19 de marzo
Caminar por los pasillos de la escuela nunca fue un inconveniente para mí. No es que sea la más conocida de aquí, pero sí sabían un poco más de lo que me gustaría de mí por mi apellido. Mi hermana, graduada hace dos años, había dejado una reputación que seguía intacta y lejos de dejar de comentar.
El problema fue el siguiente: estaba con mis audífonos, bailando al ritmo de una canción que reproducía, y no me fijé que tu estabas a mi costado caminando como solíamos hacerlo. Nuestras manos rozaron y fue ahí donde me di cuenta de lo que sucedía. Inconscientemente, nos sujetamos con fuerza. Ambos quedamos perplejos, sin saber qué hacer. Mi pecho subía y bajaba y mi cara se había tornado roja.
Tu amigo Wesley nos sacó de aquel momento incómodo llamándote para ir a clases. Delicadamente nos soltamos las manos, sin dejar de mirarnos, y volvimos a nuestros asuntos.
Aunque una parte mía no pudo, porque comenzaron a llegar los flashbacks de lo que habíamos sido en algún momento.
Me pregunté si también te estaba pasando lo mismo.
A.
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A Broken Hearted Girl
Teen Fiction«A» tiene un corazón roto, y no cree que alguien se lo pueda reparar.