Capítulo 3.

286 20 2
                                    

Llegando al estudio de su trabajo arregló todo el escenario con ayuda de los asistentes para poder crear el ambiente adecuado para esa sesión.

Llegó la pareja de novios para tomar cierta serie de fotografías específicas y creativas para un álbum de recuerdos.

Terminando la sesión se dirigió a su escritorio donde podría editar las fotos recién tomadas, pero un buzón en el correo anunciaba un mensaje reciente.

--Te tengo un trabajo nuevo, es sobre la modelo con la que estoy trabajando. Estaré con mi madre ocho meses aproximadamente y necesito que me remplaces lo más rápido posible.Empiezas la siguiente semana.-- Chris.

"Genial" pensó el chico.
Después de todo le pagarían bien. Mostrando esntusiasmo al escribir en el teclado envió la respuesta tomando su nuevo empleo y enviando todos sus datos.

Era algo perfecto, se iría a vivir a París por cierto tiempo estaría con una de las modelos mejores pagadas que le ayudaría a sobresalir en su trabajo. Poner en su currículum esta faceta le abrirán las puertas en diversos lados.

No tendría que desaprovechar esta oportunidad.

Previamente llamó a su novia para contarle la gran noticia y poder celebrar esa misma noche.

--Hola ¿qué sucede amor?-- contestó del otro lado lo más pronto posible.

--Tengo muy buenas noticias-- habló más que emocionado el chico-- mi amigo del que te hablé; me ha recomendado trabajar por un tiempo en su lugar. Me pagarán bien.-- casi llegó a gritar de lo emocionado que estaba.

-- Me alegro por ti. Pero dime que será después de las vacaciones.-- contestó.
Un vuelco en el estómago inundó a el alto. Sabía que su novia se enojaria y armará un alboroto. ¿Será bueno mentir?
¿Valía la pena una mentida piadosa?

No contestó por unos largos segundos por lo que la rubia sabía la respuesta.

-- No puede ser...-- habló triste.

-- Mira te juro que luego te llevaré de vacaciones pero dame el tiempo necesario para ganar más dinero y tendrás las vacaciones de tus sueños.

-- Cory... yo te amo pero... ahh...esta bien.-- se limitó a contestar la rubia.

Ella por otro lado en su veterinaria atendía a los gatos, perros y toda clase de animales que entraban por la puerta.

Saliendo del trabajo quiso sorprender a su novio. Estaba un poco molesta por haberle cancelado los planes para que ambos pudieran ir de vacaciones pero desde hace un año él le contaba lo tan importante que era su trabajo, que le gustaría trabajar en agencias sobresalientes para ser un fotógrafo reconocido.

Se dirigió al supermercado en busca de ingredientes para la cena que le preparará.

Entró en él y buscó el pasillo de frutas y verduras escogió una variedad de ambas y previamente continuó su camino al corredor de pastas.

Miró los precios de las cajas en donde variaba el contenido energético de cada uno.
Pocas calorías, mucha sal, muy caro. ¡Bingo!

-- ¿Diana?-- se escucho por detrás de ella.

Volteó fugazmente que no había reconocido por un largo segundo a ese chico alto.

--¡Mark! Que sorpresa-- contestó un poco aturdida la rubia.

-- Lo sé es algo raro encontrarte aquí ¿Cuánto tiempo sin verte?

-- No sé ¿dos años tal vez?-- colocó la caja de pasta en su carrito del supermercado.
El chico miró sobre el todas las cosas que había agarrado Diana y ella lo noto que empezó a dar color sus mejillas.

-- Tengo que preparar la cena-- explicó.

-- Oh claro. No tienes por qué darme explicaciones.-- sonrió el chico metiendo sus manos en su chamarra de cuero negro. -- Ya no somos novios ¿recuerdas?-- trató de sonar algo gracioso pero al contrario la chica lo miró un poco sería.

-- No es gracioso Mark.

-- Perdón. Sólo que no había dejado de pensar en nosotros desde lo que pasó. ..

-- Sí, lo recuerdo...-- le interrumpió.

-- ¿Sería mucho pedir tu número?-- habló el chico, la rubia lo miro con otro sonrojo en sus mejillas.

-- No. Claro que no. -- sacó un Papel y en él apuntó su número.

-- Espero algún día invitarte por algo, no sé un café.-- habló sin despegar la vista de ella que aún seguía apuntando.

-- Sería genial.-- entregó su número.

-- Nos vemos Diana.

-- Adiós Mark. -- él se acercó a ella y le plantó un beso en la mejilla.

Que mejor forma de despedirse con un beso en la mejilla tentando la pasión que por dentro ambos tenían.

You're MineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora