Quise haberlos complacido y por no haberlo hecho: lo siento.
No hacia otra cosa de niño, que quererme ganar su aprobación, para hacerme así, merecedor de su amor...
Nunca mi diálogo interno ha dejado de seguir haciendo lo mismo y hoy por mi, también lo siento; siento haber sido, nada más que un perdedor, nada más que un fracasado que nunca pudo triunfar, lo siento.
Me duele el alma, lo juro, y seria diferente, si lo
Pudiera ser, pero no puedo.
Mi corazón es sensible y se preocupa solo de las cosas que tienen valor, por lo menos para el; el, no entiende de triunfar sobre su hermano, de tener para ser y de fingir, para valer.
Lo siento.
Con el dolor de una vida les pido perdón por mi pasado y mi futuro, tan llenos ambos de fracaso y de ilusiones muertas, quizás de vidas traicionadas, quizás las propias, quizás no...
Lo siento.
