capitulo 11

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-Luis contigo se me está acabando la paciencia y mira que tengo bastante- dije haciendo círculos con dos dedos en mi mentón

-Alena que quieres que haga, no pienso apoyarte en tu loca idea de ir al campamento- dijo poniendo sus manos en mis hombros, se acercó a mí mirandome directamente a los ojos con una mirada desafiante- y esa es mi última palabra- dijo muy calmado

-Entonces cargarás para siempre con mi sufrimiento, lloraré hasta que mis ojos se hinchen, dejaré de comer y me encerraré en mi cuarto para siempre- finjí llanto- y tú, solo tú seras el culpable de mi desgracia- merezco un premio por ser tan buena actríz

-¡Alena!, eres tan dramática cuando te lo propones- suspiró y miró hacia arriba luego me volvió a mirar- esta bien pequeña te ayudaré

-¡Siii!- le abrazé fuertemente- gracias, gracias, gracias- le di un beso en la mejilla

-Lo hago porque sé que eres capas de hacerlo aún sin mi ayuda y tengo que estar al pendiente de tus locuras

-Como sea Luis, tu trabajo será ayudarme, ¿que tan difícil puede ser pasar esos dos días en entrenamientos?

-Dicen que por amor se cometen locuras, pero yo pienso que tu has perdido hasta la cordura, Alena esto es suicidio no sabes nada de futball americano y menos de como son los entrenamientos

-Luis, si tu y Duván lo hacen también nosotras podemos

- Cuando tú y tus amigas esten llorando en el piso me reiré y luego con gran satisfacción diré un gran "Te lo dije", ¡Ja!, amo cuando te digo eso Lena

-Pues enterate que eso no pasará- le saqué la lengua- Y mejor me voy por que falta solo un día para el campamento

      Estube todo la tarde en el centro comercial con Julianis, Karian y Marie. Damaris le insistió a Manuel para que entrara a cualquier equipo de deporte en la escuela, pero al chico no se le da ni saltar la cuerda, la verdad nose como está tan tonificado, aunque probablemente sea por los pesados libros que lee. Estaba tan emocionada, cada una decidió copiar el estilo de su chico, el problema fue que cuando nos pusimos la ropa pareciamos hombres muy femeninos, pero ya no habia marcha atrás así que al final compramos camisas, pantalones todo lo deportivo y alguna ropa casual para poder parecernos a ellos.

    Antes de que anochesiera Duván me invitó a comer helado, el se veia tan triste y a cada rato me decia que se haria el enfermo para no ir, yo una y otra vez le insistí. Cuando tocaba despedirnos no me dejaba ir, talves estaba actuando algo insensible pero sí nos veriamos solo que él no lo sabe.

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-Alena levantate, los chicos se van en dos horas- escuche eso pero decidí seguir durmiendo- ¡Levantate!- abri mis ojos y frente a mi habia una muy varonil Julianis

-Jul, wow te vez increible- dije frotandome los ojos

-lose soy toda una hermosura de hombre

-¿Crees que debemos hacer esto?- ahora que lo pienso me está dando miedo y nose si mi plan resultará, no he pensado que hacer después de estar allí, tampoco sé que decirle al entrenador ya que el sabrá perfectamente que no somos chicos de la escuela

- Alena, ya no hay marcha atrás, tú ideaste el plan así que sigue con el

-Esta bien, tranquila solo fue un momento de duda

-Pues más vale que no vuelva a aparecer otro momento de duda en tu cabeza

- Si esta bien

      No fue tan difícil vestirme como un chico. Lo más molesto es la banda que Julianis me colocó en los pechos para disminuir el tamaño de estos. Mi peluca la elegí marrón clara, realmente ni yo misma me tragaba el cuento de que era un chico que pertenece al equipo de "Los Indians". Mi vestimenta concistia en una sudadera completa color negra, unos zapatos deportivos, una gorra negra hacia atrás y unas gafas. Toda la ropa la guardé en un gran bolso color negro y junto a Jul nos fuimos al colegio, claro que el hermano de Julianis nos llevó hasta el colegio. Cuando llegamos reciví un mensaje de Marie

Solo una másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora