Tiempo

202 10 14
                                    

El sonido de un cuerno resonó por los aires. Gwynn, el cazador los estaba llamando.

Kieran soltó una maldición, detestaba despertar (si, era un duro golpe de la realidad, auch)  pero aun así, se levantó de inmediato.

Se detuvo un momento  para asimilar que Mark no se encontraba con él. Desesperado hundió sus dedos entre sus largos mechones de cabello que estaban pasando de azul claro a negro. Dando grandes zancadas salió de la cueva.

Cuando Kieran llego al punto de reunión todos sus compañeros se encontraban rodeando a Gwynn,  mirando con asombro, pues este último se hallaba arriba  de un demonio amarillento con cuernos largos y retorcidos que emergían de la cabeza y  terminaban incrustándose en la espalda(escasamente los demonios se colaban en la corte no seelie, sin alguna razón siquiera, mucho menos un demonio de alto rango, pero lo raro aquí, era que el cazador pudiera contenerlo)

—quítate de encima—gruño el demonio, el cazador lo ignoro.
En cambio volvió su vista a las curiosas hadas que lo miraban con inquietud mezclada con asombro.

 —su labios se curvearon ligeramente, claramente le gustaba ser el centro de atención—Los dejaría vivir, pero rompería mi promesa—exclamo, mientras hacia una reverencia  hacia sus subordinados—desenvaino su espada ennegrecida, que guardaba en su cinturón, la alzo hacia el cielo y murmuro palabras en un idioma desconocido para todos los presentes. Su figura se difuminaba, mientras su espada tomaba color envolviéndose en brillos—desconcertados por lo que había dicho, y por lo que miraban, varios  comenzaron huir, sabiendo que no podrían contra él, los demás optaron por tomar una actitud defensiva y violenta tomando sus arcos, dagas y espadas —no habrá diferencia si huyen, o tratan de dar pelea, el resultado será igual—dijo encogiéndose de hombros.
Ladeo su espada con un ligero movimiento de muñeca haciendo  florecer llamas negras. Los cazadores se desplomaron.

—joder, eso fue demasiado fácil, verdad Gwynn—empezó a decir alzando las manos, mientras miraba fijamente al demonio—pero como todo acabo, perdón me he equivocado, esto  solo es el inicio, pero no importa, tu no lograras ver nada, y  ya no eres necesario, así que, te apetece decirme tus últimas palabras, querido amigo.

El demonio rugió en respuesta.

Gwynn sonrió de lado a lado y alzo la cabeza piso fuertemente la cabeza del demonio haciéndola explotar, dejando a un charco de sangre. Y a un chico de cabellos castaños, destrozado en su lugar.

Sin  prestar demasiada atención envaino su espada, pues, su vista se encontraba merodeando los cadáveres, buscando una cabellera azul.
Percibía el palpitar de su pecho, la emoción de encontrarse con él era, bueno algo indescriptible, no se podría describir con palabras.
Solo sabía que el dolor de su pecho era verdadero, pensaba que no volvería  a sentir su martilleo, pensaba que se había atrofiado años atrás...
solo eso lograba distraerle de la horripilante picazón  y del cabello castaño, que era incluso peor, detestaba ese color, no iba bien con él, solo lograba estropear su estilo y esos odiosos rizos que se estaban desvaneciendo, la transformación llegaba a su fin... los efectos secundarios comenzaba a surgir con ímpetu. La cabeza la sentía pesada, la comezón iba de mal en peor y el olor ¡oh por dios, el olor! qué mal olía, sacudió la cabeza en señal de negación... termino por caerle un largo y generoso mechón  de hebras escarlatas  en la cara, animado, lo acomodo tras su oreja (amaba mucho el color rojo,  y le encantaba como quedaba en su cabello)
busco por aquí, por allá y nada, solo más caras insignificantes.
Comenzaba a fastidiarse, no encontraba lo que buscaba y no era la persona más paciente del mundo, ni siquiera era paciente. En un acto de furia  pateo los cuerpos, sus ojos brillaron al cabo de un momento, la cabellera azul que tanto buscaba por fin la había encontrado...

Sus ojos se abrieron de golpe cuando vio lo que se mostraba ante sus ojos,
¿cabello sabor caramelo? No,  es agrio, extremadamente ácido, suficiente para intoxicarte y  morir por ello.
Kieran estaba, como decirlo ¿anonado? O mejor dicho ¿horrorizado?
¿Apunto de entrar en nivel crítico de histeria? ¿Apunto de romperse?

he aquí el tercer capitulo,creo que comenzare a hacerlos mas largos.

espero que les halla gustado, perdón por hacerlo muy descriptivo y algo tedioso pero era necesario. si no entienden algo siéntanse en la libertad de preguntarme. y no se olviden de comentar o de regalarme una estrellita... estoy sumamente agradecida por tomarce un tiempecito para leer este fic. espero que los sigan.

si veo apoyo tratare de subir el siguiente el mates o el miércoles.

nos leemos luego. :)

/ Kieranxmark /Amor dulce y dudoso¿caramelo o trigo? Ácido empalagoso. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora