Bruscamente Alonso hizo a un lado a Orlando con la intención de humillarlo y lucirse frente a Kyle, Orlando solo se quedo sorprendido e inmóvil ante aquel hecho tan primitivo que había hecho ese estupido ser humano.
Aquel neanderthal se acerco a Kyle con ese caminar tan gracioso (parecido a cargar dos sandias en ambos brazos pero con un toque un tanto varonil y exagerado), iba con toda la intención de poder conquistar a la hermosa Kyle
—Hola preciosa, ¿no quieres almorzar con un hombre de verdad, en lugar de esta broma absurda? —fueron las palabras que pudo emitir el estúpido chico.—La única broma absurda eres tú, querido — le dijo Kyle y tomó rápidamente de la mano a Orlando dirigiéndose a la puerta. Orlando quedo petrificado ante la acción de su compañera nueva.
—Gr-gracias — dijo tímidamente a Kyle, — No hay de que, Orly, tú no mereces ese trato —. ¿Acaso escucho bien?, ¿Le dijo Orly?, ¿Sería su nuevo apodo con cariño?, Claro, si venía de ella no había ningún problema, le podía llamar de la forma que quisiera.
Ambos salieron al pequeño patio que había detrás de la escuela, en donde se encontraban algunas cortas bancas en donde podían sentarse y hablar, se dirigieron a la banca más cercana, que se encontraba a lado de una árbol que les brindaba su sombra.
Comenzaron las preguntas de uno y otro.
—Y bueno Orly... ¿sueles ser tan tímido siempre? — pregunto Kyle.
—Puesss... si, no tengo amigos como podrás ver, todos me odian y creen que si se juntan conmigo van a dañar su imagen — con cara de tristeza Kyle miro a los ojos a Orlando y tomando sus manos le dijo — Yo no te odio y creo que eres muy bueno como para juntarte con una bola de idiotas.
Orlando comenzó a ruborizarse y Kyle al verlo sólo soltó una risa coqueta en señal que se había dado cuenta y que le encantaba verlo así.