La reportera me sonríe levemente y me tiende la mano. El camarógrafo me da una inclinación de cabeza detrás de todo su pesado equipo.
Me quedo tranquila pero por dentro estoy en pleno subidón. ¡Siempre quise salir en televisión! ¡Allison y Logan van a flipar!
Una vez que nos sentamos, Carter se inclina hacia a mí, su aliento cálido en mi oreja me hace cosquillas, y me susurra suavemente al oído: "Escuche y aprenda."
Se arregla un poco la chaqueta y adopta una postura relajada que parece no estar estudiada. Del tipo: "Hola, he hecho esto toda mi vida."
La seguridad que emana de él es contagiosa y me relajo un poco.
— Señor Carter, gracias por haber aceptado esta entrevista. No es necesario presentarle ni recordar su trayectoria. —la joven francamente le devora con los ojos. Obviamente ella fue conquistada.
De repente se detiene un instante y me mira. ¿Qué? ¿Tengo lechuga entre los dientes? ¿O acaso me va a hacer una pregunta?
— ¿Podría mirarme a mí y no a la cámara o al señor Carter? Eso le dará un efecto más natural.
— Ehm, si.
Me sonríe antes de bajar la cabeza a sus notas. Carter me cuchichea algunas palabras reconfortantes.
— Tranquilícese... Todo irá bien.
— Usted es un hombre de negocios americano pero también actúa en África. Algunos le llaman humanista. Pero, ¿qué ha hecho concretamente en esos países?
No puedo evitar sentirme molesta por el tono que utiliza. Parece que ella implica que él no hace nada en concreto.
— He desarrollado mis esfuerzos para hacer de Carter Corporation una de las empresas más poderosas del mundo. Eso me ha llevado varios años. Pero siempre he tenido otro propósito, algo que dé sentido a lo que hago.
— Usted habla a menudo de la búsqueda de sentido. ¿Es eso lo que finalmente le hace avanzar?
— Por supuesto. Desde hace más de dos años y de forma regula, estoy en conversaciones con las autoridades de estos países para poder llevar a cabo acciones sostenibles. Trabajo para implementar nuevas tecnologías y facilitar el acceso al agua. Eso lleva su tiempo, ya que se deben adaptar a las infraestructuras africanas y tener largas conversaciones con las autoridades.
—Entonces, finalmente, ¿usted se definiría como un filántropo?
— Me definiría como un hombre que tiene los medios para cambiar las cosas.
Carter responde sin rodeos. Tiene en su voz la franqueza de un hombre sincero. Debo decir que estoy gratamente sorprendida.
— ¿Qué piensa usted sobre ese rumor acerca de un violento altercado entre usted y el empresario John Stephens, de Avents Partners?
Había descubierto ese rumor informándome sobre Carter, según el cuál a John Stephens no le habría gustado que Carter comprometiera sus negocios en África. Los periodistas, siempre en busca de rumores que oscilan...
— Los rumores son lo que son. En Nueva York son frecuentes los cotilleos. No hago caso de esos pequeños ataques a menos de que sean reales. Voy más lejos que todo eso. Mi trabajo en África es, principalmente, llevar ayuda y esperanza a los más pobres de nuestro mundo.
Eso es lo que se llama tapar la boca con clase. La periodista parece un poco sacudida. ¿Qué se esperaba atacando al hombre que está delante de ella? Baja los ojos a sus notas y luego le mira con un extraño brillo en los ojos.
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Predecible ©
RomanceBridget Evans lleva una vida tranquila en Nueva York entre sus amigos, su blog de cocina y su trabajo en Carter Corp. Una noche, su vida cotidiana se verá abrumada por un misterioso encuentro que roza el erotismo en el ascensor de la empresa. Poco d...