3. Bienvenido a nuestro grupo

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Alec Pov

Me le quedé viendo por un largo rato, parpadeando repetidamente. Simplemente no podía creer que estuviera aquí. El chico de mis sueños estaba parado frente a mi. Tan cerca de mi. Podía sentir que me estaba sonrojando por la forma en que me estaba mirando. La pequeña sonrisa se convirtió en una gran sonrisa. Sentía que me estaba comiendo con la mirada, y me sentía como si estuviera desnudo enfrente de él. La forma en que esos ojos dorados como gatos me miraban era excitante y me daba miedo al mismo tiempo. No podía decidir entre ser feliz o huir.

– ¿Alec? – dijo mi nombre de la forma más exótica, como nadie antes lo había dicho. Internamente pedí que lo volviera a decir – ¿Alec? –

– Yo soy Aline – escuché la voz de mi amiga. Yo aun seguía mirándole.

– Se quien eres Aline– oh dios, su voz es intoxicante. Era como si ronroneara mientras hablaba. Como un gatito. Dios Alec, deja de pensar así de él.

– Y ella es Helen Blackthorne.–

– Mucho gusto Helen– él dijo. ¿Ya mencioné que su voz es como una melodía? Porque lo es. Como música para mis oídos.

– Igualmente– Helen murmuró. Y yo seguía viéndolo a él.

Su cara era tan perfecta. Quizá un poco de mucho maquillaje, pero aun así hermoso. Sus rellenos y rosados labios... Quería tocarlos con los míos, justo como lo hago en mis sueños. Hoy estaba usando una camisa azul pegada con unas letras en ella. Y sus pantalones pegados blancos, le quedaban increíbles. El es flaco pero no demasiado. Su cabello negro y largo estaba peinado en picos. Llevaba delineador en los ojos y brillo sobre el. Creo que se veía muy sexy.

Sentí un empujón en mis costillas y mire a Aline quien estaba mirándome de vuelta. Mire a Magnus quien aun estaba recargado en sus muletas. Eso me regresó a la realidad, ya que debía estar muy incomodo. Me sonrojé y moví una silla hacia él, para que se pudiera sentar. Después de sentarse, me sonrió muy lindo y mi corazón dio un salto

– Gracias Alec. –

– De... de nada – tartamudeé, sintiéndome más avergonzado. Me dije a mi mismo que debía mantener la calma y no hacer el tonto frente a él

– Así que, Alec – empezó, y puso su mano al lado de mi rodilla, en la silla – Dime, ¿Qué se supone que tengo que hacer?

– Ah...bueno...tu...tu...am– luego el agarró mi mano y la comenzó a frotar con sus dedos. Porque, dios mío, tengo el presentimiento de que si empiezo a hablar diré algo muy estúpido.

– Está bien, solo respira y comienza de nuevo– me guiñó un ojo. Estaba seguro que mis mejillas eran rojas ahora.

– Ok – Tome una bocanada de aire y hablé de nuevo – Si... si estás bien con ello, puedes quedarte conmigo... digo ¡con el grupo! –

– Esta bien – me sonrió – Entonces ¿Quién es el mío?

– Eso depende. ¿En qué eres el mejor? Además de ingles. –

– ¿Cómo sabes que soy bueno en ingles? – preguntó con sospecha.

– Magnus... tenemos las mismas clases. Y puede que haya visto algunas veces tus calificaciones del test. – el asintió aun viéndome. Me hacia sentir avergonzado. Quiero decir... él es el chico más hermoso de la escuela y tengo el sentimiento de que me esta desnudando con los ojos.

– Ok...Al...–

– Alexander, que gusto verte aquí este sábado– escuche la voz de Lacey, la chica de decimo año, que tiene un obvio enamoramiento conmigo. Al menos hasta que Simon me dijo – ¿Cómo estás? ¿Me extrañaste? –

Quizá somos un cuento de hadas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora