↪ hypnotized 「markjin ; jinmark」

19. toxic essence

Eran solo las siete de la mañana, y Mark que estaba recostado en la pared blanca vacía, ya se encontraba con el segundo cigarrillo en la boca, el café pasaba amargo por su garganta, el halo de viento húmedo chocaba contra su torso desnudo y le causaba gracia ver la mueca que disimulaba una sonrisa que tenía su visitante.

―¿No crees que es muy temprano para que estés fumando?―Preguntó Jinyoung que estaba parado detrás de la puerta mientras repasaba la pequeña sala de aquel apartamento, para luego añadir:―Todo está más desordenado, la última vez que vine fue ayer, Mark.

―¿No crees que es muy temprano para estar en mi casa?―El americano sonrió.

―S-solo vine para que vayamos al colegio, me preocupo por ti, eso es todo,―respondió el menor como estrategia para defenderse, mientras se cruzaba de brazos y hacía unos pucheros apenas perceptibles.

―Pues hoy no quiero ir a estudiar,―se acercó a Jinyoung, soltando intencionalmente un poco de humo en su cara para luego invitarlo a sentarse en el único mueble gastado que tenía.―Yo preparo el desayuno para los dos, y tu me esperas.

―¿Sabes cocinar?―El pelinegro rió solo mientras el mayor solo ladeó su cabeza, intentado entender que era tan gracioso.

―No me he intoxicado aún, así que supongo que sé lo básico,―sonrió nuevamente.

―¿Por qué no vas a ir a estudiar?

La cara del otro chico se puso automáticamente seria, y solo levantó los hombros, para después irse a la cocina por el estrecho pasillo que también dirigía al baño y a la única habitación. Como por arte de magia, la imagen de la espalda desnuda del estadounidense mantuvo hipnotizado por unos minutos al menor que se dirigió también a la cocina para preguntar lo que ya sabía.

―¿Es por Jaebum?―Nuevamente se cruzó de brazos y se recostó en una de las paredes de la pequeña cocina, mirando fijamente al chico.

―Por esa misma razón no deberías estar aquí,―Mark se volteó y le dedicó una fría mirada al chico mientras soltaba la cacerola que sostenía caliente para luego encender otro cigarrillo;―así que, comes y no vuelves, por favor.

Jaebum, después de una buena paliza y unas cuantas pastillas de colores le había dejado claro a Mark que no quería volverlo a ver cerca de Jinyoung, nunca más.

―De verdad no me importa si es él quien te busca, si simplemente se encuentran en la calle, si la situación se da, eres una mala influencia para él, ¡Expendes mis drogas! ¿Crees que te voy a dejar acercar a él? Te mantendré vigilado, Tuan, y no me importa tener que matarte si es el caso, bastante jodida tienes la vida.―Le había dicho su jefe Im, después de haberlo dejado tendido en el suelo, debajo de un puente de las zonas bajas de Seúl.

―¿No crees que es demasiado estúpido llevar tu vida justo cómo él quiere que la lleves? Tienes senti...―Había dicho Jinyoung hasta que Mark lo interrumpió de un grito.

―¡Cállate! ¿Qué sabes tú de mi?―Mark se revolvió el cabello castaño pálido,―Te gustan los problemas, eso es todo, estas tan aburrido de tu vida que quieres acción ¿No?

―No precisamente, ―Jinyoung mantuvo la calma―tal vez aprendí a ver en ti lo que otros no, tal vez me encariñé demasiado con mi amigo.

―¿Amigo? Si fuera tu amigo me ayudarías largándote de aquí si sabes que me pueden matar,―Mark se cruzó de brazos y relamió sus quebrantados labios.

―¿Cuando vas a dejar de vivir así?

―Cuando muera,―el castaño desvió la mirada.

―¿No estás muerto ya?―El menor subió la voz, y soltó una risa sarcástica.