01. sky

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Jinyoung se encontraba mirando por la ventana de su habitación las pocas estrellas que se vislumbraban en el cielo de Seúl a causa de la contaminación, de nuevo se encontraba fantaseando como un romántico empedernido, de nuevo suspiraba por tal vez alguien que nunca estaría a su lado, pero siempre sus sueños le daban un color esperanza a su vida, que se volvía real cada vez que lo veía a él, cada vez que veía su delgada figura y su blanca y delicada sonrisa, la forma de comportarse tan especial que tenía con él y la manera en la que hablaba cundo algo realmente le interesaba, ni hablar de su risa, fue hecha por los dioses para que día a día enmelaran sus oídos, Jinyoung estaba seguro de aquello.Tal vez el café y el cielo, lo hipnotizaron por completo tanto que el chico no se dio cuenta cuando Mark llegó a su casa en su motocicleta anticuada pero sin dejar de tener el sencillo estilo que el chico, rubio en ese entonces tenía.

―¿Que miras, Jinyoungie?

Esas palabras lograron hacerlo volver a si mismo, esas palabras fueron suficientes para alegrar su día, esas palabras en esa fría noche fueron suficientes para que su corazón se acelerará y sus vellos se erizaran a causa del sonrojo que subía desde las puntas de sus pies.

―Tal vez la contaminación, tal vez a las personas que no se dan cuenta del apuro que llevan, tal vez los carros que andan desbocados a causa de su conductor que quiere comer algo rápido en su casa, o simplemente quiere ir al mismo bar de mala muerte, al que acude cada viernes, para tal vez olvidar a su mujer que lo dejo por infiel o porque consiguió una persona mucho mejor que él. - Dijo el menor, que solía hablar de más cuando estaba nervioso, esa vez no era la excepción, ni siquiera se dignaba a mirar al rubio que ya se había acomodado en la cama del contrario.

―Siempre serás mi poeta favorito.

―Lo que no sabes, es que esto lo provocas tu.―Pensó Jinyoung.

―¿Por qué no te sientas a mi lado?―Dijo Mark notando que el chico aun no le había volteado a mirar, las sabanas ya se encontraban un poco arrugadas por el "suave" tacto del mayor.―¿Te sientes bien, Jinyoung?

Jinyoung no respondió y simplemente se paró del reborde de la pared donde ya llevaba más de una hora sentado y le había provocado un serio dolor de trasero, y se sentó al lado de Mark ya como este le había pedido, no sin |antes besar sus labios y enredar las manos en el cabello del contario que en ningún momento puso resistencia, por el contrario, metió sus manos debajo de la camisa del menor que ya se había sentado en sus piernas, y bajó sus labios hasta el cuello del pelinegro, para luego susurrar:―Claro que lo sé, lo sé todo.

―Entonces debes saber que el sexo también es poesía, y es de mis favoritas, ¿no?

↪ hypnotized 「markjin ; jinmark」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora