~•My life•~ [Golxy/Folden] [EDITANDO]

Capítulo 2

Narra Golden:

Foxy tuvo que volver a clase y yo me quedé descansando en la enfermería, todo era muy confuso en mis memorias. Miré mi brazo de nuevo, teorizaba lo que había pasado en el baño, ya que solo venían a mi mente imágenes vagas e ideas sin sentido por estar prácticamente en mi lecho de muerte. También miré mi mano, se sentía cálida, recordaba cómo al despertar Fox la sostenía con fuerza, eso me confundía. En realidad, todo lo que había hecho ese pelirrojo me confundía, ¿por qué rayos me había ayudado? ¿Por qué parecía estar preocupado? Y sobretodo, ¡¿Por qué me abrazó?!

Tomé la almohada y tapé mi rostro con ella, sentía mis mejillas algo calientes, pues todas esas acciones me conmovían de alguna forma, lo cual me parecía horrible, pues ambos éramos rivales... aunque también es mi amigo. Tal vez nunca lo exprese con claridad, pero al final del día Fox era mi amigo también, a pesar de nuestra constante rivalidad y del muro que había entre los dos, haciendo imposible nuestra convivencia, lo consideraba mi amigo pues sabía que muy en el fondo él era bondadoso. Suspiré, quité la almohada de mi cara y miré al techo estresado, sabía que esto era la paz antes de la tormenta. Me acomodé y decidí aprovechar para dormir otro rato, pues era la primera vez en toda la semana que me sentía lo suficientemente tranquilo para poder descansar.

(...)

Volví a mi Mansión. Mi prisión. Mi abuelo se encontraba al principio de la escalera, viéndome con el ceño fruncido, me sentía pequeño ante su mirada violeta y penetrante, tragué seco y me acerqué al final de la escalera derecho, listo para escucharlo.

- Golden, recibí una llamada... interesante de tu escuela.- dijo con seriedad, totalmente frío al igual que su mirada.

- Sobre eso, yo- -

- ¡Silencio!- pegó con su bastón, haciendo un eco por toda la mansión. De nuevo me enderecé, tenía miedo... mucho miedo. Mi abuelo bajó con lentitud las escaleras, con un porte demasiado imponente, Jeffrey iba a su lado un poco por atrás, con su típico rostro elegante. Yo empecé a temblar, pues tenía miedo de lo que pudiesen hacer.- ¿Acaso tienes una idea de lo que haz hecho? El Chico de Oro fue encontrado en su escuela, desangrándose y a un paso de la muerte porque se había cortado el brazo.- dijo con severidad, tomando mi mano herida y descubriendo las vendas manchadas con mi sangre. Me quejé del dolor, mis temblores se hicieron peores, tenía miedo de lo que este hombre me haría. Me soltó a los segundos y Jeffrey sin que me diera cuenta se colocó a mis espaldas y me arrebató la mochila. - A partir de ahora, no solo ya no asistirás a esa escuela, sino que también trabajarás el doble para arreglar todo lo que has ocasionado a la imagen de la familia.- Sentenció, yo quería objetar, pero mi cuerpo estaba congelado. No tuve más opción que asentir con la cabeza, Jeffrey entregó mi mochila al abuelo y este sacó mi navaja, la cual aún estaba cubierta con mi sangre ya seca.

- Para la próxima, por lo menos asegúrate de morir sin ser descubierto. - Su voz ronca y su sonrisa me causaron escalofríos de terror, lo miré con incredulidad a sus palabras. Este hombre, quién se supone era mi única familia me estaba aconsejando morir. Me estaba diciendo que para mi lo mejor era la muerte.

Muerte.

- Lo haré, Abuelo.- dije de forma entrecortada, las lágrimas querían escapar de mis ojos a este punto. Él asintió aún con esa horrible sonrisa para proseguir a darme la espalda y volver al piso superior junto con Jeffrey, desapareciendo en las penumbras de la mansión. Mi cuerpo aún se encontraba estático en su lugar, sentía como temblaba por el miedo que ese hombre me ocasionaba. Siempre había sido así, desde que mamá se fue solo ha sido una constante tortura por parte de él. Mi mirada estaba clavada en el piso, el sudor me recorría y yo... yo no podía hacer nada.