Todo tiene un comienzo...

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Ese mes estaba de vacaciones, y había viajado junto a mis amigas de secundaria a cumplir uno de nuestros mayores sueños. Habíamos trabajado por mucho tiempo para poder viajar en nuestra última vacaciones como universitarias a Seúl, el sueño de toda kpoper.

Es nuestros tercer día allá. Íbamos camino a comer después de estar de compras en SPAO, cuando mi atención fue secuestrada por unos zapatos. Eran simplemente hermoso, no podía dejar que se quedaran ahí, debía llevarlos conmigo.

En lo personal, no me considero una mujer muy femenina. Si, me gustan los zapatos alto, los vestidos y accesorios, y por la misma razón tengo una gran colección. Soy algo consumista.Pero no suelo usarlos muy a menudos. Rara vez me maquillo, y prefiero andar con jeans y una polera cómoda, con mis zapatillas regalonas.

Le avise a mis amigas que entraría a comprar esa bellezas y que luego las alcanzaría y sin esperar respuesta entró a la tienda. Todas hablábamos inglés, y un hangul para sobrevivir, no me provocó mayor problema el comprar esos hermosos zapatos.

Iba tan ilusionada con mi nueva compra, imaginando como se vería el nuevo conjunto que había comprado en SPAO junto con esos zapatos, que caminaba de forma automática por el centro de la caótica cuidad de Seúl. Y sin darme cuenta, me perdí.

-Diablos- digo al percatarme que no podía reconocer nada de mi alrededor- lo que me faltaba - regaño- y yo que pensaba que hoy seria mi día -suspiro, estaba perdida, quizás cuanto rato camine sin darme cuenta por donde estaba.

Saco mi celular, esperando que el GPS me pueda sacar de aquel aprieto, y regresar donde mis amigas sin que ellas se percaten y se preocupen, y obviamente, evitar que me regañen. Pero mi mala suerte era aun más grande de lo que creía, solo me quedaba un 7% de batería.

-POR LA....- grito, y al mismo tiempo que me percato cuenta que soy observada por una pareja que se encontraba a unos metros de mi, como si fuera un bicho raro y creo que incluso les provoque un poco de miedo. Seguro se asustaron por mi grito.

- ya, mejor pienso que hago -me digo, y rápidamente activo el GPS, para que me diga donde estoy y con su ayuda pueda llegar a una calle más central, o que conozca - VAMOS, vamos -le digo al aparato mientras lo agito, tratando de apurarlo- Debería anotar el numero de alguna de las chicas- sigo hablando sola, no me importa si la gente que camina por aquella pequeña calle me mira o no.

Saco una libretita, cierro el GPS y busco el número de Vale, es más probable que ella me conteste. Vuelvo a abrir el GPS, ya me ha localizado, anoto el nombre de la calle donde estaba minutos antes.

-Ok, entonces son 4 cuadras derecho -repito mientras hago un intento de mapa en mi libreta- después a la izquierda, en la calle de nombre raro, y luego otras 4 cuadras -anoto los nombre de la calle por la que debo doblar, guardo el celular y arranco la hoja con el mapa que había dibujado- ¿en que momento camine tanto?-me pregunto mientras veo el mapa, suspiro- realmente estaba en otra - comienzo a caminar- al menos conoceré un poco de Seul- trato de ser positiva.


Camino lento, sin preocuparme de que mis amigas me esperan. Aprovechaba de maravillarme con la arquitectura. Voy más concentrada en las casas, que por donde voy caminando. Solo me fijaba en el nombre de las calles, cuando llegaba a una esquita, y no haberme vuelto a perder.

Tal era mi concentración en lo diferente que es la arquitectura de Corea con Chile, que justo en una esquina tropiezo con un desconocido. Chocamos tan fuerte que perdí el equilibrio y mientras intentaba no caer, sin querer suelto la hoja con mi "mapa".

-Mianhe - digo de forma automática, haciendo una reverencia rápida, sin observar a la persona con la que choqué. El chico me habla en coreano, casi en un susurro. Yo, simplemente me preocupo de buscar mi mapa. Se ha manchado, suspiro. -Perdón, no te entiendo -le digo en ingles, y lo miro

Los sueños no siempre se cumplen como deseamos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora