Sueños de un vampiro...

Capitulo 5. Estaba segura, de que ellos estaban intentando, evadirme.

Emma _ ¿Qué pasa Ashley? No dejas de mirar a Alan.

Ashley _ Ah, no lo creo, solo estoy mirando hacia adelante.

Emma _ Si claro. ¡Vamos Ashley! No sacas los ojos de ese chico.

Este escucho lo que hablaban y sonrío, pero esta vez sin mirar hacia atrás. Amy lo observo riendo.

Alan _ ¿Qué?

Amy _ ¡Admítelo! Te gusta Ashley.

Alan _ No, solo me parece, diferente.

Carol _ No dejas de escuchar lo que habla.

Amy _ Apuesto a que ni siquiera oíste lo que el profesor dijo.

Alan _ ¡Dejen de molestar!

El timbre sonó, la clase había terminado.

Alan, Alice, Amy, Casper y Carol quedaron hablando en el pasillo, al salir de clases.

Alice _ ¿Les han hecho algo?

Amy _ No, nada raro ha sucedido.

Alan agrego con fuerza en la voz. _ Es como si nada, hubiese sucedido.

Casper _ Eso es lo extraño, estoy seguro que cuando menos lo esperemos, algo malo va a pasar.

Carol _ Lo que más me llama la atención, es que ni siquiera nos hayan buscado.

Alice _ Tal vez no sepan dónde estamos.

Casper _ No lo sé, ciertamente. Quizás ellos están esperando algo, para atacarnos cuando menos lo esperemos.

De pronto se acercaron Emma y Ashley, esta última llevaba un par de libros de genética en la mano, y una especie de bolso sostenido en un costado.

Ashley _ Hola.

Emma _ ¿Qué están haciendo?

Algo extraño paso, cuando Ashley se acerco.

Amy sintió su aroma, el cual era bastante fuerte, y también como sus ojos estaban a punto de cambiar a rojo. La misma cubrió su boca por unos segundos intentando evitarlo, ya que sentía como sus colmillos habían aumentado de tamaño.

Hacía más de cinco días que no se alimentaba y aun le costaba acostumbrarse, al igual que a Casper.

Este ultimo quedo en silencio, y rápidamente coloco su mano sobre su boca, parecía que sus colmillos al sentir el aroma de Ashley, hubiesen salido hacia fuera, y que sus ojos hubiesen cambiado, queriéndola atacar. Aun así el mismo se contenía, al igual que a su respiración, pero no podría aguantar demasiado tiempo así, quedando otra vez en evidencia al esta acercarse, y ponerse junto a ellos.

Amy rápidamente se coloco al lado de Casper, como queriendo protegerlo de algo, aunque seria al revés, quería proteger a la joven. Alan sintió sus latidos, y otra vez sintió ganas de matarla, de beber su sangre, pero con gran fuerza logro contenerse largo tiempo.

Alice disimulando contesto_ Nada, solo hablábamos un poco.

Alan _ ¡Genética! Es aburrido.

Casper _ Lo es.

Dijo este conteniéndose, y sacándose lentamente la mano de la boca.

Emma lo miro y supuso que no podría aguantar más tiempo. Esta interrumpió la situación _ ¡Ashley! ¿Te parece si vamos con los chicos? Creo haber oído que estarían en el patio.

Ashley _ Si, claro. Vamos.

Alan _ Iremos mas tarde.

Ashley _ Esta bien, allí estaremos.

Casper respiro, y dijo.

Casper _ Jamás había sentido eso.

Alan _ Lo sé, es muy difícil estar cerca.

Alice _ Su aroma es algo diferente.

Amy _ ¡Vaya que lo es! Ninguno de los que están aquí se asemeja.

Carol _ Por suerte pudimos contenernos. Ella es muy distinta a los demás. Eso la hace ser extraña. Aun así creo que me afecta un poco menos que a ustedes.

Casper _ Te envidio, aunque seria delicioso probarla.

Alan cambio la cara de inmediato, su tono daba a entender que comenzaba a molestarse. _ ¿Cómo has dicho?

Por otro lado Emma y Ashley estaban en el patio. Antes de llegar a los chicos, esta última se dio cuenta de que había olvidado algo, deteniéndose.

_ ¿Qué pasa?

Pregunto Emma.

Esta otra respondió. _ Es que olvide preguntarle algo a Alice.

Alan y Casper, estaban en medio de una discusión, ambos lucían demasiado molestos.

Casper _ Que sería delicioso probar su sangre, sería muy difícil detenerse, dichoso el que pueda.

Alan _ Me parece que ya hemos tenido suficiente con tus problemas.

Casper enfadándose contesto con una pregunta. _ ¿A qué te refieres?

Alan _ A que ya mataste a uno de ellos, me parece que tienes problemas para un tiempo, y no solo tú, sino todos nosotros. Espero que ni siquiera se te ocurra tocarla.

Los ojos de Alan, cambiaron a rojo. En este momento llego Ashley, y este clavo su mirada en ella.

Amy nerviosa _ ¡Oh no!

La joven asombrada, respondió la mirada de este otro, y pronuncio su nombre. _ ¡Alan!

El había ignorado, que el enojarse cambiaba su aspecto.

Alan _ ¿Qué?

Ashley _ Tus ojos, de nuevo están diferentes.

Alan _ Me pasa siempre, ya te lo dije, es el reflejo.

Contesto este bastante nervioso y sin saber cómo justificarlo.

La joven bastante sorprendida recalco. _ Esta vez, son rojos, tus ojos son rojos.

El mismo miro hacia el suelo, y negándolo nuevamente respondió. _ Es el reflejo, las luces. No son rojos, tal vez parezcan, pero no lo son.

Ashley _ No hay ningún reflejo, ese es el problema.

Amy intentando detener la conversación los interrumpió y sonriendo irónicamente dijo. _ ¡Ashley! Debemos irnos.

Estos se fueron rápidamente por los pasillos, los cuales estaban vacíos.

Ashley los intento perseguir, pero al salir los mismos ya habían subido al auto, y se estaban yendo. Todos, excepto Alan, la miraron fijamente durante unos pocos segundos, y se fueron de inmediato del lugar, con gran prisa.

Ashley _ ¿Qué diablos fue eso?

Alice _ Seguramente lo que él te dijo, el reflejo de las luces.

Emma _ Eso es cierto, suele sucedernos.

Ashley _ ¿Sucedernos?

Emma _ Ah, sí. Sucedernos a todos, a veces por el clima y algunas luces, parece que nos cambian de color los ojos, pero no es así.

Ashley aun asombrada contesto _ Pero esta vez no eran negros, ni cafés. Eran rojos.

La joven miraba hacia la nada, en dirección hacia donde ellos se habían ido, y pensaba un tanto sorprendida _ Hay cosas que a veces para algunos son normales, y para otros no tienen explicación. Me pregunto si este es un momento de esos. Estaba segura que no era ninguna luz, ningún reflejo, y de que el resto había intentado evadirme mientras preguntaba y afirmaba, que él era diferente a todos los demás. Estoy segura de que esto no tiene explicación, pensé, cuando él se iba rápidamente caminando por los pasillos vacíos. Esta vez lo que sucedió, no la tiene, pero no dejare de buscarla, no por mí misma, porque él me dirá que es.

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