9 de marzo
Nos llamaron otra vez para un anuncio. Todos sentados en las gradas, yo adelante, en la primera fila, y tú atrás. Todo ocurría tal como los últimos días; te miraba, me mirabas, coincidíamos y nos evitábamos.
De repente me llamaron unas gradas más arriba. Era una maestra que nos observaba desde el punto más alto para controlar a los que se querían pasar de listillos. Me acerqué un poco temerosa, pensando que me había descubierto mirando a la persona que en esos momentos extrañaba más que ahora. No obstante, me reprochó por eso, sino por tener mi piercing de la oreja y no habérmelo retirado. Me disculpé con ella, poniéndole de excusa que no había tenido el tiempo suficiente para quitármelo. Asintió recordándome que la próxima iría a detención, y me mandó de nuevo a mi puesto. Mientras bajaba, me miraste junto a tú amigo, Wesley, y sonrieron burlones susurrándome «¿qué has hecho?» de broma. No pude responder a tus comentarios, porque quedé sorprendida que me hayas sonreído; además, solo había mirado de reojo a Wesley, tratando de evitarte. No pude verte sonreír una vez más.
Ahora no sabes cuánto me arrepiento.
A.
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A Broken Hearted Girl
Novela Juvenil«A» tiene un corazón roto, y no cree que alguien se lo pueda reparar.