Capítulo 10

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Valeria se despertó en su cama algo confusa. Encendió la luz de la mesita de noche y miró el despertador, eran las once de la noche. Lo último que recordaba era que estaba con Jason en el sofá viendo la televisión y se estaba quedando dormida, así que dedujo que se durmió y Jason la había llevado a su cama. Suspiró con resignación antes de levantarse de la cama. Anhelaba estar entre los brazos de Jason y fue en su busca.

Salió al pasillo y escuchó la voz de Jason que procedía del salón, estaba hablando con alguien. Se acercó sigilosamente y se quedó tras la puerta del salón, escuchando lo que Jason decía:

- Valeria está bien, ahora está descansando en su habitación. - Le decía Jason a su interlocutor. - Quiero que mantengas localizado a César Merino y a sus hombres, mañana regresamos a Sunbeach y quiero que todo esté bajo control. - Hizo una pausa larga y añadió antes de colgar: - Mantenme informado, quiero estar al corriente de todo.

Valeria esperó unos segundos antes de entrar en el salón. Jason estaba sentado en el sofá trabajando en su portátil cuando la oyó entrar y levantó la vista para mirarla. Pensó que estaba preciosa recién levantada y despeinada, tanto que tuvo que recolocarse el pantalón.

- ¿Te he despertado? - Le preguntó Jason poniéndose en pie y acercándose a ella.

- No, pero deberías haberlo hecho, llevo horas durmiendo. - Le contestó Valeria con una sonrisa en los labios.

- Necesitas descansar, anoche no dormiste nada. - Le recordó Jason. - ¿Quieres que te prepare algo de cenar?

- No, no tengo hambre.

- Pues entonces, a dormir. - Le ordenó Jason. Valeria abrió la boca para protestar, pero Jason le puso un dedo sobre los labios para evitarlo y le recordó: - Has prometido seguir mis recomendaciones.

- Tú también necesitas descansar. - Le replicó Valeria.

- Está bien, nos vamos los dos a dormir. - Sentenció Jason divertido. Jason acompañó a Valeria a su habitación, le dio un beso en la mejilla y le susurró: - Buenas noches.

- Buenas noches.

Valeria entró en su habitación, se vistió con el pijama y se metió en la cama. Jason también hizo lo mismo, pero en la habitación de invitados.

Habían pasado más de dos horas desde que Valeria se había metido en la cama y no conseguía dormirse cuando un mensaje llegó a su teléfono móvil: "Vas a ser mía, no lo olvides. Da igual cuantos agentes te protejan, me perteneces." Valeria se estremeció. El mensaje había sido enviado desde un número oculto pero eso no le impedía saber quién era el remitente. Valeria se levantó de la cama y se dirigió a la cocina a beber agua, necesitaba calmarse, estaba temblando.

Sin hacer ruido, entró en la cocina, se sirvió un vaso de agua y se sentó en un taburete junto a la ventana, desde donde se podía contemplar gran parte de la ciudad de Suncity. No pudo evitar mirar con nostalgia la ciudad que le había dado los mejores momentos de su vida y también los peores. Las lágrimas inundaban su rostro cuando escuchó la voz de Jason a su espalda:

- Valeria, ¿qué estás haciendo aquí? - Valeria se tensó y Jason se acercó a ella preocupado. - Valeria, dime qué está pasando. - Le ordenó agarrándola del brazo para que le mirase a los ojos y vio cómo las lágrimas corrían por sus mejillas, había estado llorando. - Valeria. - Añadió con tono de advertencia.

Valeria resopló, lo último que le apetecía era hablar del tema, se sentía frágil y vulnerable, no quería que Jason la viera así.

- Estoy bien, no pasa nada. - Mintió Valeria. - No podía dormir y me he levantado a beber agua.

Confía en mí #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora