Acostumbraba a no usar despertador porque rara vez se quedaba dormido, pero esta vez la gripe y el cansancio de la semana le habían hecho mella. Despertó de repente al escuchar a su madre entrar en la habitación, en un primer momento le costó entender donde estaba, había soñado algo que no logró recordar y la realidad se le apareció demasiado rápido.
Para no fallar a su rutina lo primero que hizo fué mirar el móvil esperando algún mensaje interesante y ponerse los cascos, miró la pantalla apático, tan sólo había unos cuantos mensajes de los grupos de Whatsapp con conversaciones que no le interesaban demasiado. Se preparó el desayuno con la nueva canción de Débler sonando en los cascos, sin poder evitar echar una carrerita alrededor de la mesa dejándose llevar por la potente melodía y la épica letra. Esta era una de sus pequeñas y curiosas manías cuando estaba a solas, moverse le ayudaba a liberarse del sueño y las canciones a empezar animado la mañana.
Barry era un chico de 23 años apasionado por el rock y el metal, los animales, la política, la lectura y el misterio. Un chico normal con unos gustos e intereses bastante peculiares en la actualidad. Tras una etapa complicada en los estudios unos años atrás, había decidido luchar contra su vagancia natural y ponerse las pilas, se había sacado el Bachillerato y un FP superior de Secretariado. Le habría encantado estudiar Ciencias Políticas o Psicología, pero para ello tendría que desplazarse de su ciudad y las residencias y carreras universitarias no están precisamente baratas . Había probado a empezar un FP Superior de Administración y Finanzas y la verdad es que le estaba sorprendiendo para bien, además había convalidado gran parte de las asignaturas y gozaba de bastante tiempo libre. Gran parte de su tiempo libre lo invertía en escuchar música, lo suyo rozaba la obsesión, y el resto en salir con sus amigos, leer o ver series y películas. Físicamente también era un chaval bastante normal, no era feo, pero tampoco era alguien que destacase por su aspecto físico, no era muy alto, pero se sentía bien con su 1,70 y su complexión era delgada y atlética.
Cogió el coche hacia el instituto, se sentía aliviado porque ya casi había acabado el trabajo que tenía que entregar y ya era viernes, por si fuera poco al día siguiente tocaban sus amigos Dave y Mike en un concurso de bandas locales, el fin de semana prometía y ya se empezaba a recuperar de la gripe. La mañana fué bien, sólo tenía clase a primera y a última hora y las horas intermedias las dedicó a acudir a su cita con el médico y a terminar el trabajo de Comunicación.
Después de comer se tumbó en la cama a descansar ya que quería recuperarse lo mejor posible para el sábado, durmió un poco y se puso a hablar por Whatsapp con su amiga Johanna . Últimamente era de las únicas personas con las que podía mantener una conversación que le llenase, y eso que la había conocido hacía relativamente poco y no solía abrirse fácilmente. Ambos compartían ideales políticos e interés por la literatura. Johanna estaba a punto de publicar un libro y había conseguido que Barry decidiera retomar el suyo, aunque debía empezar desde cero tras haberlo borrado en un momento de inseguridad consigo mismo de los más grandes que había tenido. Barry le sugirió quedar un día para visitar juntos el Salón del Libro, que estaba ese mes en su ciudad, y Johanna aceptó ilusionada. Barry empezó a darle vueltas a la cabeza sobre como actuaría al conocerla, ya que al principio era bastante tímido e inseguro, luego ya cogía confianza.
Después de cenar y ayudar a sus padres a sintonizar la nueva tele de la cocina se metió en cama, vió una película y se dispuso a descansar para el día siguiente, ilusionado por el minifestival que iba a ver y pensando en a cual de sus dos amigos votaría, ya que tocaban en dos grupos distintos.
Las noches las dedicaba a darle vueltas a todo, tardaba en dormirse porque su cabeza era un torbellino, además en esos momentos de reflexión era capaz de ir ordenando sus pensamientos, evaluar errores del pasado e intentar buscar soluciones o cambios de actitud, solía culparse de demasiadas cosas e intentar mejorar lo máximo posible como persona. Esto a veces le llevaba a pensamientos depresivos, a sentirse mal consigo mismo o con su forma de ser, demasiado impulsiva a veces,actuando con más corazón que cabeza. Por otra parte sabía que era una persona compleja, que no era fácil de entender de primeras y que podía caer mal hasta que decidía abrirse, cosa que hacía con muy poca gente. Esta complejidad le agradaba, se sentía orgulloso de plantearse cosas y pensamientos que gran parte de la gente no se cuestionaba, pero por otra parte sentía que había partes de su personalidad que ni él mismo lograba descifrar, y eso le inquietaba en cierto modo. Debido a esta complejidad odiaba que gente que no le conociese hiciese juicios erróneos sobre él, porque aunque su orgullo decía que todo le daba igual, la realidad era radicalmente distinta.
Esta vez se durmió a las 2 de la mañana, que para lo que estaba acostumbrado y teniendo en cuenta que no tenía que madrugar al día siguiente, era bastante temprano.
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Sobreviviendo entre acordes
Mystery / ThrillerBarry Taylor es un chico de 23 años fanático del rock. Sus ideales y su peculiar forma de ser siempre le han hecho un tanto diferente, raro según algunos, sin embargo su vida es la de cualquier chaval de su edad, centrado en formarse para encontrar...