Capítulo 1: Un nuevo comienzo!
MACALLAN.
Hay momentos en la vida donde las cosas cambian, y nos guste o no esos cambios hay que aceptarlos y aprender a vivir con ellos. Los cambios una veces son mas drásticos y mas difíciles de asimilar que otras, pero yo pienso que siempre son necesarios. La vida en un minuto es una, y en otro es otra diferente.
Aprendí que hay que vivirla como se va poniendo cada día y afrontarla así tal cual, sin darle tantas vueltas. Nuestro tiempo aquí es corto y debemos aprovecharlo al cien por cien. Sí nos comemos la cabeza con todos los cambios que se presentan, entonces no aprovecharemos el rato que dios nos obsequia aquí en la tierra; y a la final no habrá valido la pena haber llegado aquí. La única manera de que nuestra existencia valga la pena es vivir plenamente; y para vivir plenamente solo hay que intentar ser felices, intentarlo contra todo pronóstico y bajo las circunstancias que se viva. Intentar ser felices sin lastimar a las personas que están a nuestro alrededor, porque eso sí, para ser feliz no tenemos que hacer infelices a los demás, no de manera intencional. No podemos evitar que alguien sufra por nosotros, pero si podemos intentar no hacerles tanto daño.
A las personas que uno ama, no se les engaña, ni se les traiciona. El amor debe ser un sentimiento puro que busque felicidad, y que no lastime a la persona amada. Ese terrible dolor, ese vacío que te deja ser traicionado es algo que no deseas que nadie sienta; y una vez lo experimentas no quieres volver a sentirlo, ni tampoco puedes pensar en que alguien mas lo sienta por tu culpa. Yo lo viví, y creo que puedo decir que no lo merecía; no merecía que jugaran así conmigo, con lo que sentía, ese día puedo calificarlo como el segundo peor de mi vida y no deseo ni volver a pasar por eso (aunque claro, eso no está del todo en mis manos), ni que alguien lo pasé por mi culpa.
Soy testigo fiel, de que nadie merece pasar por algo así, y sí todos sentimos el dolor que sentí, creo poder decir que una persona que pasa por alguna traición piensa parecido a mí. Nadie merece una cosa así, y mucho menos una persona que ama de verdad.
Con todo lo que he vivido, he aprendido grandes lecciones; aunque me faltan muchas mas por descubrir y poner en practica.
—Date prisa nena.—gritó mamá desde el salón— Se nos hace tarde.— Yo estaba terminando de hacer mi maleta de mano, y mientras lo hacia, estaba recapitulando todo lo que habia vivido en los últimos meses.
—Voy, estoy terminado con la maleta de mano. Dame cinco minutos y bajo.
—Esta bien, pero apresurate. Tu padre nos espera en el aeropuerto.
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algo me has dicho
Teen Fictionun intento de novela creado por mi. espero que les guste. es lo primero que me atrevo a escrbir