Cap 4: "Heridas"

308 26 11
                                    


Acostado en su cama no paraba de dar vuelta, quizás y era el calor agobiante que había esa noche o las ideas que tenía en la cabeza lo que no dejaba que descansara. Finalmente apartó las pocas cobijas que tenía encima de su ya gran cama y fue camino a la cocina en donde pondría fin a su angustiosa situación con un refrescante jugo de naranja. Ya de camino a su habitación con el jugo en mano, no pudo evitar mirar a la ventana principal del salón en donde ve una silueta a la luz de la luna. Camino lentamente llamado por los sollozos de esa silueta sentada y acurrucada entre las piernas y al llegar bajó lentamente a la altura en donde pudo ver esos ojos llenos de lágrimas.

Poncho: Qué sucede Dul?! Qué tienes?!
Dulce: Nada (tratando de limpiarse las lágrimas)
Poncho: Habla mi niña, no te guardes nada!! (acariciando su cabello)
Dulce: Son muchas cosas (hizo una pausa), pensé que ya lo había superado... pero parece que no!!
Poncho: Por qué dices eso?! Estas arrepentida de volver a México y estar con nosotros?! (sentándose a su lado)
Dulce: No!! (se apresuró en decir) Lo que pasa es que aun hay cosas que me afectan y pensé que las había dejado atrás!!
Poncho: Qué?!
Dulce: Recordar a mis papas aquí conmigo!! Que ya en dos semanas más se cumplirán seis años desde que les perdí, que mis hermanas ya tienen casi sus vidas echas y no las eh visto casi nada, las extraño!! Y por último... Rafael ha tratado de localizarme ahora que supo que volvía a México!!
Poncho: Cómo que te ha tratado de localizar?! De donde sacaste eso?! Te lo dijo Oscar?! Por qué si es así, ya sabes como es!! (tomando un tono autoritario)
Dulce: (asombrada) No me lo dijo él, me lo dijo mamá!! (volviendo a mirar por la ventana)
Poncho: Mamá?! Cómo es eso?!
Dulce: Ya vez que siempre pensó que el irme a estudiar fuera fue como huir de lo ocurrido con él y pues entre toda esa platica me dijo que él había estado en casa junto a Oscar y pues en un momento se acercó a ella para preguntarle por mi, porque al bruto de nuestro hermano se le había escapado que volvía!
Poncho: Vaya!! Nunca me lo imaginé!! Pero aun sigues enamorada de él o qué?!
Dulce: No es eso, sino que aun le guardo cierto recelo a lo que pasó entre nosotros, tú fuiste de los pocos que pudo ver como en verdad me trataba porque lo viste... (con un nudo en la garganta)
Poncho: Vi lo posesivo que era contigo, que prácticamente no te dejaba ni a sol ni a sombra y para que decir de lo celoso que resultó...
Dulce: Bueno ese era un aspecto al que ya estaba acostumbrada, si uds me celaban por todo.... (mirándole de reojo)
Poncho: Me estas incluyendo en eso Dulce María...?! (haciéndose el ofendido)
Dulce: A no si estoy hablando del vecino!! (entre risas)
Poncho: Así me gusta..., con esa sonrisa por delante!!
Dulce: (abalanzándose a sus brazos y besándole la mejilla) Gracias...!! Por eso te quiero tanto, porque me entiendes, me comprendes y me quieres como soy!! Gracias, pero ya me siento mejor y debo de ir a dormir, mañana debemos salir temprano con Chris!! Que duermas bien... (levantándose de su lado y camino hacia la escalera)
Poncho: (susurrando) Si era todo eso para ti..., porqué no te enamoraste de mi?! (mirando por la ventana)

Al día siguiente muy temprano Christopher y Dulce se fueron a realizar todos sus trámites ya pensados con anterioridad. Poncho al despertarse de los pocos minutos con los que pudo conciliar el sueño, lo hizo extremadamente asustado, temiendo que la presencia de Dulce en el apartamento fuera tan solo un sueño, dejó las cobijas a un lado y corrió a la habitación que era de ella. Al entrar la brisa de la estación entraba por el gran ventanal y esparcía el aroma inconfundible a manzanas, su perfume.
Ya a eso de las doce de la tarde, los chicos habían terminado todo sus compromisos y estaban en la casa grande de la familia Herrera Rodríguez, el día estaba esplendido, el sol brillaba de una forma impresionante y el calor era palpable hasta bajo sombra, los verdes prados alrededor de la alberca ya casi estaban completamente secos del rocío caído en la madrugada. Bajo ese sol, Dulce terminó por tenderse a un costado de la alberca de aguas turquesas y cristalinas en donde ya nadaba Alejandro. Christopher antes de terminar de aparcar el carro nuevo de Dulce lo llama su padre pidiéndole un favor, por lo cual le prometió volver para la comida. Ya bajo el calor de ese sol de mediodía fue que mientras veía las páginas sociales de una revista lo vio. Lucia impresionantemente guapo, tanto o más que la última vez que le vio. La fotografía era de hace solo un mes, en uno de los tantos eventos sociales a los que asistía. Vestía una camisa negra con un saco gris semi formal, junto a unos impecables pantalones negros y sus inseparables tenis, su cabello lo traía alborotado y con tonos dorados producto de su rubio ya casi agotado por el clima, su piel blanca y tersa con una barba de unos dos a tres días que le daban un aire de maldad a su impresionante e inigualable mirada de esos hermosos ojos azules que producto de la luz del flash se le podían apreciar esas pintas verdes mezcladas de amarillo a las que muchas veces estuvo expuesta al tenerlo junto a ella mirándole. Tratando de quitar esos recuerdos de su mente fue que apartó la mirada de esa imagen para encontrarse con alguien observándole a su lado.

Dulce: Qué haces aquí?! (cerrando la revista de golpe)
-------: Vine a buscar a Oscar que tenemos un partido de waterpolo en el club.

Ahí estaba frente a ella, con un pantalón deportivo blanco, tenis y una playera en tono rojo con algunos ribetes en blanco y negro, su cabello igual de alborotado que la fotografía que acababa de observar y sonriéndole seductoramente, estaba más guapo, verlo en persona era mejor que verle en fotografía y para su alivio estaba con gafas negras ocultando su perdición, sus ojos.

Rafael: Tu madre no exageraba!! Estas realmente hermosa!! (sentándose a un costado y dejando su bolso)
Dulce: Gracias!! (incorporándose)
Rafael: Cómo haz estado?! Años sin verte... (quitándose las gafas)
Dulce: Lo son, pero apuesto a que mi madre se encargó de mantenerte al tanto (tomando un de vaso de agua que estaba junto a ella)
Rafael: Lo más posible...
Dulce: Tú también luces bien... (bajándose las gafas para parecer indiferente)
Rafael: Caramelo... (se cayo de golpe y revolvió su cabello)
Dulce: (se sonrojó) hacia tiempo que nadie me llamaba así...
Rafael: Y nadie puede..., porque eres mi caramelo, yo te puse así... los demás que te pongan de otra forma no...?!! Que piensen!! (subiéndose las gafas)
Dulce: Idiota!! (entre risas)
Rafael: Bueno a mi si hay gente que me llama así, hace como cinco minutos, cuando venía en el coche...   
Dulce: Terminaste?!
Rafael: Qué cosa?! De mirarte?! Olvídalo!!
Dulce: No bobo!! Terminaste de estudiar... tu carrera?!
Rafael: Sí! La terminé, trabajo en un proyecto actualmente de la cadena de centros comerciales que se están construyendo en varios estados, mañana debo de viajar a Acapulco a supervisar una obra.
Dulce: Lo que siempre deseaste no?!
Rafael: Así es!! Y tú, cómo va lo de la fotografía y el cine?!
Dulce: Bien, termine todos los cursos que tome, las carreras y cuanto pude aprender allá, ahora vengo por una exposición que me propusieron y si todo sale bien...
Rafael: Si todo sale bien, volverte a ir no?!
Dulce: Quizás... (dudosa)

-Dulce: Por qué diablos me conoce tan bien?!-

Rafael: Alejandro!! Vas hoy con nosotros al juego de polo?!
Alejandro: (saliendo de la piscina) Hoy no!! Dulche esta aquí y tenemos cosas que hacer...
Rafael: Descarto entonces la salida a comer?! (volviendo a verla intensamente con esos ojos)
Dulce: Claro... qué esperabas?! Qué tuviera una cita contigo?!
Rafael: Alguien solía decir, la esperanza es lo último que se pierde!!
Dulce: Alex... ya terminó mamá con su clase?! (incomoda ante esa frase)
Alejandro: No, aun no!! Le quedan cerca de treinta minutos aun de clase!!
Dulce: Perfecto, entonces aun tengo tiempo de un chapuzón, este calor me está matando!! (levantándose y lanzándose a la alberca)

Rafael era uno de los mejores amigos de Oscar, fueron compañeros en el colegio desde pequeños, su familia era intima amiga de los padres de los chicos, siempre había sido un Don Juan, con un físico marcado para su contextura delgada, alto, casi de metro noventa, de piel blanca y tersa, parecía un verdadero modelo de publicidad, Dulce lo conoció cuando fue llevada a vivir a esa casa. Un día cuando les observaba jugar futbol desde lo alto de un árbol fue que se vieron, sus miradas se cruzaron y supieron que jamás podrían no volverse a ver a los ojos. Ella tenía dieciséis y él ya casi veinte años, podía tener a cualquier chica bajo sus encantos y siempre gozó de muy buena fortuna con las mujeres, pero al conocerla dejó todo de lado y su única preocupación fue sacar su carrera y vivir al pendiente de su caramelo.

Alejandro: Aun la quieres?! (frente a él secándose con una toalla)
Rafael: Nunca, nunca la dejé de querer...
Alejandro: Entonces...
Rafael: Quise moldearla a mi conveniencia, la estaba dejando en una jaula de oro solo para mí y no le dejaba volar y producto de una estupidez la perdí... (mirándola como nadaba)
Alejandro: Pero ella ya no es la misma de antes...
Rafael: Todos cambiamos, para bien o para mal, así como ella esta más bella, más radiante, más mujer yo también he crecido...
Alejandro: Ella ya no esta sola...
Rafael: Nunca ah estado sola...
Alejandro: No, ella tiene novio
Rafael: Y se quedo allá...
Alejandro: No, incluso ahí viene... (saludándole con la mano)

                                    ******

Bon jour!!! Hola chicas y chicos, perdonen la tardanza de actualizarles CDC, pero estuve cambiándome de apartamento y ha sido todo un caos, pero ya todo bien. 😉
Gracias infinitas por sus votos, comentarios y mensajes... son lo más! ❣Espero les gusten estos capítulos, que se tienen muy bien merecidos, 🔝😊 quizás no les actualice seguido, porque está es una novela corta, de 20 caps no más y ya me da cosita poner el final, en fin boberías mías. 😅
Se cuidan y que tengan un gran fin de semana. Cariños y abrazos 🤗 ✨

Complemento de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora