GESTOS

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Al final llegamos a la casa, en el camino hablamos un poco sobre diferentes temas y reímos un poco.
-ya llegue- grite al entrar a la casa - viene Adrián conmigo.
- hacia mucho que no venia a tu casa, ¿las cosas en tu habitación han cambiado?
- no mucho en realidad - caminamos hacia mi habitación, al parecer no había nadie en casa. Mi habitación siempre ha sido lo mismo desde que tengo memoria lo único que cambia son....
- vaya, si que ya tienes mas libros, que genial, el estante es muy grande.
- no es para tanto la mayoría son libros regalados o así - así era, mientras otras niñas tenían muñecas o pinturas yo tenia libros - aunque aun me falta leer dos - estaba a punto de decir los nombres cuando voltee a verlo y parecía como que los estaba buscando - son los últimos de la esquina inferior derecha - dije sin vacilar.
- y ¿ por que no los has leído? - los tenia en sus manos leyendo la sinopsis de los libros, a veces le prestó algún libro, claro siempre y cuando le llamen la atención, ya que si no no los lee.
- bueno, porque es una trilogía y los libros que tengo son el penúltimo y ultimo, me falta el primero.
- mmmmm.... Con que era eso
- bueno y que película quieres ver, creo que hay algunas en la otra habitación, pero si quieres podemos ir a rentar alguna.
- bueno, ¿que tal algo que comer primero? La verdad tengo mucha hambre
- lo siento, se me paso por completo, traeré un poco de agua por el momento y un poco de fruta, come eso hasta que acabe de cocinar.
- yo también te ayudó- se levanto, ya que estaba sentado en la cama.
- no te preocupes, yo me encargó - salí de la habitación y me puse en camino para llegar a la cocina.
De alguna forma estoy algo nerviosa, ¿sera por que yo también tengo hambre y quiero acabar de cocinar? Lo mas probable, pensé en lo que sacaba la fruta del refrigerador.
Era un poco de sandía, la parti en pedazos y serví un poco de agua en un vaso, me encamine de nuevo donde se encontraba Adrián y le di la fruta y agua.
- muchas gracias, pero ¿y tu? - se veía un poco preocupado.
- no pasa nada yo no tengo hambre - rugió mi estómago en ese momento, lo cual hizo que me sintiera avergonzada.
- jajajajaja - soltó una carcajada - si que tienes hambre, no te preocupes te daré fruta y ayudare a cocinar - con el pequeño tenedor tomo un trozo de sandía y lo acerco hacia mi - toma abre la boca - estaba sonriendo, se veia algo feliz, lo que pensé fue, "si que tenia hambre".
Abrí la boca dejando que el tenedor metiera el pedazo de sandía.
- mmmm... Esta muy dulce - la saboree demasiado y cuando abrí mis ojos el seguía sonríendo.
- eso siempre me ha gustado de ti, esas expresiones inesperadas cuando algo te gusta, eres realmente genial.
- claro que no.
¿hacia gestos así antes? Bueno de alguna manera le creo pues mi madre también lo ha dicho en ciertas ocasiones. Pero por algún motivo sentía la necesitas de negarlo.
- y no hago gestos raros - volvió a reír.
- muy bien, lo que usted diga señorita.
Bajamos para la cocina y empezamos a mirar que cocinar mientras comíamos sandía en el proceso.

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⏰ Última actualización: May 21, 2017 ⏰

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