Me levante gracias al estúpido despertador que sonaba.
Me duche y me puse mi uniforme del instituto, me puse un suéter para tapar las cortadas que tenía en mis muñecas.
Ya llevaba una semana haciéndolo. No le hablaba a mi mamá, ella intentaba hablarme pero lo único que conseguía era ser ignorada.
Llegue al instituto, llegaba 10 minutos tarde.
Fui rápido a mi casillero y saque los libros que necesitaría, justo ahora me tocaba literatura y no iba muy bien en esa materia.
Fui a mi salón correspondiente y cuando llegue todos los alumnos posaron su mirada en mí. Era de esperarse.
-¿Puedo pasar? –Pregunte al profesor.
- Señorita ___ la estábamos esperando –Dijo sarcástico el profesor.
Se escucharon risas provenientes de dicho salón. No sé si el profesor intentaba dejarme en ridículo frente a todo el salón, pero si era así lo hacía muy bien.
Entre al salón después de esperar un “adelante” de parte de él. Me senté hasta el frente ya que era el único lugar vacio. El profesor siguió con su clase, no puse ni un mínimo de atención a todo lo que explicaba.
-¿Entendieron? –Pregunto el profesor
- ¡Siiiii! –Dijeron todos, menos yo.
- ¿Entendió ___? –pregunto el profesor, ahora me lo pregunto a mí.
- Sí, bueno… Eso creo –Dije dudosa.
>>No entendí nada profesor, ni siquiera preste atención a su aburrida clase<<
- ¿Te llamas __, no? ¿O también eso crees? –Pregunto.
Me estaba matando, solo esperaba escuchar risas provenientes de los demás chicos.
- Eso creo –Respondí.
Claro y todos comenzaron a reír y el profesor me fulmino. Por suerte tocaron para la siguiente hora, gran alivio.
Iba caminando por los pasillos para llegar a mi segunda clase los recuerdos de mi mamá engañando a mi padre se hicieron presentes formando una tormenta de tristeza en mí, hasta que me tope con Ashley; supuesta mejor amiga.
-¡___! –Me saludo con un beso en la mejilla a lo que correspondí.
- Ashley, hola –Sonreí sin ganas.
- ¿Adivina qué? –Dijo emocionada.
- No sé ¿qué? –Alce una ceja
- Se suponía que adivinarías, pero ok. ¡Ruben me pidió que saliéramos! –Dijo casi gritando.
Se le miraba emocionada, pero ¿yo? Yo me sentía una poca cosa. Ashley era muy hermosa, cuerpo perfecto y toda ella. Rubius, era el chico que me gustaba >>me sigue gustando<< pero claramente estaba que él no se fijaría en mi nunca. Sentía unas ganas inmensas de llorar, pero no ahora, no podía llorar frente a Ashley.
-Oye, si te sientes mal y no quieres que salga con él, no lo haré –Dijo en cuanto no vio ninguna expresión emocionante en mi rostro.
Pero no le iba a decir “No salgas con él, aun me gusta” ella sabía que Ruben me gustaba pero al parecer para ella, ya eso había quedado en el olvido. No soy de ese tipo de chicas que tiene a muchos chicos enamorados de ella. No soy ese tipo de chica que se siente bien consigo misma.
-No me siento mal, claro sal con él –Sonreí falsamente.- Debo ir a mi clase, llego tarde –Excusa perfecta para salir de ahí.
Camine rápido, pero ya no tenia ánimos de entrar a clases, me sentía mal.
Fui directo al baño y me encerré en él para luego tirarme en el suelo y ponerme a llorar.
Saque una tijera que contenía en mi bolso y comencé a pasarla por mi muñeca con ya cortes ahí. Ardía, pero como siempre decía “se siente bien”.
Lave mis muñecas y mi cara. Todo estará bien; me dije a mi misma.
Tape mis marcas con mi suéter y salí del baño.