Lo Que Hace Un Par De Mensajes

Capítulo 7: Refugio en New York.

Los tres se apresuraron en llegar al aeropuerto.

Mientras más se acercaban al aeropuerto, Fuyuhiko y sus hombres les iban pisando los talones en las calles de la ciudad.

Habían logrado quitarse de encima al sempai del peliazul y a sus compañeros, sólo quedaba uno y estaba ayudando a escapar a la pareja.

Estaban en el auto del rubio y a punto de entrar a una avenida, la cual, estaba con un tráfico que podía durar más de media hora.

-Tendremos que desviar, ¡Sujétense!

El compañero de Tsumori giró violentamente para la otra calle, tomaron un camino más largo.
Si así despistó a los hombres de Fuyuhiko, hizo bien en cambiar de camino.

-Nowaki, despierta por favor.

De una compuerta pequeña que tenía arriba del retrovisor, sacó una botella de alcohol y se la dió a Hiroki, quien preocupado, movía desesperadamente al peliazul aún inconciente.

-Ten, aplica un poco en tu mano y pásala por su nariz.

El castaño destapó la botella de alcohol, echó un poco del contenido en su mano y la puso frente a la nariz de Nowaki.

Enseguida, éste reaccionó de golpe.

-¿Q-qué...qué pasó?

-Hombre, al fin despiertas-Le dijo el que iba al volante.

-¿Madarame-san?

-Nowaki-El mencionado voltea a ver a su amado.

-Hiro-san.

El menor impulsó su torso para abrazar al castaño y este le corresponde con una caricia en su alborotado cabello azulado.

-¿Estás bien? ¿No te hicieron daño?-Preocupado palmaba los brazos y espalda del mayor.

-No, estoy bien-Le da un beso en la frente-Gracias.

-¿Cómo sabían que esos tipos estaban tras nosotros?-Preguntó el peliazul a quien conducía el coche.

-Estábamos con Tsumori y vimos a Nowaki escapando de uno de ellos y los seguimos.

-Si me hubieran agarrado más antes, seguramente no estaría aquí-Se pasa la mano por la cara para despejarse-La familia Usami nos quiere a mi y a Hiro-san muertos.

-¿¡Por qué llegarían a esos extremos!?

-Si mi esposo es sumamente agresivo conmigo sólo por celos, no me imagino su padre.

-Entonces Sensei...es verdad que ustedes...-El joven señala a ambos.

Los otros dos se sonrojaron mientras desviaban la mirada.

-Pues sí, Nowaki es mi amante-Dijo sin más el castaño ya frustrado con todo lo que ha pasado recientemente.

-Siento haberlos metido en esto-Se disculpa el peliazul.

Hiroki miró a Madarame y este como entendiendo la indirecta se mantiene callado mientras se concentra en el trayecto más que en la siguiente conversación.

-No tienes por que sentirte mal, recuerda que yo acepté estar contigo, tus amigos aceptaron ayudarte, no me arrepentiré de lo que pase después, siempre y cuando estés conmigo.

-Hiro...san.

-Nowaki-Le dedica una sonrisa de medio lado-Saldremos de esta ¿No?

El ojiazul se tranquilizó, quería una vida a lado del castaño, sin importar cuan imperfecta sea, si es con y por Hiroki, nada de eso importa.