Castiel y yo nos abrazamos, llorando.
C: E-escucha, aún tengo un regalo para ti.- Castiel se separó de mi y sacó una cajita con un forro plateado y la abrió, mostrando un collar compartido, las letras C y L en unos corazones.- Volteate que te pongo el tuyo.- Hice caso y me voltee, sentí como me ponía el collar con la letra C y él la L.
En ese entonces, no me había dado cuenta qué significaba eso... Pero luego, sí... al final, él tenía mi corazón, y yo el suyo...
Al pasar el tiempo, mis padres y yo volvimos a cambiarnos de ciudad... pero había una buena parte... volvimos a la ciudad donde había conocido a Castiel.
Al terminar de acomodar mis cajas de mudanza, las eche a un lado y me puse el collar en el cuello de vuelta.
M: Lynn, sé que es duro cambiarse cada tiempo de Instituto, pero...- Las palabras de mi madre fueron quitadas por las mías.
L: ¿Realmente lo sabes, mamá?, ¿Sabes lo que es encariñarte con las personas por un mes o dos y luego tener que alejarte de ellas porque a los jefes de tus padres se les antoja que sus empleados debían de cambiar de oficina o planta?- Mi madre se quedó callada ante la frialdad de mis palabras.- Si, eso pensé. De todas formas, nos iremos en unos meses, ¿no?- Como mi madre seguía callada, no tuve más que seguir hablando.- Si, eso pensé.
M: Descansa...- Mamá cerró la puerta y yo voltee a ver una foto que estaba en mi comoda.
L: ¿Te encontraré?
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