Se sorprendió cuando, esa noche, su hijastra acudió a él y no a su madre. La pequeña de cinco años apenas y había podido tolerarlo durante los meses en los que compartieron un solo hogar.
—¿Qué sucede? ¿Monstruos en tu clóset? —preguntó él, sarcástico.
Ella asintió.
—El Señor Huesos no me deja dormir.
—¿Señor Huesos? Qué chistoso. El nombre de mi monstruo cuando yo tenía más o menos tu edad era Señor Huesos —indicó, riendo por lo bajo—. Oye, quizá está aquí por mí y no por ti.
Ella se acercó y apagó la luz.
—A mí me dijo lo mismo —respondió.
Justo en ese momento la puerta del armario empezó a rechinar.
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Historias Creepypastas
Horreur¿Te gustan las historias Creepypastas? Pues este es tú lugar de historias... #10 en Creepys