19.36 horas marcaba mi reloj, cuando estaba frente a las puertas de la SM. Respiró profundamente y observó a Paula, a quien que le pedí que me acompañara, en la búsqueda de mi celular.
-Era Heechul quien tenía mi teléfono- confieso cuando intentó deducir si está abierto o no la empresa, con la ayuda de google translate, del teléfono de mi amiga.
-Tienes mucha suerte- me comenta Paula sonriendo con dulzura-, primero te topas con él en la calle y después es él quien te devuelve el teléfono.
-Está abierto-digo entregándole el teléfono, y empujo la puerta-, no es para tanto, el solo dejo mi celular aquí.
-Aun así.
No me fijo realmente en la empresa, en cómo era o cómo está decorada, en mi mente solo hay un gran mesón frente a mí. Nos acercamos, al otro lado estaba sentada una mujer.
-¿y si no habla inglés ? - pregunto algo preocupada.
-hay que averiguarlo.
Paula me adelanta. Se le queda mirando unos segundos pero sin lograr captar su atención, saluda varias veces en inglés, pero no responde. Yo toco el mesón como si fuera una puerta y ella se digna a mirarnos, con completo desagradó, haciendo un gesto con su mano para que me detenga, y voltea nuevamente su rostro, ignorándonos.
Suspiro, sonoramente, para recordarle que estamos ahí. Y por fin luego de algunos minutos ella se concentra en nosotras, diciéndose quizás que cosa en coreano, que obviamente no entendemos.
- ¿Habla inglés? - le pregunta Paula, a lo que ella responde con cara de sorpresa y llevando su mano derecho a su pecho, claro gesto de que la hemos ofendido.
- Un poco -responde, obviamente mintiendo de mala manera, para que nosotras nos percatemos.
Yo roto los ojos, fastidiada con esa situación. La mujer frente a nosotras esta notoriamente disgustada con nuestra presencia, como si tuviéramos señales de alguna peste sobre nosotras, o que habíamos escapado de cuarentena.
-Una persona encontró mi teléfono, y me dijo que lo dejaría aquí- me limito a informar.
Ella solo se limita a observarme de pies a cabeza, con cara de asco y asiente. Y sin esperar respuesta ni decir nada, se para casi de un brinco y se aleja del mesón, dejándonos completamente desconcertadas. No entendíamos nada.
-supongo que lo fue a buscar - me dice paula, y me indica unos asientos-. Sentémonos un rato.
Y es en ese instante que miro la habitación en la que me encuentro.
No es muy grande, como me la hubiera imaginado. La pared que está detrás del mesón es rosada, con el logo de SM, metálico y sobresaliente, no me explico cómo no lo vi al entrar. A su lado derecho dos ascensores y al izquierdo una escalera.
Una gran ventana al lado derecho de la puerta, y frente a ella unos sillones de un rosado más fuerte que la pared, con decoraciones rojas y negras, y con una mesita de centro entre ellos, llena de revistas. Mientras que las otras paredes están decoradas con grandes posters de los artistas de la empresa, como un collage que cubre dos de las cuatro paredes.
- Mira ahí esta SuJu -dice Paula señalando al grupo entremedio de otros.
- ¿Algún día los superaremos? – pregunto mirando cada rostro en aquellos posters. No solo a Super Junior, también a SHINee, TVXQ y EXO. Si, nosotras amábamos la mayoría de los grupos masculinos de esa empresa.
-No lo creo -ríe Pau, contagiándome.
No se cuento tiempo estuvimos observando aquel poster, y cada detalle en él, pero no sentimos a la recepcionista, hasta que se para frente a mí, bloqueando mi campo visual.
-Tu teléfono, ya cerramos -dice con tanto desagrado que solo me limito a tomar mi celular, mirar a Paula, e irnos. Sin agradecer ni despedirme, tragándome las palabrotas que quería decirle por su mala atención.
-Busquemos un taxi -propone Pau, y yo solo asiento mientras la sigo, más concentrada en revisar mi celular.
-Al menos no está roto, ni bloqueado -comento.
Lo desbloqueo y encuentro una gran cantidad de mensajes sin leer, notificaciones sin revisar, y recordatorios que he olvidado. Me tomaría un buen rato en ponerme al día.
-Cony mira -me avisa Paula, con ansiedad en la voz.
Levanto la cabeza, ya hemos avanzado media cuadra y frente a nosotras se estaba estacionando una van negra, con ventanas polarizadas.
- ¿Quién vendrá ahí? -pregunto.
- Cualquiera menos Suju, es muy chica. Quizás SHINee -dice ilusionada, contagiándome con la idea de poder ver a Key y Jonghyun de cerca,
Y como si todo pasara en cámara lenta, vemos abrir la puerta trasera de la furgoneta desde adentro, asomando unas delgadas piernas, cubiertas por un pantalón negro, y una gorra del mismo tono, agachado para poder bajar sin problemas. Pero somos incapaces de ver su rostro, porque una vez bajo de la van, se voltea para seguir hablando con otra persona, quien lo empuja y baja después de él. Era otro hombre, pero de pantalones blanco y cabello castaño, que masajea su sien, cubriendo la mitad de su rostro, y detrás de él, un hombre con pantalones floreados y una gorra rosada, riéndose a todo pulmón.
Una risa muy reconocible, con un look 100% él.
- Oh por dios, es Heechul -le comento a Paula, que no muestra reacción alguna por ellos-. Paula di algo.
- Es...Donghae... -yo le sonrió, estaba congelada por la impresión, observándolo.
- ¡YA! -escucho gritar, y volteo nuevamente a ver a aquel trio. Era Heechul quien había gritado, y se acercaba a nosotras con sus compañeros detrás de él-. Chica perdida.
-Oh por dios -decimos con Paula al mismo tiempo, y ahora soy yo la que se congela.
-¿Viniste por tu teléfono? -pregunta cuando esta frente a mí. Y yo solo asiento con la cabeza- ¿Te comieron la lengua los ratones?
Leeteuk, quien era el que bajo segundo de la furgoneta, le habla, no sé si consiente de nuestra presencia o no. Con Pau, solo los observamos, tan real, tan únicos, tan ellos.
-Hola soy el líder de Super Junior, Leeteuk -se presenta, estirando su mano a Paula, que estaba frente a él. Ella le da la mano, y susurra su nombre, y luego Teukie me ofrece su mano.
Tan suave y blanca. Tan cuidada y delicada, que, si no fuera por el notorio tamaño y forma de una mano masculina, dudaría que fuera de un hombre.
- Donghae -es lo que alcanzo a escuchar de forma consiente, cuando reacciono, él ya le está dando su mano a Paula- ¿Nos vimos hace unos días cierto?
- Fueron al evento de firma en SPAO- responde Heechul por nosotras, cuando el menor de los tres me da la mano-, junto a otras amigas.
- Lo recuerda -me dice bajito Pau, y yo asiento lo menos notorio posible. Pero de cierta forma sé que no fue así, sino que fue un efusivo movimiento de cabeza.
- ¿Quieren conocer la empresa? -pregunta Leeteuk de forma animada-. Si quieren pueden llamar a sus demás amigas.
- No queremos molestar -responde Paula.
-Solo vinimos por mi teléfono, muchas gracias Heechul -digo haciendo una reverencia, él sonríe de forma coqueta, derritiendo todo en mí.
- ¿Tienen planes? -pregunta Donghae-. Vamos será divertido.
- ¿En qué hotel se están hospedando? -pregunta Heechul, y al ver nuestra cara de no entender nada, vuelve a sonreír-. Le diré que vaya por sus amigas -dice señalando la furgoneta con el pulgar, sin voltearse ni un centímetro.
-Lotte Hotel -responde Paula. El asiente y se dirige a la camioneta.
-Vamos, entremos, comenzara a helar pronto -comenta Leeteuk sonriéndonos con dulzura.

ESTÁS LEYENDO
Los sueños no siempre se cumplen como deseamos.
Fanfic¿Qué pasaría si un día, por las coincidencias del destino te encuentras con aquel amor platónico de años, que conociste cuando aún no tenías edad legal para beber? ¿Qué pasaría si te topas con alguien que sabes que sólo por tenerlo en frente te aca...