Capítulo 16

896 65 1
                                    

Bajaron sonrientes, sin tocar el tema del beso. Había sido algo maravilloso de lo cuál era mejor no hablar para no arruinarlo. Seguían de la mano, algo mareados y extasiados, seguramente por la mezcla de emociones. La noche ya estaba llegando, las nubes se tornaban anaranjadas reflejando el atardecer, se veían muy lindas en ese momento del día. Quizás por eso era el momento favorito de ella, era encantador.

- Vamos a la rueda de la fortuna. Allí debe verse hermoso el atardecer. – Y otra vez sin esperar respuesta de él, ella corrió para comprar boletos y subir.

No tardaron en subir pues la fila no era larga, al parecer a muy pocas personas le llamaba la atención esa atracción. La razón, aun desconocida. Se sentaron uno al lado del otro, el mismo procedimiento que en el juego anterior, al parecer la seguridad era algo importante en aquel lugar. Comenzó a moverse y nuevamente ella no dejaba de sonreír. La felicidad se escapaba por cada poro de su piel, era tan obvia pero tan encantadora a la vez.

- Amo este lugar. Es tan perfecto. Podría quedarme aquí  para siempre. – Observó desde lo más alto de la rueda la ciudad, no era particularmente grande pero era algo fascinante.
- Si quieres puedes hacerlo, no creo que Nathan tenga problemas en prestarte su casa.
- Lo sé, siempre pienso en ello. El momento en que tenga que hacer mi familia, elegir a alguien con cuál pasar el resto de mis días, al padre de mis hijos. – Suspiró, ella sabía bien a quien quería para ese papel, solo que no quería cometer un error. – Pero no quiero alejarme de Nash, él es mi hermano y siempre hemos estado juntos. Estos últimos días han sido difíciles sin él. – Hizo una mueca triste. - ¿Tu extrañas a tu hermana?
- Siempre. Extraño que se me cuelgue del cuello... - Rió un poco. Hacía mucho que no tenía contacto con su familia y prefería no pensar en ellos pues la nostalgia era algo que odiaba. 
- ¿No has pensado en ir a verla? – El miró el atardecer como los últimos rayos del sol se ocultaban en el horizonte. Sonrió de medio lado y le indicó que guardara silencio.
- No hablemos de esto, es un momento maravilloso como para arruinarlo. – Pasó un de sus brazos por sus hombros, ella comprendió enseguida su mensaje y dejó descansar su cabeza en su hombro con los ojos semi cerrados. Su escena de película romántica por fin había ocurrido.

/\

- Ok, Greg. ¿Has entendido bien el plan, cierto? – El chico asintió. – Perfecto. Es un placer hacer tratos contigo. – Estiró su mano para estrecharla con el hermano mayor de Matthew.
- Igualmente. Nos vemos en dos días. – Se despidió de su hermano menor desordenando su cabello y salió de la habitación para, seguramente, subir a su moto e irse a su casa... aunque quizás fuera a algún club nocturno, ¿quién sabe?
- Hacerle esto a tu madre es cruel. Después de todo ella te crió y...
- Matthew, no necesito sermones. – Interrumpió sin mirarlo. – Además tú sabes bien como es ella, no es una madre ejemplar y nunca lo ha sido. – Dijo algo triste. – Ella necesita cambiar, ya es bastante vieja como para hacerlo.
- Aun así Nash, es tu madre. Le debes respeto, ¿no?- Intervino Taylor sentado leyendo un libro, no se alcanzaba a leer el título de él pero seguramente era algo aburrido.

Nash bufó molesto con sus amigos, ellos no lo entendían porque tenían madres maravillosas. Mujeres ejemplares, cariñosas y atentas. Ellas siempre estuvieron allí para ellos, en cambio la suya... era mejor ni hablar. Muchas veces deseó cambiar de lugar con alguno de ellos, despertar un día y que mágicamente su apellido cambiara al igual que su familia, pero eso claramente nunca ocurrió... y nunca ocurriría.

- Esto no lo estás haciendo por ____ y su raro romance con Shawn, esto es algo que tiene que ver contigo. – Taylor despegó la vista de su libro y lo miró directo a los ojos. - ¿Aun sigues resentido por lo que ocurrió con Cally, cierto?

Nash frunció los labios al mismo tiempo que su ceño. No le interesaba hablar el tema de Cally con su amigo, era algo que prefería guardar para sí mismo al llegar la noche. Algo que ni siquiera hablaría con la almohada.

- Ella no tiene que ver en esto, ¿ok? Lo hago para que aprenda de una vez, para que mis hermanas no tengan que pasar por tantos problemas para ser felices. Lo que Elizabeth hace no es normal, no es lo que una madre debe hacer.
- Sí, claro, como digas. – Miró al chico furioso, casi sacaba chispas por los ojos, así que Matthew decidió tomar a Taylor y llevárselo fuera de la habitación antes de que Nash hiciese explotar todo allí.

Un Nash enojado era de temer, y más cuando estaba con resaca, pues cuando la furia le entraba era capaz de desquitarse con cualquiera. Para suerte de ellos, su amigo solo se ponía furioso con una par de cosas, la mayoría del tiempo estaba planeando bromas o riendo con Nathan.

- Taylor, ¿acaso no aprecias tu vida?
- No es eso, pero es verdad. Él aún quiere a Cally, debería hacer algo por recuperarla. Como Shawn está haciendo con ____.
- Solo... déjalo. Él sabrá cómo solucionar sus problemas, además este no es un buen momento para fastidiarlo, se nota que esta irritable.

/\

Estaban en el auto de vuelta a la casa. Eran cerca de las once de la noche, estuvieron un buen rato en los juegos de la feria, se hubiesen quedado más pero ____ ya tenía algo de sueño y cansancio.

- Fue un muy lindo día. – Susurró ella una vez el auto se detuvo frente a la casa. – La pasé bien allí.
- Yo igual. – Respondió él bajo, hablaban murmurando, como si nadie tuviera que escucharlos aun cuando estuviesen solo ellos a kilómetros a la redonda.

Ninguno de los dos bajaba, pues dentro del auto estaba acogedor. No hacía frío además la penumbra era tan... cautivadora, sí, esa era la palabra. Todas las luces estaban apagadas, solo la luz de la luna podía iluminar el interior del coche.

Él la miró y la tentación lo inundó, no podría aguantar allí sentado sin siquiera besarla. Necesitaba hacerlo o quizás explotaría allí mismo. Ella supo enseguida lo que esa mirada y ese gesto con el labio quería decir, y para ser honestos ella también lo quería. Se acercó sin más, con prisa, como si el mundo se fuera a acabar y lo besó de nuevo. Era tan excitante, tan emocionante, era tantas cosas... Desabrochó su cinturón de seguridad para poder acercarse más a Shawn y poder sentarse a horcadas en su cadera, ella lo necesitaba ahora y con urgencia  

Doce Días (adaptación)- Shawn Mendes [1ra Temporada] *Terminada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora