~•My life•~ [Golxy/Folden] [EDITANDO]

Prólogo

Narra Golden:

Estaba ahí, solo. Parado en la lluvia, sintiendo como mis lágrimas caían de a poco sobre mis mejillas, aunque probablemente se perdían con las gotas que caían del cielo. Ocultando sin querer mi muestra de tristeza. Lo había perdido todo esta vez. A mis amigos, a mi banda, a la chica que amaba y que por desgracia decepcione.

Empece a caminar por entre las calles con la mirada baja. Era totalmente irreconocible por el aspecto tan vago que tenía, pero eso no importa en este momento. Sólo quiero caminar y desahogarme bajo el cielo que lloraba conmigo, acompañándome en mi soledad.

Me sentía un personaje dramático de película, sentía que mis sentimientos no eran lo suficientemente válidos para sentirme mal, sin embargo ahí estaba, desahogándome sin la presencia de una sola alma. Quería despejarme, quería sentirme de alguna forma, vivo.

Después de un par de horas vagando en calles baldías decidí ir a casa, aunque lo odiará. Llegue a la gran mansión, aquella que llamaba "casa" pero era una prisión de negocios y trabajo. Aquella que destruyo mi vida y sanidad por completo, aquella que he odiado desde que perdí a mi madre.

Entré mojando un poco el piso, pues me encontraba empapado por la tormenta del exterior. Estaba sucio, lleno de lodo por todo mi ser puesto que al escapar me había tropezado y caído en tierra, esta impregnándose y mezclándose con la lluvia sobre mi ropa.

Subí las escaleras de la Mansión y me dirigí a una puerta blanca con toques dorados, bastante elegante y que combinaba con el resto de la casa, excepto por mi. La abrí y cerré después de haber entrado.

Seguía llorando, aunque no salía ni un sollozo de mi boca. Sentía una pesadez en mi corazón, como si alguien lo apretujara para hacerme sufrir por los males que había causado, culpándome de toda la situación. Me quite la chamarra sucia y vieja que traía. Miré mi habitación con algo de indiferencia, pues no era un lugar que realmente me representara, solo representaba la imagen "perfecta" que mi familia quería que fuera. Mi vista se centró en una navaja sobre mi escritorio, junto a mis útiles de clases. Agarré esta con la mano algo temblorosa, me senté sobre mi gigantesca cama mirando con indiferencia mi mano sosteniendo el objeto punzante. Todo mi cuerpo temblaba por el frío y los nervios, pues la idea que invadía mi mente no era nueva, pero tampoco quería volver a ella. Hace mucho que no hacia eso, cerré mis ojos con fuerza antes de voltear y enterrarme la navaja sobre la muñeca de mi mano contraria, justo sobre las cicatrices viejas y casi imperceptibles. 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7 cortadas me hice en total, resistiendo las ganas de gritar mientras veía mi propia sangre caer. ¡Dios! Hace mucho que no sentía este ardor incontrolable y doloroso sobre mis muñecas, lloré con fuerza mientras me reclinaba hacia mi muñeca herida y punzante del dolor. No entendía el punto de todo esto, pero me hacía sentir tan bien, me hacía sentirme desahogado y distraído del dolor mental que sentía, aunque no duró mucho tiempo. El pánico me invadió al ver como la sangre manchaba un poco las sueñes y blancas colchas de mi cama, obligándome rápidamente a limpiar y vendarme por mi cuenta.

Al terminar sólo pude cambiarme a mi pijama, ocultando los arapos de mi salida secreta y viendo mi muñeca vendada antes de caer presa del sueño quien me consoló por esa noche lluviosa.

Narra Foxy:

¡Lo hice! Por fin me deshice de ese niño mimado, nunca pensé que sería tan facil. Lo mejor es que yo no tuve que hacer nada, pues él solito se condenó al no venir a las prácticas. Pobre estúpido rubio. Ya no tengo más competencia y podré aprovechar este tiempo para hacer avances con Chica. Creo que es más que obvió que ella me gusta, pero ella no se da cuenta de lo que siento por ella.

Estaba en mi casa, si a este cuchitril mío se le podía llamar casa, descansando y feliz de la vida de que Golden había salido de la banda. Ahora me siento más tranquilo y en paz conmigo mismo. Tocaron la puerta de mi pocilga. Al abrir la puerta me encontré con estropajo.

- ¡Hey Brother! ¿Cómo te va?- dijo entrando con una bolsa de plástico en las manos, pasando como Don Juan por su casa.

- Me va de maravilla.- dije con una gran sonrisa de orgullo, sin siquiera quejarme de su acción. Lo cual por si solo ya es bastante raro, pues suelo ser muy temperamental.

- Wow. Veo que andas de buen humor, ¿cual fue el milagro que te puso así?- Me preguntó burlón mientras dejaba la bolsa de plástico sobre mi mesa y sacaba su contenido, unos deliciosos tomates.

- Ese niño ricachon se ha ido de la banda y yo tengo el camino libre. No tengo que preocuparme más por él, y no tendré que ver su estúpida cara más de lo necesario.- dije con una gran sonrisa fanfarrona, tomé un tómate pero de inmediato Spring me lo quitó de la mano. Me iba a quejar hasta que vi su rostro de decepción.

- Ay Rojo. Perder a alguien que es parte de un equipo, no es motivo de alegría. Se supone que eres su amigo, ¿cómo puedes hablar así de despectivamente de él?- dijo dando un suspiro. Yo fruncí el ceño, no solo por lo que dijo, sino también porque me quitó el tomate.

- Cállate, Spring. Tu no sabes cuanto me he esforzado para que ese idiota saliera de la banda, su mera integración fue un error, sobretodo cuando Freddy canta tan bien. No necesitamos un egocéntrico oxigenado en nuestro equipo.- dije con veneno, en serio ese rubio me ponía los nervios de punta. Spring miró a otro lado, se notaba incómodo y nervioso. Me devolvió el tomate y se dirigió a la puerta.

- Me voy, que descanses Rojo.- dijo sin siquiera mirarme para luego salir de mi hogar. Yo miré todo esto perplejo, pues era inusual ese comportamiento en él. Miré el tomate en mi mano, ¿cuál era su problema? Nada de lo que dije fue mentira. Fruncí un poco el ceño mientras apretaba el fruto sin llegar a hacerlo puré. Lo coloqué sobre la mesa y pensé un poco mejor mis palabras.

¿En verdad me sobrepase con lo que le dije al terminar la práctica? Solo dije la pura verdad, le eche en cara su poca dedicación e interés sobre nosotros y la banda. No me parece mal haberle dicho sus errores. Sacudí la cabeza, ya no tenía caso pensar en el asunto, después de todo ese estúpido ya no interferiría en mi vida. Tomé de nuevo el tomate y lo comí con una gran sonrisa, mi futuro brillaba sin ese estorbo en mi camino.

Sin embargo yo no sabía de lo que podía llegar a ser capaz.

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¡¡¡Hola corazones brillantes!!! Bienvenidos a una nueva historia que espero y la disfruten. La verdad es que esta la voy a ir subiendo junto con la pagina de #TeamOlders del grupo de amino de FNAFHS. Espero les aya gustado y nos leeremos pronto.

Bay bay~~

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*Se duerme*
¿Por qué me pongo a corregir y editar esto a las frutas 2 de la mañana? Me odio ahhhhhh

Espero que disfruten esta nueva versión, no cambie mucho, pero si agregue bastante más para que fuese más entretenido leerlo y no sentir el "cringe".

Nos leemos luego, bay bay.~