[8] Nieve en la cara

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La luz del sol golpeó el rostro de Scatta como cual cachetada a mano limpia, haciendo despertar al joven incauto.

Mirando de lado a lado y con un gran bostezo se sentó en sus frazadas. Ya despertando del todo, miró a Zuhi que todavía estaba durmiendo plácidamente. Silenciosamente invocó con un sello una cuchilla de filo blanco con una runa de hielo, la que activó para crear nieve en la mano de su compañera.

Entre pequeñas risitas malvadas, tomó la punta de una sabana y con ella le hizo cosquillas en la nariz a Zuhi, quien se rascó la nariz desesperadamente esparciendo toda la nieve en su rostro.

Scatta empezó a reírse en voz baja mientras Zuhi se daba cuenta lentamente de lo que estaba ocurriendo, mirando de lado a lado sin entender, y mirando también su mano. Notó las risitas de Scatta a su lado, sin entender el por qué.

-Jahajahajaha ¿Qué se siente? -reía Scatta al mirar a Zuhi sin entender nada de nada-

-Qué...? -preguntó la chica somnolienta y perdida-

-Por fin mi preciada y deliciosa venganza.

-Ah...? -volvió a preguntar, sobándose un ojo y bostezando-

-¡Si! Vieras tu cara cuando... Pero por qué no gritas y pataleas y reclamas? -preguntó indignado-

La chica se sentó en la cama y nuevamente con un gran bostezo estiró sus brazos hacia delante, dejando caer la nieve de su rostro en su ropa.

-Buenos días Scatta... Ya estas hablando tonteras desde tan temprano. -rió, sin haber despertado del todo aún-

Scatta la quedo mirando un buen rato, indignado por la pobre reacción, viendo su venganza totalmente arruinada;

-No importa. -suspiró- Ya está tarde, levántate y vamos a desayunar algo, tengo mucha hambre...

-Muy bien. -sonrió Zuhi-

Scatta tomó sus ropas y se vistió dandole la espalda a Zuhi, tomó sus frazadas del piso y se las tiró encima. Luego se dispuso a salir de la habitación, buscando en dónde comer. Por el pasillo llegó hasta la entrada donde estaba el viejo elfo, al cual se dispuso a preguntar;

-Buenas viejete. -saludó Scatta con su característica personalidad-

-¿Viejete? -preguntó el anciano sin saber si ofenderse o no- Buenos días... ehh... ¡Ah! Tú eres el chico de la joven pareja. ¿Cómo han dormido? ¿Pasaron una buena noche juntos?

-Uf... A pesar de que ya estaba cansado del viaje, no tuvo piedad conmigo. -dijo Scatta suspirando-

-¿No tuvo piedad...? ¡Oh! -exclamó el viejito poniéndose colorado-

-Después de tomar una ducha, volví a la habitación y ella estaba en toalla...

-¡En toalla...!

-¡Y luego se me tiró encima y casi me mata!

-¡¡C-casi...!!

-Terminé durmiendo todo adolorido en el piso...

-¡¡¡En- En- En el piso!!! -exclamaba el viejito temblando, con su rostro rojo-

-Ahora en la mañana le tiré nieve en la cara pero ni siquiera se inmutó -se quejó Scatta con las manos en los bolsillos-

-¡¿De verdad?! -se estremeció el anciano sin poder más con su frágil alma-

-Y apenas nos conocimos hacen 2 días. Es una chica de lo más temible... No debo subestimarla.

-¡Y que lo digas! -decía el viejete abanicándose el calor del rostro con las hojas que tenía en la mesa-

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⏰ Última actualización: Mar 21, 2017 ⏰

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