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[__] [___] conocía a Samuel Morgan desde hace unos meses.

El primer encuentro de aquel entonces consistió en que Samuel, Sam para abreviar, se había equivocado de ventana cuando intentaba escalar a la habitación de su hermano, Nathan.

No fue nada grave, sólo recibió un golpe con un pesado libro cuando se incorporó en la habitación tratando de buscar a su hermano con la mirada.

Recibió el golpe de una chica, confuso se halló cuando la miró con las manos en alto para evitar cualquier otro golpe. La chica recordó que él se disculpó, segundos después de que él la mirara a los ojos y saliera por donde había venido.

Después de varios intentos tratando de encontrar la habitación correcta, ella se dio cuenta de que Sam lo hacía a propósito. ¿El por qué? no tenía ni idea, pero eso no quitaba de que cada vez que él aprovechaba su ventana podía ver que de su mochila sacaba un libro distinto cada noche, la cubierta vieja y las hojas amarillentas indicaban que el libro era bastante viejo pero se mantenía en perfecto estado para ser leído.

"¿De dónde sacas todos esos libros?". Un día le preguntó curiosa.

"De la biblioteca de aquí". Le respondió con una sonrisa colgando en su rostro.

Decidió no preguntar más porque ella sabía que Sam habia sido expulsado del Orfanato y por eso visitaba a su hermano cada noche, más ella.

Varios golpes en su ventana hizo que se girara en su cama con la mirada fija en la ventana, sonrió inconscientemente cuando vio aquel rostro en la penumbra tratando de ocultar su entusiasmo.

Se levantó más veloz que un rayo destapándose la manta de su cuerpo y se dirigió a la ventana.

—Siempre a la hora. –comentó ella con un tono divertido.

—Nunca decepciono. –dijo él. —Bueno, no la mayoría de las veces. –ella rió levemente y él sonrió.

—¿Con qué libro has venido a deslumbrarme hoy esta noche? –preguntó caminando hacia al chico con una sonrisa.

—¿Qué te parece si hoy cambiamos de planes?

—Uhm, claro, –contestó algo confusa. — ¿qué quieres hacer entonces?

Hoy voy a sacarte en una noche de aventuras.

El tono en su voz sonó entusiasta e ilusionado, con ansias de salir de la habitación lo antes posible, por eso se había acercado a la ventana de nuevo para poner un pie en ella, pero [__] lo cogió del brazo haciendo que frenaran sus actos, aún bastante confusa y tratando de buscar respuestas a sus preguntas.

—Espera, espera, espera, antes de que hagas cualquier locura, ¿cómo qué vas a sacarme?

—No es gran cosa, sólo saltamos, tratamos de que no nos vean, ah y la altura, espero que no tengas miedo a las alturas... La caída no es tan mala. –pensó en voz alta.

—¿Cómo qué la caída no es tan mala, Sam?, ¿hablas en serio? yo no bajo de ahí. –[__] apuntó a la ventana.

—Vamos [__], pensaba que te gustaban las aventuras.

—Y me gustan, pero no quiero correr el riesgo de morir aplastada contra el suelo, no quiero morir en este sitio.

 —Y yo estaré ahí para evitarlo. –soltó una risa. —Seré como un superhéroe. 

[__] rodó sus [c/o] ojos y le dio un leve empujón en el pecho ganándose una mueca divertida de parte de Sam.

La chica se puso sus zapatos, agarró su chaqueta y se acercó al marco de la ventana para asomarse y ver por donde sería más fácil apoyar un pie sin que ningún pedazo del edificio se viniera abajo. Casi optó por abrir su boca y decirle a Sam que mejor se escabulliría sin que las monjas la vieran, pero también temía que la pillasen. Y por mucho que [__] se pusiera a pensar en una solución, siempre buscaba el lado malo de las cosas.

Con la mano de Sam en su hombro, él sonrió intentando hacerla sentir mejor, tratando de calmar el rostro nervioso de la chica.

—No te preocupes, ¿de acuerdo?, saldré primero, iremos por el camino fácil. –se acercó a la ventana y miró hacia ella de nuevo. —Sólo imita lo que yo hago y saldremos en un abrir y cerrar de ojos. 

Le costaba admitirlo, pero a [__] le ansiaba aquel sentimiento de adredalina que empezaba a recorrer su cuerpo, y sin haber salido de su habitación todavía.

¿Podía ser la sensación de salir del Orfanato por una vez? ¿La sensación de correr el riesgo de ser pillada? ¿O el de tener que escalar por los edificios?

Sea la sensación que fuera, no podía echarse atrás y estaría dispuesta a confiar en las palabras de Sam.

[__] se acercó a la ventana e imitó las acciones de el chico, no mirando hacia abajo dónde habría una muerte asegurada. 

Ella lo miró una vez más y sonrió torcidamente, soltando una pequeña risa nerviosa en el proceso.

Quien no arriesga no gana, ¿no?
 


 
 
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Primera y pequeña parte de esta historia corta, si has llegado hasta aquí, muchas gracias por pasarte y leerte esto, se agradece mucho ^^.

Como siempre, si veis algún error o tenéis alguna duda soy todo oídos.

-m.

Something just like this » young! Sam Drake x lectora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora