Me amaba tanto,
Sus lunas eran mías exclusivas.
En su piel tenía la huella de mis quimeras
hechas travesuras.
Sus labios tenían mi nombre
Y en sus besos mi apellido.
En su corazón radicaba mi existencia entera,
No había nadie que traspasará la berrera
de su amor por mí.
Cada gemido terminaba en algún grito
arañando las sabanas.
Puse una venda en sus ojos,
Su mirada solo se sincronizaba con la mía.
Me amaba tanto,
Qué empecé a matar al príncipe de nuestro cuento
Y en el villano me convertía.
Me dediqué a ignorar las pequeñas cosas
Y esa sonrisa que un día le pinté a besos
Hoy se convertía en una lágrima de corazón.
Mis caricias empezaron a convertirse en una obligación,
El beso de las buenas noches se mudó a la frente,
cuando de su boca hacia su residencia permanente.
En la cena ya no había velitas que dieran candela
Nuestro amor estaba agonizando
Y un par de cirios empezaban a mudarse a nuestra casa.
Me amaba tanto,
Qué empecé a descuidar el momento cuando frente a mi
ella se convertía en fantasma.
Nunca vi las señales que nuestro barco se hundía
Estaba tan confiado que a ojos cerrados
juraba que ella siempre me seguiría los pasos.
Me amaba tanto,
Qué así como me dio su corazón
Así se lo llevo dejándome solo con mi arrepentimiento.
