Capítulo 16

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Samantha:
Ya había llegado el día que tanto estaba esperando, el día en el que mi padre vendría a verme y le pediré que me lleve a la casa de vuelta. Estaba nerviosa y muy ansiosa, tenía miedo que mi padre me dijera que no. ¿Será mejor que le diga toda la verdad? Suspiré profundo y sentí la puerta del dormitorio abrirse, era Megan.

- buenos días Sami ¿estás lista? -- la miré y le sonreí.

- creo que si.... aunque debo de admitir que estoy sumamente nerviosa -- se sentó en mi cama y me miró fijamente a los ojos.

- te pido de todo corazón que tomes fuerzas y le cuentes todo a tu padre -- me tomó de las manos -- lucha por tu amor con Edward, no hagas lo que yo hice, lucha por ser feliz con el hombre de tu vida, aunque tu padre diga que no, hazlo, sino estarás el resto de tu vida lamentándote.

Nos dimos un fuerte abrazo y en eso mi celular comenzó a sonar, era mi padre, ya estaba en el Internado.

- suerte Sami

- gracias Megan -- salí del dormitorio lo más rápido posible, llegué a la entrada principal del Internado y allí se encontraba mi padre, un hombre tan apuesto, tan elegante, mi primer amor (el padre es el primer amor de toda niña).

- pequeña! Me haces muchísima falta -- abrió sus brazos y me recibió con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.

- también me haces mucha falta papá -- nos fuimos del Internado, fuimos a una cafetería que quedaba cerca.

- y bien ¿cómo te va en las clases?

- me va muy bien papá... sólo que.... -- se quedó en silencio observando mi mirada, tratando de descifrar mis palabras -- quiero volver a la casa.

- ¿te hicieron algo malo?

- no papá... es que la verdad te extraño mucho, me hace falta mi cama, mis cosas....

- ¿Edward también te hace falta verdad? -- mis ojos se quedaron en blanco, mis labios comenzaron a titubear y mis manos comenzaron a sudar -- contéstame Sami.

- todos me hacen falta papá -- pude agarrar fuerzas para hablar y eso fue lo primero que me llegó a la mente -- ¿puedo volver?

- no sé Sami... sé que entre Edward y tú sucede algo... algo de lo que todos en la casa están enterados excepto yo.

- te diré todo lo que quieras saber -- suspiré profundo y baje la mirada.

- dime todo lo que tengo que saber -- se acomodó en la silla y se quedó observándome fijamente.

- sé que te hice una promesa.... te prometí que no me enamoraría de Edward, algo que no lo pude cumplir, estoy completamente enamorada de Edward al igual que él lo esta de mi, decidí alejarme porque me sentí mal al saber que te fallé, pero en el corazón uno no puede mandar, traté de luchar pero fue en vano, mi corazón pudo más que mi mente, quiero ser feliz con él, quiero formar una familia con Edward al igual que la formaste con mi madre y con Miriam.

- es imposible Samantha!! Son hermanastros, eso no se ve bien.

- eso es un título nada más que pone la sociedad, somos hermanastros pero no hermanos de sangre, ni siquiera es tu hijo, ahí serían dos cosas diferentes.

- es que no me puedes pedir una cosa así Samantha, por Dios! Eres mi única hija, eres mi princesa y siempre te he tratado como tal, te he consentido en todo lo que está en mis manos, pero esto si que no, no lo haré, no cumpliré tu capricho.

- no es ningún capricho papá!!! Me entregué a Edward -- sus ojos se pusieron en blanco y pude ver como su rostro cambió de sonrisa a rabia -- tuve sexo con Edward, incluso, quedé embarazada de él y perdí a ese bebé el día que intente quitarme la vida -- comenzaron a rodar por mis mejillas lágrimas saladas y amargas, al recordar ese triste momento, ese momento en el que me enteré que estaba embarazada de Edward y lo había perdido por intentar contra mi vida.

El Deseo Me GanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora