SEMPITERNO

Epílogo

—Maggie, puedes traer por favor el biberón de Gabrielle. — pedí mientras arreglaba el vestido de mi hija

—Por supuesto, señora.

—Aarón que te he dicho. — regañe a mi hijo cuando lo vi bajar las escaleras corriendo

—Que no baje las escaleras corriendo. — dijo sentándose a mi lado y dejando un beso en mi mejilla y otro en la de su hermana

—Debes tener cuidado. — Pedí acariciando su mejilla— Mathew ya está preparando las hamburguesas y tus invitados ya no tardan en llegar — hable mirando el reloj de mi muñeca

Aarón rio al ver que Gabrielle jalaba mi cabello, a mi hija le encantaba jugar con él, con cuidado hice que lo soltara, los ojos azules de mi pequeña buscaron los míos cuando logre que dejara mi cabello, le dedique una sonrisa y no tardo en agarrar mi dedo con sus manita.

Maggie apareció con el biberón para mi pequeña, Aarón se levantó del sofá y salió corriendo al jardín para ayudar a Matt con la comida, el timbre anuncio la llegada de los invitados justo cuando Gabrielle terminaba su biberón, me puse de pie con mi hija.

—Hola señora Conelly. — saludaron los amigos de Aarón cuando abrí la puerta

—Hola chicos pasen, Aarón está en el jardín. — me hice a un lado para que pasaran

Los niños fueron corriendo al jardín, los padres de los chicos me saludaron para después ir al jardín también, sonreí al ver los autos de nuestra familia entrando a la propiedad, Luz fue la primera en llegar hasta mí, después de saludarme fue corriendo hacia el jardín en busca de Aarón.

En cuanto los demás bajaron de los autos fuimos hasta el jardín donde estaban los demás, sonreí a ver algunos de los niños corriendo mientras Rex los seguía

—Amor, puedes traer más panes, por favor. — pidió Matt cuando estuve a su lado

Asentí y entre a la casa para tomar otros paquetes de panes para hamburguesa, se los lleve a Matthew y lo ayude a preparar hamburguesas mientras Robert y Rachel nos ayudaban a repartirlas entre los invitados, en cuanto todos en el jardín tuvieron un plato en su mano, Matthew y yo nos sentamos.

—Mami, ¿a qué hora vamos a partir el pastel? — pregunto Aarón acercándose a nosotros

—En un rato más, amor. — Respondí sentándolo en mis piernas para limpiarle la boca— ¿quieres partirlo ya?

—No todavía no. — contestó para después levantarse e irse hacia el inflable

Voltee hacia abajo al sentir algo húmedo en mi rodilla, Rex estaba golpeando con su hocico mi rodilla, le di un pedazo de mi hamburguesa para después acariciarlo, el cachorro ya se encontraba enorme.

—Gabrielle enamora a todo mundo. — hablo Matthew abrazándome

—Claro que lo hace, nuestra hija es adorable. — respondí mientras veía como los padres de los amigos de Aarón se acercaban a Rachel que era quien en estos momentos cargaba a nuestra hija

Una hora después ya le habíamos cantado las mañanitas a Aarón, mi hijo estaba repartiendo los platos con pastel y helado, cuando termino de repartir el postre tomo las bolsas de los regalos que le habían obsequiado y los llevo a su cuarto, en cuanto estuvo de vuelta en el jardín le entregue un plato con pastel y helado, y se fue a sentar con Luz para comer.

Mire a mi alrededor y no pude evitar sonreír al ver a mi familia, hace un año solo éramos mi hijo y yo mientras que ahora nuestras familia había crecido bastante, sonreí aún más al ver como Aarón acercaba mi tía Lorett cuando tuvo en sus brazos a su hermana.

*

Cuando empezó a anochecer todos habían comenzado a irse, en estos momentos estaba limpiando el desorden del jardín mientras mi marido se hacía cargo de los niños.

Amarre la bolsa de basura que tenía en las manos cuando esta estuvo llena, agarre otra bolsa y seguí levantando basura, estaba tirando los últimos platos que estaban en una de las mesas que habíamos colocado en el jardín cuando el perfume de Matt llegó a mi nariz y enseguida sentí sus manos en mi cintura

—Los niños ya se encuentran dormidos. — susurró en mi oído para después besar mi mejilla

Me gire sin quitar sus manos de mi cintura, Matthew acercó su cara a la mía y me dio un beso en la boca, lo que provoco que me pegara más a su cuerpo colocando mis manos en sus hombros.

—Gracias. — agradecí cuando nos separamos

—También son mis hijos, no hay necesidad de dar las gracias.

—No hablo de eso.

—¿Entonces de qué?— preguntó confundido

—Por hacerme la mujer más feliz del mundo, por amarme y darme otra hermosa hija. — hable mientras me perdía en esos hermosos ojos cafés.

—No tienes que agradecer nada, castaña, hacerlos felices a ti y a nuestros hijos será siempre mi prioridad, su felicidad es la mía y eso nada, ni nadie lo va a cambiar. — acaricio mi mejilla e incline mi rostro buscando más su caricia

Eran estas cosas las que hacían que lo amara, Matt era el hombre más tierno y atractivo que conocía, pero si había algo más hermoso que la belleza física que él poseía, era sin duda la belleza de su alma y fue esa misma belleza la que hizo que me enamorará profundamente de él.

—Lo amo, señor Conelly.

—Yo la amo aún más, señora Conelly.

Me puse de puntitas y junte mi boca con la de Matthew, en ese beso trate de transmitirle todo pero absolutamente todo lo que sentía por él todo lo que significaba para mí.

Quería transmitirle todo lo que lo amaba.