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ACTO UNO💫 CAPÍTULOOCHO ALHENA Y SU PRIMERA NAVIDAD EN HOGWARTS
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Dos semanas antes de que terminara el trimestre, el cielo se aclaró de repente, volviéndose de un deslumbrante blanco opalino, y los terrenos embarrados aparecieron una mañana cubiertos de escarcha. Dentro del castillo había ambiente navideño. El profesor Flitwick ya había decorado su aula con luces brillantes que resultaron ser hadas de verdad, que revoloteaban. Los alumnos comentaban entusiasmados sus planes para las vacaciones. Dean, Seamus y Neville dejarían el castillo para las vacaciones de invierno; Alhena se quedaría allí, ya que su padre descansaría lo más posible para volver saludable a su trabajo; y su madre también había decidido quedarse.
—Si quieres me puedo quedar —ofreció Neville una tarde mientras descansaban.
Ella sonrió y negó con la cabeza.
—Tranquilo; Ron se quedará aquí también.
—Oh, sí. Ron—dijo con desgano.
En el último fin de semanas del trimestre, había organizada una salida a Hogsmeade. Lo cual Alhena encontró oportuno, ya que así podría comprar regalos para todos. ¿Con qué dinero? Ella no tenía ni la más mínima idea. Pero para su suerte, su madre le dio tanto dinero como para comprar todos lo regalos que ella tenía contemplados.
Para Neville, los cabezas de Rábano, los gemelos, Ron, Bill, Charlie, Ginny, mis padrinos, mamá y papá. Eran demasiadas personas, pero si no compraba tantas cosas para ella, quizás, incluso, le sobraba dinero.
—¡Hola, Creed! —exclamó ella apenas un perro negro y delgado se le acercó.
Oh, también un regalo para Creed.
Neville llegó a su lado, y pocos después ya estaban en los carruajes que lo llevarían al pueblito. Alhena llevaba a Creed escondido entre sus piernas, causando nerviosismo y diversión a su mejor amigo. Haberse puesto un vestido había sido la mejor decisión que tomó ese día.
—Bien —Dijo una vez que los tres estuvieron en tierra—. ¡A comprar!
Tomó a Neville por la muñeca y con Creed al lado se dirigieron a hacer todas las compras necesarias. La muchacha llevaba a su mejor amigo de una tienda a otra sin siquiera dejarlo respirar.
