No deje de quererte

Capítulo 11

Támara

Vuelvo a recibir un mensaje está ves de Sofia diciéndome que ya está en la tienda el nuevo pedido de flores, me pareció extraño pues creí que sería Javier, tuvo que salir de viaje por cuestiones de su empresa pero no ha dejado de comunicarse.

La noche pasada cuando llegamos a mi departamento no me pregunto nada referente
a Daniel, solo me consoló diciéndome que todo estaría bien, aunque sé que no es tonto por mi reacción dedujo que es el padre de Sam, no me di cuenta cuando se fue, debí haberme quedado dormida llorando, desperté con los ojos hinchados y tuve que llamar a mamá para decirle que cuidará a Sam hasta la tarde, mi hija no me podía ver así.

El que no supiera de Sam me quitaba el remordimiento de decirle que él es padre, pero ahora todo cambio. Tengo que preguntarle a Alan si fue él o su madre quienes le dijeron, Daniel es su familia y eventualmente lo elegirían sobre mí.

Sam sabe que su papa se llama Daniel, Alan le cuenta a menudo acerca de él, que está en un viaje y por eso no la puede conocer, antes pensaba que contarle a Sam cosas de su padre era lo correcto, ahora quisiera que no supiera nada de él, sé que esa mentira no durara por mucho tiempo y no quiero llegar al día en que mi hija me reclame y me exija conocer a su padre.
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Hoy Es domingo y Alan viene a cenar para ver el partido con Sam, se convirtió en una rutina, eh de confesar que creí que él y su madre se alejarían y me darían la espalda pero fue todo lo contrario, está sentado con Sam frente al televisor, desde que llegó quiero preguntarle y creo que el también quiere decirme algo, ni siquiera le presta atención al partido, sólo me observa sentada junto a la barra de la cocina.

Le susurra algo a Sam y se levanta para venir en mi dirección, estoy a punto de hablar, pero se adelanta confirmándome lo que temía.

–Hable con el– como se atrevió y sin mi consentimiento.

–¡No te correspondía!– tengo una inmensas ganas de correrlo de mi casa

–Que no me correspondía?–Él también va a mentirme.

–Decirle acerca de Sam– Su expresión es de total confusión

–No, eso solo te pertenece decirlo a ti- volteamos para ver a Sam pero ella está muy concentrada en el juego- Le advertí, que no te molestara.

–Yo creí... él es tu hermano y...

–Tu, Sam y mi madre son mi familia, el podrá ser mi hermano, pero es un idiota, apenas cruzamos palabra en el taller, en 5 años no tuvo el valor para hacer una maldita llamada para preguntar como estaba, no es precisamente santo de mi devoción.

–Entonces no te ha dicho lo que piensa de mí–

Tengo que decirle a alguien, me he guardado todo esto, le dije algunas cosas a Sofi pero no los detalles más escabrosos pues me lo dijo con tanta seguridad que por un momento le creí. Me alejo de la barra y entro en la cocina, no quiero que Sam nos escuche.

–Piensa que lo engañe–Miro a Alan, esto le parece divertido.

-Es una broma, cierto– vuelven las nauseas al pensar en lo que estoy a punto de decir.

-No, ninguna broma, me acusa de acostarme con Alex a sus espaldas - Mis manos están alrededor de mi cuerpo como un nodo de defensa, no sé porque sigo teniendo tanto miedo.

–¡Ese imbécil está en prisión Tami!–

–Pero Daniel no lo sabe, además el piensa que lo engañe desde la secundaria, que todo lo que vivimos fue una mentira, por eso me dejo– Alan solo niega y retuerce las manos en su pelo.