Cápitulo 1: Despertar

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"A matter of life and death no me pertenece es propiedad de The Snipster"



El tiempo es un sabio consejero y siempre curaba las heridas de un amor herido, era una frase que se escuchaba pronunciada por los humanos, cuando una relación terminaba, era verdad que al principio esta estaba rodeada de la zozobra, de la angustia de no saberse correspondido, pero al final de ella, el paso de los días era lo que definía si una relación tenia futuro. Lo que los humanos no sabían era que esta sensación que nacía en ellos, tenía un motivo.



Todo empezó el día en que los gritos de Amor se escuchaban por todo su enorme jardín, ella la pequeña diosa de las relaciones, la divinidad capaz de lograr ver a través de los ojos de los humanos, el sentimiento que le otorgaba su nombre, había caído en las redes del sentimiento que le daba poder, estaba terriblemente enamorada... y lo peor es que no era correspondida.



A su lado Muerte, sobrio e imponente, veía como su amiga estaba en un ataque de ira, uno de los cupidos lacayos de Amor, acudieron a buscarlo a su hogar, la servidumbre de la diosa estaba preocupada, su pequeña ama no por nada era la diosa más sentimental, pero gracias a Ithis a diferencia de Vida, esta no modificaba el clima.



- Puedo saber ¿Quién es el culpable de que estés en un desenfreno emocional? - preguntó Muerte con un tono pausado de voz, con Vida como su pareja en él pasado, había aprendido a lidiar con los estallidos sentimentales; Mientras tomaba una taza de té, esperaba que a su mejor amiga se calmara.



- Estoy avergonzada de confesarlo Muerte, me he enamorado patéticamente de un dios que jamás me dirá si me corresponde - dijo frustrada, mientras se dejaba caer en un mullido sofá rosa, el cual era su asiento favorito en su hogar, una de las Cupidos le ofreció té, ella declino la taza.



- Déjame adivinar...tomando en cuenta como reaccionaste en la última reunión. ¡Enserio Amor! - Comentó Muerte sorprendido, recordando como Amor había querido charlar más de la cuenta con nada más y nada menos que -. ¿Angustia?



- ¡Sí! - exclamo la chica, mientras comía un trozo de pastel realizado por su invitado.



- Debo de decir que...eso me sorprende, es que Angustia no sobresale mucho - dijo Muerte, pero al ver la cara asesina de su amiga, decidió guardarse su opinión mordaz.



- Lo sé, pero es un buen hombre, es atento y me encanta su paciencia al hacer manualidades - comento soñadora, Muerte arqueo una ceja, su amiga tenía unos gustos muy peculiares- ¡No me mires así!



-Bueno cada quien sus gustos...pero dime, porque dices que Angustia no te corresponde, ¿él te rechazo?



- A decir verdad, no, pero sus actitudes me demuestran que no me corresponde.



- ¿Qué has hecho para hacerte notar?



- El otro día le dije que sus figuras de origami eran muy bellas - comento sonrojada la más pequeña, Muerte soltó una risa ligera, Amor se puso furiosa - Ya, ¡No te rías!



- Lo siento Amor, eso no demuestra nada, debes ser más directa - la diosa puso los ojos en blanco.


- Sugieres que lo bese bajo la lluvia, a lado de un cadáver de ballena- murmuro con sarcasmo, Muerte enrojeció de golpe, Amor podía ser cruel a veces.



- Pero...funciono, al menos no estoy atragantándome de pastel por la duda - dijo quitándole el plato de las manos a Amor que ya casi llevaba media tarta de chocolate.



- ¡Oye! tú lo trajiste en primer lugar -lanzando un suspiro, decidió que tenía que estar segura de la decisión que tomaría, Angustia era muy tímido, y si hacia las cosas abruptamente podía asustarlo. - Tengo una idea, debo de preguntarle a él, sobre el curso de las cosas.

Momentos-AMOLADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora