Puesto de Besos. Adaptación Yoonmin

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No, no, ¡No! No podía estarme pasando. ¿Por qué tenía que hacerme esto?

Todo el salón se quedó en un tenso silencio hasta que la carcajada de JiHo fue acompañada por la de todo el salón, incluso por la del maestro.

-¿Él Sr. Park? ¿Está segura Srita. SooYoung?-le preguntó con una mano en su boca para ocultar en vano la risita que podía escuchar desde mi lugar.

-¿Por qué no? Él es un alumno brillante y estoy segura que lo hará con toda la responsabilidad posible-inquirió con la misma sonrisa perversa.

El salón seguía riendo sin importar el que yo estuviese ahí, mis ojos comenzaron a arder pero reprimí las ganas de llorar, no lo haría, no aquí. Todos me miraban con sonrisas burlonas y expresiones de lástima, disfrutando hasta lo imposible mi sufrimiento. ¿Por qué? Yo nunca me había metido con ellos.

-¿Acaso no creen que él haría un excelente trabajo?-cuestionó en voz alta a todo el grupo que parecía haber entendido sus intenciones de dejarme en vergüenza.

-Yo creo que sí-escuché decir a JiHo-es posible que nos llevemos una sorpresa.

-Yo también, hay que darle una oportunidad al chico-secundó JiHoon en tono burlón.

Abrí mis ojos inmensuradamente, esto había cambiado a otra dirección, ya no estaban organizando un proyecto, ¡Estaban planeando mi humillación!

Ellos sabían que si me ponían en frente sería solo para burlarme, nadie pagaría por darme un beso, no me habían dado ni uno gratis, todos estaban haciendo lo que decía SooYoung, de seguro les parecería divertido observarme sentado en el puesto sin que nadie se acercara a mí.

-Ya está dicho, Sr. Park, usted será quien se encargue de llevar a cabo la actividad-dijo el maestro aun riéndose de mí y de mi suerte.

Me levanté con prisa de mi lugar, no podía permitir que me hiciera pasar por eso.

-Pero profesor…

-No me responda Sr. El salón ha decidido escogerlo a usted, y esto es un trabajo de grupo-me reprendió con una mirada firme.

Era increíble lo que podía llegar a ser para darle la razón a SooYoung.

-No te preocupes Jimin -dijo SooYoung  pronunciando mi nombre con sarcasmo-estoy segura que lo harás muy bien.

-No me sorprendería que al final de todo terminara debiendo dinero en lugar de ganarlo-escuche decir a JiHoon entre risas.

SooYoung lo escuchó y su sonrisa se volvió a ensanchar. Todavía no había terminado.

-Como dices esas cosas JiHoon, estoy segura que Jimin terminará el día con una gran ganancia.

-Lamento contradecirte dulzura, pero a pesar de tener grandes esperanzas en "el hermoso Jimin" no creo que esa ganancia sea tan grande como dices.

-¿No? ¿Qué tal si ponemos una cantidad limite?-preguntó ella mientras volvía a mirarme-Un beso, un dólar ¿Cuánto podrá reunir nuestra querido compañero?

¿Acaso quería humillarme más? ¿No era suficiente?

-¿Qué tal medio dólar?-preguntó June, uno de los que se sentaban con JiHo.

El salón entero volvió a reír, ya no podía aguantar más, estaba haciendo un esfuerzo enorme para no salir llorando, no podía creer que ni siquiera el maestro tuviera la decencia de detener tanto insulto.

-¡50 dólares!

-¡100 dólares!

-¡200!

Las porristas alentaban a que subieran las apuestas, entre más alto fuese el precio más sería la humillación.